Toscana salvaje: estos son los lugares más fascinantes para los amantes de la naturaleza

El Parque Nacional de los Bosques en Casentino, Monte Falterona y Campigna es una de las áreas forestales más incontaminadas de Europa, un verdadero oasis de naturaleza y silencio que se extiende entre Toscana y Emilia Romagna. 
El Parque se caracteriza por una gran riqueza y variedad de biodiversidad: de hecho, la gran extensión de los bosques -aquellos altos, los del matorral y la presencia de muchas plantas de tamaño considerable y de diferentes edades- son elementos que lo convierten en un territorio perfecto para la presencia y propagación de la fauna, tanto vertebrada como invertebrada.
Entre las especies presentes, las más fascinantes son los grandes mamíferos ungulados como el ciervo, el gamo, el corzo, el jabalí y el muflón.
El lobo, el mayor depredador del Parque, también está presente.
No faltan las aves y rapaces: en los escarpados acantilados de la vertiente romañola anidan el águila real, el búho real y el halcón peregrino.
En el parque se pueden realizar numerosas actividades: visitas guiadas con expertos, censo de ciervos (todos los años en septiembre), excursiones en bicicleta eléctrica y "aullidos de lobo", una técnica no invasiva para censar a los lobos, que consiste en aullidos pregrabados que inducen respuestas vocales de los animales, lo que permite determinar su presencia, su número mínimo y si se han reproducido a través de la posible respuesta de sus crías.

El Parque Nacional del Archipiélago Toscano abarca una extensión de mar de más de 600 kilómetros cuadrados entre Livorno y el promontorio del Argentario.
Según la leyenda, las siete islas que componen el Archipiélago Toscano eran las gemas del collar de Venus que cayeron al mar Tirreno. Hoy son un verdadero paraíso natural, protegido por el Ente del Parque, que protege y cuida su belleza virgen.
Las aguas del Archipiélago Toscano representan el mayor parque marino de Europa.
Los fondos marinos se caracterizan por una gran variedad de hábitats, y la gran diversidad biológica se debe también a los diferentes litorales y fondos marinos: desde las costas calcáreas de Giannutri, pasando por los acantilados de granito de Giglio y de Montecristo, hasta las rocas volcánicas de Capraia, pasando por las playas de Elba, un sinfín de especies vegetales y animales encuentran el fondo marino más adecuado donde vivir.

No hay que perderse el Santuario de Pelago para la Protección de los Mamíferos Marinos en el Mediterráneo: una vasta área internacional protegida -creada por un acuerdo entre Italia, el Principado de Mónaco y Francia- en la que es posible avistar y conocer a los mamíferos marinos más fascinantes, como delfines, ballenas e incluso cachalotes.
También es de gran interés el Santuario de las Mariposas, un camino muy especial de unos 2 kilómetros que pasa a lo largo del Monte Perone y que alberga unas 50 especies de mariposas, algunas de ellas muy peculiares y muy diferentes a las que se encuentran en las zonas vecinas.
Cada una de las siete islas del Archipiélago ofrece visitas guiadas, excursiones y submarinismo, casi todas ellas sólo posibles mediante reserva previa.

El Parque Nazional del Apenino Toscano-Emiliano, un área protegida que se extiende entre Emilia-Romaña y Toscana, es un verdadero jardín botánico natural, rico en biodiversidad y en increíbles panoramas, perfecto para los amantes de la montaña, el senderismo y todos los deportes de altura, tanto en verano como en invierno.
Lobos, águilas, ciervos y halcones son sólo algunos de los animales presentes en este parque salvaje y a veces áspero. De hecho, cada entorno, si se observa con atención, revela una gran riqueza de formas animales y vegetales, una maravillosa abundancia de especies que a menudo es invisible para quienes no se acercan a ella con paciencia y respeto, pero que puede ser apreciada plenamente por quienes son capaces de conectarse profundamente con la naturaleza.
Gracias a la gran variedad de paisajes presentes, son muchas las actividades que se pueden hacer: escalada, excursiones en bicicleta, paseos a caballo, marcha nórdica y recorridos acrobáticos por el bosque.
No te pierdas la "Lunata" que tiene lugar cada mes: un paseo nocturno a la luz de la luna para descubrir la naturaleza.

El Parque Regional de Maremma es un oasis verde en el corazón del sur de Toscana.
Los protagonistas del paisaje son los Montes de Uccellina, verde dorsal costera diseminada por románticos restos de antiguas torres de vigilancia y por una abadía antiquísima cisterciense.
El paisaje natural del Parque se caracteriza por una variedad de ecosistemas en los que un increíble número de especies vegetales y animales encuentran su hábitat ideal: las dunas, el matorral mediterráneo, los encinares y los pinares, hasta los humedales y las áreas de llanura albergan tres especies de ungulados salvajes como el jabalí, el corzo y el gamo, así como carnívoros de considerable valor de conservación como el lobo, el gato montés y la garduña.
Entre los mamíferos comunes se encuentran el zorro, el tejón, la marta, el puercoespín y la liebre europea, así como varias especies de micromamíferos.
Entre las aves rapaces se encuentran el halcón peregrino, el aguilucho lagunero y el águila culebrera, mientras que entre las rapaces nocturnas están el cárabo, la lechuza, el mochuelo y el autillo.
Es posible visitar el parque a pie acompañados de guías expertos, en bicicleta, en canoa, en carruaje al atardecer y también de noche para disfrutar de la magia de la naturaleza bajo el cielo estrellado.