Para quienes aman viajar y dejarse sorprender por paisajes siempre nuevos, te damos algunos consejos para combinar una agradable visita al corazón palpitante de Toscana con una caminata para descubrir los itinerarios más interesantes.
De la historia antigua a la naturaleza salvaje el paso es corto, sólo tienes que armarte de botas y ¡listo!
Aquí tienes nuestras recomendaciones para 10 caminatas panorámicas.
Inmerso en la mágica belleza de Casentino, el pueblo de Poppi representa plenamente las características de este territorio: naturaleza incontaminada, historia y espiritualidad.
Empezando por el famoso Castillo, icono histórico de Casentino con una imponente estructura bien conservada a lo largo de los siglos, podrás visitar el pueblo -incluido también en la lista de los Pueblos más Bellos de Italia- y apreciar su encanto.
Además de la caminata con vistas por el centro histórico, es posible emprender un auténtico itinerario de senderismo por el Camiono de Francisco , un sendero que recorre las etapas fundamentales de la vida de San Francisco y conecta la Basílica de la Santa Cruz de Florencia con el Santuario de La Verna: la directriz sur del itinerario sigue la orilla izquierda del río Arno y pasa por Poppi; este recorrido corresponde a la Vía Florentia romana, una antigua vía medieval importante sobre todo para los intercambios comerciales vinculados a las relaciones entre la poderosa familia de los Condes Guidi y Florencia.
Internacionalmente conocido por ser la cuna del grande genio del Renacimiento italiano Leonardo da Vinci, la vida en Vinci gira enteramente en torno a la ecléctica figura renacentista del artista: el pueblo mismo se ha convertido en una especie de museo difuso dedicado al genio, con el Museo de Leonardo y la Biblioteca, punto de referencia para estudiosos de todo el mundo.
Además, siguiendo la Vía Verde, un sendero naturalístico apto para toda la familia, podrás llegar a la Casa Natal de Leonardosiguiendo las señales de madera hasta Anchiano, donde nació el artista, científico, arquitecto e ingeniero el 15 de abril de 1452.
A pocos kilómetros de Arezzo, en Valtiberina toscana, el pequeño pueblo de Anghiari fue escenario de la famosa batalla, en la cual, el 29 de junio de 1440, las tropas florentinas derrotaron a aquellas milanesas, permitiendo a Florencia asumir el gobierno de la ciudad.
Hoy en día, Anghiari se cuenta entre los Pueblos más Bellos de Italia y se desarrolla a lo largo de la empinada y característica "ruga" que lo atraviesa completamente, volviéndolo realmente único.
Quienes deseen adentrarse en los bosques y las montañas de este rincón de Toscana pueden seguir el Camino de Francisco por la directriz que une La Verna con Anghiari: un tramo de más de 60 kilómetros que atraviesa Sansepolcro, la Ermita de Montecasale, la Reserva Natural del Alpe de la Luna y la cumbre del Monte Calvano. Todas las etapas están totalmente rodeadas de vegetación y requieren cierto esfuerzo por parte de los excursionistas.
Entre dos gargantas, Sovana conserva las majestuosas ruinas del Fuerte de los Aldobrandeschi, el Palacio Pretoriano, la Logia del Capitán y la milenaria Catedral.
Sovana también forma parte de la prestigiosa lista de los Pueblos más Bonitos de Italia y guarda un verdadero tesoro: el área monumental del Parque Arqueológico Ciudad de la Tufa.
Para los que deseen sumergirse en la historia, entre Sovana y Sorano, están las Vie Cave, grandes calles excavadas dentro de las colinas de toba por los Etruscos.
Un espectáculo único cuya función real aún desconocemos; desde luego, recorrer estos senderos tortuosos, excavados en la sorprendentemente intacta roca tobácea, sigue siendo una experiencia sobrecogedora.
No te pierdas la Via Cava de San Sebastián, con sus murallas de más de veinte metros de altura, y el Cavone.
Célebre por el alabastro, Volterra, es un pueblo construido sobre una colina: con su doble recinto amurallado, el etrusco y aquel del Siglo XIII, es una ciudad de aspecto medieval donde aún es posible vivir la atmósfera del pasado.
Las antiguas puertas, la acrópolis etrusca, el teatro romano y los palacios medievales con sus torres almenadas son sólo algunos de los atractivos de la ciudad: alrededor, el paisaje de Valdicecina, fascinante y salvaje, caracterizado por una naturaleza agreste pero fértil.
Para los amantes del senderismo, desde Volterra se puede recorrer la Reserva Natural Regional de Montenero, una isla verde enclavada dentro de las zonas agrícolas de las colinas circundantes.
