Toscana accesible: ideas para cada estación del año

La primavera puede ser uno de los mejores momentos para decidirse a visitar la Toscana: aún no hace demasiado calor, los días se alargan y el número de turistas sigue siendo fácilmente manejable.
Un buen lugar para empezar es Pisa, que celebra el Año Nuevo Pisano el 25 de marzo.
Según el calendario pisano -utilizado hasta 1749-, el año comenzaba el 25 de marzo y aún hoy, en esta fecha, una procesión histórica atraviesa la ciudad. La celebración culmina con una ceremonia religiosa en la Catedral donde se proclama solemnemente el Año Nuevo. La Catedral se encuentra en la famosa Piazza dei Miracoli, un pintoresco lugar que alberga monumentos y museos, todos ellos totalmente accesibles, a excepción de la Torre Inclinada, que, con sus 251 escalones, no es accesible para personas con discapacidad. Todas las atracciones de la plaza pueden ser disfrutadas también por personas con discapacidad cognitiva, sordas, con problemas de audición, ciegas o con discapacidad visual.
Más información en el artículo sobre Museos Accesibles de Pisa.

El verano en Toscana es sinónimo de mar y playa: gracias a proyectos inclusivos e intervenciones para eliminar barreras arquitectónicas, como pasarelas peatonales dedicadas, accesos equipados en playas libres y sillas Job disponibles, el placer del mar se pone por fin al alcance de todos.
En Maremma, hay varias opciones: desde sombrillas, tumbonas y hamacas gratuitas para personas con discapacidad hasta mapas con recorridos accesibles en Grosseto. 
A lo largo de la Costa Etrusca, todos los establecimientos del Parque Sterpaia siguen el principio de plena inclusión. También Versilia ofrece diversas soluciones para personas con discapacidad motriz.

Y para quienes no quieran perderse la oportunidad de descubrir museos y actividades culturales, en Livorno hay museos accesibles, como el Museo de la Ciudad de Livorno y el Museo de Historia Natural del Mediterráneo, mientras que en Grosseto, los lugares culturales sin barreras incluyen, entre otros, el Museo de Arte Sacro de la Maremma y el Duomo.

El otoño en la Toscana es un encanto de colores y sugerencias con paisajes que se tiñen de tonos cálidos y acogedores. 
Las suaves temperaturas invitan a descubrir pueblos y ciudades, y los sabores de temporada -como las trufas y las castañas- revelan la Toscana en toda su autenticidad.
Para los que buscan algo realmente único, todos los años hasta el 16 de octubre se puede admirar el suelo descubierto de la Catedral de Siena. Se trata de una obra de arte única, una alfombra de mármol en la que trabajaron grandes artistas de Siena y más allá desde el siglo XIV hasta el XIX.
Vasari lo llamó el suelo "más grande y magnífico" que jamás había existido, y no es difícil entender por qué una vez que se entra: diseñado por maestros renacentistas, copiado por marmolistas y trabajado por canteros en el espléndido mármol local, es una experiencia inolvidable que sólo es posible durante unas pocas semanas al año. Pero no acaba aquí, Siena ofrece muchas opciones para personas con discapacidad gracias a recorridos dedicados en museos y lugares culturales.

En invierno, el encanto de las luces navideñas se extiende por todos los rincones de la Toscana e incluso Florencia brilla como nunca. 
Los juegos de luces y el video mapping transforman lugares emblemáticos como el Ponte Vecchio, Palazzo Vecchio, la fachada de la Basílica de Santa Maria Novella y el Palazzo Medici Riccardi en un encantador espectáculo de luz difusa.
El 8 de diciembre, la iluminación del majestuoso árbol de Navidad en la Piazza Duomo marca el inicio oficial de las fiestas, proporcionando un momento de pura emoción. 
Durante este periodo especial, los visitantes pueden dejarse encantar por la Navidad florentina y, al mismo tiempo, descubrir los numerosos museos accesibles que Florencia ofrece. 
Desde la Galería de los Uffizi hasta el maravilloso Complejo Monumental de Santa Croce, las propuestas son numerosas e interesantes.