Pistoia es una ciudad sin precedentes. No es una afirmación atrevida: la ciudad de las iglesias cebradas y de los viveros, esconde secretos Guinness de récord. Lugares especiales, objetos preciosos, eventos decenales: pequeños grandes récords, algunos conocidos, otros por descubrir.
Aquí te presentamos algunas curiosidades que no hay que perderse en la ciudad, más una sobre la Montaña de Pistoia.
El pequeño Teatro Gatteschi, que data de 1707, es una auténtica joya barroca escondida en el centro de Pistoia, dentro del antiguo Palacio Gatteschi, residencia histórica de la familia homónima.
Con 70 metros cuadrados en dos niveles, es uno de los teatros más pequeños del mundo. Puede acoger hasta 15 personas a la vez. Sus invenciones arquitectónicas, las decoraciones de estuco y frescos trampantojo lo convierten en un lugar mágico que no debes perderte.
Desde julio de 2021, está abierto al público dentro del Polo Culturale Puccini Gatteschi y acoge conciertos, espectáculos y otros eventos.
Como parte de la visita al Museo del Spedale del Ceppo, es posible descubrir el teatro anatómico. Testimonio de la escuela médico-quirúrgica de Pistoia y uno de los ejemplos más pequeños del mundo en su género. Aquí se impartieron clases de anatomía con cadáveres desde 1666 hasta 1844. El pequeño teatro consta de dos salas chicas, una de las cuales tiene la mesa anatómica en el centro, rodeada de bancos posicionados en semicírculo, dedicados al público, compuesto por no más de 15 alumnos por lección.
El museo presenta, en el ex pabellón masculino de San Jacopo, una amplia sección sobre la historia de la sanidad en Pistoia, a través de análisis específicos en profundidad dedicados a la rica colección de instrumentos quirúrgicos, fechables entre el Siglo XVIII y las primeras décadas del Siglo XX.
Entre las numerosas ediciones del poema de Dante que posee la Biblioteca Forteguerriana de Pistoia, encontramos una edición del Siglo XIX particularmente curiosa. En una sola hoja de 71x50 cm, se reproduce toda la Divina Comedia, en tres rectángulos de 69 columnas, cada uno de los cuales contiene los tres cánticos: 14.233 versos, 96.000 palabras y 400.000 letras. El conjunto, indistinguible a simple vista, está encerrado en un marco arquitectónico de formas clásicas con el retrato de Dante.
Esta colosal hazaña fue realizada por el editor Cossovel a finales del Siglo XIX, época en la que la micrografía y las ediciones microscópicas gozaban de especial popularidad entre los bibliófilos. El ejemplar de Forteguerriana fue adquirido en 1965, año de Dante, por el entonces director de la biblioteca Giancarlo Savino, y aún hoy es posible solicitar su consulta, tanto para su estudio como para admirar su singularidad.
El Pistoia Blues Festival, uno de los más longevos de Italia, ha festejado 40 años en 2021 y figura entre los principales acontecimientos musicales internacionales del país.
Desde 1980, artistas italianos e internacionales amenizan las veladas del festival en julio. Por su escenario han pasado innumerables músicos y leyendas de la música, como Carlos Santana, B.B. King, David Bowie, Bob Dylan, Patty Smith y Lue Reed.
También este año, la Plaza de la Catedral se prepara para acoger a la grande música.
La floricultura es uno de los sectores más importantes de la economía de Pistoia y de la provincia.
La disponibilidad de agua y el clima favorable, mitigado por la presencia del Apenino que protege de los vientos más fríos, han permitido a este territorio convertirse en uno de los más conocidos del mundo en el ámbito de la floricultura, principalmente ornamental.
Hay unas dos mil empresas, la mayoría familiares, que producen plantas para las zonas verdes públicas y privadas, y exportan más de la mitad de su producción a todo el mundo.
En la Montaña de Pistoia, en el Municipio de San Marcello Piteglio, el Puente Colgante de Ferriere, inaugurado en 1923, fue hasta 2006 el puente tibetano más largo del mundo según el Guiness World Record. Sus 227 metros unen las dos orillas del torrente Lima, entre Mammiano Basso y Popiglio, en el Municipio de San Marcello Piteglio.
Construido siguiendo la idea de Vincenzo Douglas Scotti, el enlace permitía el paso de los trabajadores de Popiglio a las fábricas S.M.I. - Società Metallurgica Italiana, situada en el lado opuesto.
La obra, que ahora ha perdido su función original, es una de las atracciones turísticas del territorio y sigue siendo un importante ejemplo de ingeniería.