Para los amantes de la escalada y la espeleología, el territorio toscano tiene una cadencia de acantilados a medio camino entre el cielo y la tierra y cavernas que conducen a las entrañas de la tierra. Los Alpes, Apeninos y Antiapeninos disponibles para escaladas y bajadas adrenalínicas, pero sobre todo para aventuras al último tirón de cuerda.
Los acantilados son el hábitat favorito de cualquier escalador cuyo ritmo cardíaco esté marcado por picos de adrenalina con intervalos entre una pared y otra. El territorio toscano hace latir con fuerza el corazón intrépido, de norte a sur el perfil geográfico está marcado por picos y cumbres rocosas, ambientes ideales para aventuras verticales.
Los Alpes Apuanos son uno de los lugares más salvajes en Toscana y una de las metas favoritas de muchos excursionistas, pero no solo; son un verdadero paraíso para aquellos que nunca olvidan la magnesita y los mosquetones en su equipo. De este relieve montañoso, que parece querer adentrarse en el mar de Versilia, forma parte el Monte Procinto, un pilar de piedra caliza de forma cilíndrica con paredes verticales conocido como "panettone", a cuya cima se puede llegar ya sea siguiendo un recorrido de soportes de hierro y ayudados por cuerdas metálicas, el primero que se abrió en Italia fue en el 1893, o con escalada deportiva. En los Alpes Apuanos hay unos cuarenta acantilados de diferentes grados, como los de Stazzema, Montignoso o Camaiore, el lugar favorito para escalar en Toscana. En Valdinievole otros acantilados hermosos son los de Monsummano Terme, gimnasios naturales famosos entre los aficionados.
Además, el Monte Amiata presenta muchos picos rocosos donde se puede practicar la escalada libre y el búlder, mientras que en la costa del sur en Toscana, conocida por la mayoría como lugar de vacaciones, el Argentario cuenta con una de las más bellas paredes que se pueden encontrar a lo largo de la costa italiana: entre el cielo y el mar, el acantilado Capo d'Uomo.
Distribuidas por todo el territorio, las aventuras de escalada en Toscana son múltiples y con paisajes extraordinarios. No menos importante, para quienes prefieren las incursiones en la naturaleza salvaje pero subterránea, ¡tienen grutas para explorar! Además de los ya mencionados Alpes Apuanos con la Gruta del Viento en Fornovolasco y el Antro del Corchia (cuyos 70 km de túneles y pozos lo convierten en el mayor complejo subterráneo de Italia) entre los lugares más espectaculares, la región presenta áreas con muchas cavidades naturales que conducen a misteriosos ambientes que siempre han estimulado la curiosidad humana. Las características morfológicas muy particulares hacen de las grutas hábitats de altísimo valor naturalístico y prehistórico, además de lugares irresistibles para expertos o aspirantes espeleólogos dispuestos a sondear las profundidades de la tierra y a practicar su actividad favorita, la espeleología.
El corazón de Toscana es famoso por sus colinas y sus productos, pero también conserva preciosos y sorprendentes ambientes subterráneos, la Montagnola de Siena y los fenómenos kársticos han dado origen a innumerables cuevas que se pueden visitar con excursiones espeleológicas fáciles o con excursiones donde se requiere experiencia y técnica. Un tesoro subterráneo poco conocido, todo ello al centro de un triángulo naturalista que tiene en sus vértices las conocidas Siena, San Gimignano y Volterra. Más al sur, un mundo inaccesible y escondido esculpido por el agua, formado por cavidades, estalagmitas y estalactitas; como el que se esconde dentro de la gruta de Sassocolato en el interior de Maremma en Grosseto. El nombre ya dice mucho, concreciones calcáreas que surgen de las paredes dando lugar a sugestivos y frágiles espectáculos, un hábitat que gracias a su pureza es el hogar de numerosas colonias de murciélagos y otras especies raras, ambientes incontaminados que se deben preservar y admirar con incursiones espeleológicas y respeto.
Montecatini Terme es el lugar ideal para disfrutar los balnearios termales y el fascino de la aventura gracias a un itinerario turístico que conduce a un sugestivo viaje en el subsuelo. En efecto, la cavidad cársica de la Gruta Maona, de 15 millones de años de antigüedad, se encuentra entre una de las pocas que tienen dos pozos diferentes, uno para entrar en los diferentes túneles y el otro para salir de allí.