Primavera en Toscana entre jardines y naturaleza

A pocos kilómetros de Capannori, en Sant'Andrea di Compito, se encuentra el Jardín de las Camelias o Camellietum Compitese, un lugar con más de 1.000 variedades de camelias y que en el 2016 se convirtió en un "Jardín de Excelencia", un título del que solo pueden presumir otros 39 lugares en el mundo.
Estas flores orientales llegaron a Europa a finales del Siglo XVIII y tuvieron tanto éxito por su belleza y elegancia que enseguida se convirtieron en las protagonistas de los jardines de las residencias más importantes.
A lo largo de los años, estas románticas flores han seguido siendo uno de las excelencias del territorio: los colores del jardín varían del rojo rubí al rosa delicado, del violeta moteado al blanco perla: un rincón encantado capaz de perdurar en el tiempo.
Todos los años, en marzo, se celebra el evento "Antiguas Camelias de Lucca", en el que los pueblos de Pieve y Sant'Andrea di Compito se convierten en el Pueblo de las Camelias.
El jardín está abierto todo el año, pero el mejor momento para admirarlo es durante la época de floración, es decir, desde febrero hasta abril, siendo marzo el mes de máximo esplendor.

El Jardín de Lirios se encuentra en Florencia, cerca de Plaza Michelangelo, en una ladera con olivos, prados, parterres y un lago para cultivar las flores acuáticas.
Es un verdadero oasis verde en el corazón de la ciudad, aún más especial por el hecho de que permanece algo escondido, como un pequeño jardín secreto.
Inaugurado en 1957 para acoger el 1° Concurso Internacional de Lirios, celebra la flor que es símbolo de Florencia desde 1251: el llamado lirio florentino.
La plena floración de las más de 1.000 variedades de lirios procedentes de todo el mundo tiene lugar en primavera, entre abril y mayo: es entonces cuando el jardín se abre al público y acoge el concurso que sigue premiando a las mejores plantas según el juicio de un Jurado Internacional.

En las laderas de la Montaña Amiata, en Seggiano, el artista suizo Daniel Spoerri ha elegido vivir y dedicarse a la investigación en una grande finca, no lejos del pueblo: casi 16 hectáreas de terreno donde naturaleza y arte conviven en perfecto equilibrio.
El jardín está abierto al público desde abril hasta octubre y alberga 112 obras de 55 artistas diferentes.
Es muy fascinante para las familias con niños el Sendero laberíntico amurallado de Daniel Spoerri o la instalación Dies Irae de Olivier Estoppey, con tres tamborileros de grande tamaño y 160 ocas de cemento.
La naturaleza del territorio de Amiata es el escenario de todas las obras expuestas, y las frondosas arboledas que forman parte del paisaje ocultan numerosas estatuas de bronce del artista.

El jardín botánico de Siena se extiende por dos hectáreas y media de valle dentro de las murallas de la ciudad. 
Desde mediados del Siglo XIX se han conservado aquí más de 2.000 especies vegetales.
Todo el jardín, con su parque, está diseñado al estilo de los jardines italianos del Siglo XIX y cuenta también con numerosos ejemplares exóticos.
El principal objetivo del sitio - y del cercano Museo Botánico - es preservar la biodiversidad y promover la educación medioambiental. En el parque se reproducen diversos ambientes, con especial atención a las plantas típicas del centro-sur de Toscana.
No te pierdas el vivero - que reproduce el clima cálido y húmedo de los bosques ecuatoriales -, el tepidario y, por último, el invernadero.
También forma parte del Jardín Botánico el Herbario Universitario de Siena, un lugar con más de 90000 desecados de plantas con piezas históricas del Siglo XVIII y muestras contemporáneas. 

El Parque Natural de Orecchiella es una reserva natural en el corazón de Garfagnana y se extiende por más de 5000 hectáreas entre los Alpes Apuanos y el Apenino Toscano-Emiliano.
Senderismo, excursionismo, carrera a pie, paseos - incluso al atardecer y por la noche - y visitas guiadas son sólo algunas de las actividades que se pueden planificar en este paraíso natural.
En el Centro de Visitantes de San Romano in Garfagnana se encuentra la zona de pago del parque, que incluye el Jardín de las Flores de Montaña para pasear entre las especies de montaña más coloridas y algunos animales - alojados en recintos al aire libre - como corzos y osos pardos.