Sinónimo de felicidad, un viaje a través de Toscana para buscar estos girasoles que dan alegría, es tiempo bien empleado. La temporada del girasol normalmente comienza en junio, pero sólo emergen plenamente en julio, permaneciendo hasta principios de agosto. Toscana es una de las pocas zonas en Italia donde se cultivan y un viaje en busca de estas bellezas bien vale la pena.
Un lugar seguro para encontrarlos es Mugello, donde a menudo los edificios están completamente rodeados de girasoles. A poca distancia, el lago de Bilancino y la Villa de los Medici en Cafaggiolo son otros lugares que no debes perderte. Más conocida por el tabaco y los cereales, el área de Casentino también presenta varios campos de girasol que se pueden admirar desde la carretera principal. Otro lugar donde se encuentran muchos más de estas hermosas flores es en dirección a la costa, en Vada en Livorno.
Siena es uno de los sitios más visitados por quienes desean ver ciudades medievales. Lo que a un visitante lo sorprenderá es ser recibido por olas de girasoles dispersos por toda la región. Tratándose de una rotación de cultivos, la ubicación de estos campos varía de un año a otro, pero viajando por las pequeñas carreteras como en Val d'Orcia te encontrarás con un paisaje maravilloso que bien vale la pena recorrer. Si te diriges hacia San Gamignano, una ciudad medieval famosa por sus torres, y déjate sorprender por la alfombra de oro que encontrarás cerca de la Taverna di Bibbiano , así como por los fragantes campos de lavanda. Pienza y Montepulciano son tan exuberantes con los girasoles como en arte y belleza.
Viaja a lo largo de vía Cassia, entre Siena y Montalcino para apreciar más campos de oro. Considerando las numerosas villas en la zona, puedes aprovechar para sacar una gran cantidad de fotos. No debes perderte la glorieta de Monteroni d'Arbia , donde el castillo, los viñedos y los girasoles crean un paisaje espectacular. Además, son también espectaculares Cortona en Arezzo y Abadía de San Galgano, con sus típicos cipreses toscanos, sus viejas ruinas y su amplia alfombra amarilla; un lugar al cual no debes dejar de ir para hacer fotografías increíbles.
También en Massa Marittima se encuentra un área donde se cultivan los girasoles desde hace muchos años. Si viajas desde Colle Val D'Elsa hasta la costa, te deslumbrarás entre los caminos bordeados de pinos mediterráneos y de flores. Via Suveretana que conduce a Suvereto en Maremma presenta una extensión de girasoles entre verdes viñedos en el camino hacia la bonita ciudad. El parque Uccellina en Alberese, Grosseto es otro lugar para perderse en un mar de color amarillo.
Para disfrutar de la vista de estas bellezas, reserva unos días en una villa toscana o en un agroturismo cerca de Pisa y visita Vettola, Sanpiero a Grado y luego toma la salida de la carretera SCG FI-PI-LI hacia Lavoria y Vicarello para aprovechar al máximo estas bellezas amarillas en contraste con el cielo azul.
Mientras buscas estas maravillosas flores, puedes tener en cuenta el mito de Clizia y la fascinante leyenda sobre el girasol. Una joven ninfa enamorada de Apolo, el Dios griego del sol, lo siguió todo el día mientras conducía su carro por el cielo. Después de que él la rechazó, Clizia se negó a moverse de su lugar y fue alimentada sólo con rocío y lágrimas. Apolo decidió transformarla en una flor de oro, el girasol, que cambia de inclinación durante el día justo cuando el sol se mueve en el cielo.