Con la estación cálida, vuelven las ferias y los eventos dedicados a los sabores y los productos típicos toscanos. ¿Estás listo para visitar los pueblos más bonitos y degustar los platos tradicionales?
Hete aquí cinco ideas para saborear desde marzo hasta mayo.
La tradicional Feria de la Cereza de Lari es ya una cita fija para los visitantes y productores: días dedicados al sabor y al arte, descubriendo las excelencias gastronómicas y culturales del territorio, entre finales de mayo y principios de junio.
La protagonista indiscutible será la cereza, con sus 14 variedades autóctonas, pero no faltarán los eventos artísticos y culturales. En la plaza principal hay puestos de los productores que ofrecen cerezas al público. Según la tradición, el productor que haya obtenido los mejores frutos recibirá la codiciada Cereza de Oro.
En el corazón del valle de Era, Terricciola, celebra desde hace años en mayo su fruta típica: la fresa.
Puestos gastronómicos, conciertos musicales, degustaciones, exposiciones y espectáculos para un evento del que disfrutarán grandes y pequeños.
Se podrá degustar cocina tradicional, catar vinos y, por supuesto, comer fresas hasta el hartazgo.
En las calles del pueblo se realizarán espectáculos itinerantes y un mercado de antigüedades y artesanía.
A finales de marzo, Volterra -la ciudad medieval del alabastro- acoge la Muestra Mercado de la Trufa Marzuolo. Una cita muy esperada y repleta de eventos: degustaciones de todos los excelentes productos del territorio con especial atención a la protagonista del festival, la trufa.
Además, un importante calendario de eventos e iniciativas tendrá lugar dentro de la ciudad y fuera de las murallas para celebrar el rico patrimonio histórico y arquitectónico y las numerosas singularidades del territorio.
El lunes de Pascua se celebra en la Ermita de Santa Caterina de Rio nell'Elba el dulce de los enamorados típico del pueblo, la sportella.
Según la tradición, el Domingo de Ramos, el galán llevaba a su amada una cesta de flores con el ceremito (un dulce muy antiguo): si la chica aceptaba el regalo y, por tanto, la propuesta de amor, él correspondería el Día de Pascua enviándole una sportella bendita.
El lunes de Pascua, los dos enamorados, llegaban a la Ermita de Santa Caterina para pasar un rato juntos después de los oficios religiosos.
En el pueblo de Chiusure, a pocos kilómetros de Asciano, vuelve a finales de abril la Fiesta de la Alcachofa.
En este extraordinario pueblo, enclavado en Crete Senesi, se organizan itinerarios en bicicleta de montaña, excursiones, paseos y talleres para familias. Por supuesto, habrá un puesto gastronómico y la imperdible Cena de la Alcachofa.