Pueblos fantasmas de Toscana

Un puñado de casas, un hotel y una pequeña iglesia en las colinas de Val di Cecina (provincia de Pisa): ¡bienvenidos a Buriano!
Buriano hace alarde de haber "muerto" dos veces: después de un periodo de despoblación gradual, antes de la década de 1960, el pueblo experimentó una "segunda muerte".

En 1986 se construyó un hotel (el primer edificio que se ve al llegar aquí), en un intento de repoblar la ciudad, pero después de unos 10 años de éxito razonable, un nuevo proyecto, destinado a transformar el hotel en un centro de belleza, fracasó debido a problemas burocráticos y el edificio nunca se terminó.

A partir de ese momento (1998), Buriano fue abandonado para siempre por sus últimos habitantes.

Otra pequeña localidad fantasma, una de las más altas de los Alpes Apuanos, y ahora abandonada desde hace muchos años; de hecho, el pueblo sufrió graves daños durante la Segunda Guerra Mundial y luego fue completamente abandonado en la década de 1960. Cada año los descendientes de los antiguos habitantes regresan aquí para celebrar a Santa Ana, el 26 de julio.
Una curiosidad: el reloj de sol de la iglesia es el más alto de toda Toscana.

Un pueblo tan encaramado y escondido, que aparece de repente en la carretera de Lucca (seguir las indicaciones hacia Abetone y, unos 18 km después de Bagni di Lucca, tomar el desvío a la derecha).

Parece como si estuviera engarzado en la roca en la que se yergue.

Lucchio es un entramado de pequeñas y empinadas calles transitables sólo a pie, un factor que añade encanto, pero que probablemente ha contribuido a su abandono. En el pueblo se encuentra una antigua fuente, mientras que prácticamente no quedan restos del castillo, construido directamente sobre la roca.

Un pequeño pueblo en las colinas de Pisa, al que se puede llegar desde Valle delle Fonti (Valle de las Fuentes) cruzando el puente sobre el arroyo y siguiendo un sendero.
Además de la vegetación que lo rodea, merece la atención del visitante la iglesia románica del siglo XII, Santa Maria di Mirteto. No es una ruina, sino que tiene paredes bien cuidadas y un altar evocador.

La aldea también cuenta con algunas casas, hornos y bodegas.
El nombre "Mirteto" proviene del gran número de arrayanes (mirti) que rodeaban el pueblo.

Un pueblo medieval en la zona de Maremma, abandonado junto con las minas locales de cobre y plomo, explotadas desde la época etrusca y de las que aún hoy se pueden ver claramente las huellas.

Rocca San Silvestro fue un pueblo de mineros y fundidores construido entre los siglos X y XI. Durante el siglo XIII, creció hasta tener una población de alrededor de 200-250 habitantes. El pueblo fue abandonado en el siglo XIV, en tiempos de guerras, crisis económicas y de la terrible peste negra.

Hoy, Rocca San Silvestro forma parte del "Parque Minero de San Silvestro" y desde aquí se puede disfrutar de una increíble vista del paisaje.

Poggio Santa Cecilia está situado en el municipio de Rapolano Terme (provincia de Siena), en lo alto de unas colinas verdes y arboladas. Según algunas fuentes, el lugar estaba habitado desde la época etrusca.

Actualmente es una ciudad fantasma, completamente deshabitada, pero eso no significa que haya sólo ruinas aquí. El pueblo está prácticamente intacto y es muy bello, con su puerta medieval, su gran palacio, los talleres medievales de carpinteros y herreros, y la iglesia de Santa Cecilia con sus frescos.

El terreno de la zona es muy especial: se caracteriza por el fenómeno conocido como "burbuja terrestre", debido a la fuga de dióxido de azufre que crea una especie de "lodo hirviente" cuando llueve.