La Costa Etrusca es el paraíso terrenal de la costa toscana, donde la naturaleza salvaje y los panoramas de fábulas son los protagonistas. Pero la belleza de esta tierra no termina con el final del verano, hay un lado quizás menos conocido, lugares menos concurridos pero no menos importantes. Un paraíso que debe su riqueza cultural e histórica a los Etruscos, pero también es fascinante la cara medieval de los pueblos.
Castagneto Carducci se encuentra en la cima de la colina, dominada por el Castillo de los Condes de la Gherardesca que, junto con la Iglesia San Lorenzo, forma el núcleo original del pueblo. El visitante se encontrará en una atmósfera mágica caminando por calles, callejones y pequeñas plazas. Desde la céntrica Plaza del Pueblo, asómate a la Terraza del Belvedere, donde te espera un panorama impresionante.
A los pies de Castagneto Carducci, está San Guido, desde donde parte la famosa avenida de los cipreses cantada por el poeta Carducci, que conduce a Bolgheri. Esta romántica avenida es considerada un monumento nacional, junto con el cementerio monumental donde fue enterrada la abuela del poeta, Nonna Lucia. De particular interés es el Castillo de Bolgheri donde el tiempo parece haberse detenido.
Castiglioncello conocido como "la perla del Mar Tirreno" por sus encantadoras bahías bañadas por un mar límpido y transparente, ha sido a menudo elegida por artistas, como los Macchiaioli que dieron vida a la escuela de Castiglioncello y luego por importantes personalidades del cine que la eligieron para pasar sus vacaciones. El Castillo de Pasquini, con su hermoso parque, es un lugar de arte y cultura. No te pierdas la imponente Torre de los Medici, desde la cual podrás disfrutar de una de las más bellas vistas de la costa del Tirreno.
Rosignano Marittimo es un encantador pueblo medieval con un espléndido castillo con dos torres, una que en el pasado fue usada como prisión y la otra como terraza de la Granja del Arzobispo. En Rosignano Marittimo se encuentra un importante Museo Arqueológico.
Entre las colinas y el mar de la Costa Etrusca, se destacan las características calles medievales de Suvereto, un pueblo con una historia y cultura muy interesantes, todavía rodeado de antiguas murallas. El territorio, "vigilado" por el Fuerte de los Aldobrandeschi y rodeado de los perfumes del matorral mediterráneo, es también conocido por sus excelentes productos alimenticios y vinícolas, como el aceite y el vino. En efecto, por aquí pasa el Camino del Vino, un recorrido que permite conocer, paso a paso, los lugares donde adquiere todas sus formidables particularidades.
Populonia, además del parque arqueológico, conserva las murallas del siglo XIV construidas para defenderse de los piratas berberiscos y las calles características de un pueblo del 1300. Desde el Fuerte, que se puede visitar, se puede apreciar un panorama excepcional del Archipiélago Toscano y de la llanura subyacente.
El pueblo de Campiglia Marittima es uno de los más fascinantes del Valle de Cornia; casi suspendido entre el cielo y el mar, su centro histórico sigue protegido por antiguas murallas defensivas y es una sucesión de callejuelas, iglesias, plazas y vistas panorámicas.
La parte superior está dominada por la Fortaleza de Campiglia, que, junto con el Palacio Pretoriano, es uno de los principales atractivos del pueblo. Los primeros registros escritos se remontan al año 1004, cuando Campiglia era un castillo vinculado a la familia Della Gherardesca.
Encaramado en un espolón rocoso y rodeado de bosques de castaños, el pueblo de Sassetta es conocido por su mármol rojo y sus aguas termales que fluyen a casi 50°C no lejos del centro. No te pierdas un paseo por las características callejuelas del pueblo para llegar a la Iglesia San Andrés Apóstol y al Castillo de Montalvo; este último perteneció originalmente a una familia proveniente de España y se trasladó a la corte de los Medici siguiendo a Eleonora de Toledo.
El centro de Bibbona se caracteriza por sus estrechas calles de piedra que recorren el perímetro del antiguo castillo, recordando los orígenes de este pueblo. Los primeros registros escritos se remontan al año 1109, aunque ya se conocía tanto en la época de Villanova como en aquella de los Etruscos.
No te pierdas la Parroquia medieval Sant'Ilario, del Siglo XI, ya presente en el antiguo Castillo de Bibbona, y con su peculiar forma trapezoidal, y aquella medieval Fonte di Bacco (Fuente de Baco) justo fuera de las murallas de la ciudad.
La ciudad de Piombino, a menudo asociada al puerto para las islas del Archipiélago Toscano y no solamente, es muy encantadora y llena de historia. Sus orígenes son muy antiguos, incluso se remontan a la prehistoria, y encontramos varios testimonios de su glorioso pasado, como el recinto amurallado, del cual algunos tramos se atribuyen a Leonardo da Vinci, Fuentes de Marina, el Palacio del Municipio antes Palacio de los Priores.
No te pierdas la sugestiva Plaza Bovio, que se asoma naturalmente al mar y al Archipiélago Toscano. Es la plaza más grande frente al mar de Europa y ofrece una vista maravillosa a cualquier hora del día. La hora de la puesta de sol es especialmente impresionante.
En las colinas del interior de Pisa, entre campos cultivados y senderos del matorral mediterráneo, se encuentran los sugestivos pueblos de Santa Luce, Castellina Marittima, Riparbella, Montescudaio, Guardistallo y Casale Marittimo.
Posicionados en pequeños promontorios, estos pueblos de origen medieval se desarrollan dentro de antiguas murallas dominando el paisaje circundante que cambia sus colores con cada estación. Un territorio que también se presta a excursiones en bicicleta o a caballo, itinerarios entre el cielo y el mar que te harán enamorar de estos lugares.