El paisaje es muy sugestivo y ofrece hermosas cascadas y bosques donde se pueden encontrar numerosas especies de pequeñas aves.
El recorrido, que desde Volterra llega hasta Ulignano, es de unos 9 kilómetros y, debido también al gran desnivel, es bastante exigente.
Campiglia Marittima es uno de los pueblos más fascinantes de Val di Cornia: encaramado en una colina con vistas a la Costa Etrusca ofrece unas vistas sensacionales del Archipiélago Toscano y la campiña circundante.
En la colina más alta de Campiglia se alza el Fuerte, que incluye el edificio del alcázar, la antigua cisterna, la imponente muralla almenada y el acueducto de los años Treinta.
Para quienes deseen aventurarse en itinerarios más exigentes, el Parque Arqueológico Minero de San Silvestro es la solución ideal. A pocos kilómetros del pueblo y con una extensión de 450 hectáreas, incluye museos, galerías mineras, recorridos arqueológicos mineros y el Fuerte de San Silvestro, el antiguo poblado minero fundado en la Edad Media para explotar los yacimientos de cobre, plomo y plata.
Entre el Apenino Toscano-Emiliano y los Alpes Apuanos, Barga es un pueblo medieval rico en tradiciones ancestrales, catalogado entre los Pueblos más Bellos de Italia.
Barga está dominada por el Castillo protegido por un recinto amurallado y accesible a través de tres puertas.
Paseando entre callejuelas irregulares y pequeñas plazas, se descubre una ciudad animada y pintoresca que alberga obras de arte y tradiciones artísticas. No hay que perderse la visita a la Catedral de San Cristóbal y, durante el verano, uno de los numerosos eventos del renombrado Barga Jazz Festival.
Barga es también una de las paradas de la Vía del Rostro Santo, un camino que comienza en Pontremoli - sede de las famosas Estatuas Estelas - y atraviesa Toscana a lo largo de unos 150 kilómetros, tocando Lunigiana, Garfagnana y el Valle Medio del Serchio.
La longitud de la etapa que desde Castelnuovo Garfagnana llega a Barga es de unos 150 km, que pasan a través de un paisaje rural realmente fascinante. Además, en los alrededores de Barga, los signos de la lucha partisana -que tuvo lugar en la Segunda Guerra Mundial- son reconocibles a través de los restos de trincheras y lápidas.
Uzzano es una de las joyas medievales de Valdinievole, también amada por el Maestro Puccini, que compuso aquí mismo el tercer y cuarto acto de Bohème.
El Castillo es sin duda uno de los principales atractivos del pueblo, junto con el centro histórico medieval encaramado en la colina: desde aquí la vista sobre el valle es realmente espectacular.
De aquí se llega al Camino de San Jacobo un recorrido desde Florencia hasta Livorno que atraviesa varias ciudades y pueblos ricos en historia y encanto: la etapa que pasa por Uzzano, conecta Pistoia a Pescia y goza de vistas únicas y una naturaleza espléndida; es fácil de recorrer a pie y tiene unos 25 kilómetros delongitud.
Gracias a su ubicación privilegiada y a su historia antigua, Fiesole no necesita presentación. Amado desde hace tiempo por escritores e intelectuales, el pueblo ofrece una vista incomparable de Florencia y un área arqueológica que atestigua su importante pasado.
Pasear por aquí es una experiencia realmente inolvidable, también gracias a los diversos miradores que existen; para los amantes del senderismo y la naturaleza, nada mejor que aventurarse por el Monte Ceceri, donde se encuentran las canteras de pietra serena desde almenos el Siglo XV: el Parque del Monte Ceceri ocupa una superficie total de 44 hectáreas e incluye lugares históricos como la Cantera Braschi y la Cantera Sarti, una grande cantera al aire libre, situada justo debajo de la plaza panorámica que lleva el nombre de Leonardo.
Reggello es uno de los lugares más conocidos por los florentinos por su ubicación: está situado en la montaña florentina, entre las laderas noroccidentales de Pratomagno y los bosques de Vallombrosa y por eso, en verano, es el destino ideal para quienes buscan refrescarse del calor de la ciudad. El pueblo es muy antiguo, aunque la estructura territorial actual es el aquella que le ha sido otorgada en el Siglo XIX. Desde aquí se puede partir hacia el Itinerario circular de los Gigantes, un recorrido apto para todos, y se inicia a lo largo de la carretera que desde Vallombrosa lleva hacia el Paso de Consuma. Se llama así porque alberga los árboles más altos de Italia, dos abetos americanos de más de 60 metros de altura.