Val d'Orcia en Toscana: qué puedes ver y hacer

Un sitio de Unesco dentro de otro  sitio de Unesco, ¡Pienza es Patrimonio de la Humanidad al cuadrado! Y también puede presumir de ser uno de los pueblos con Bandera Naranja, la marca de calidad del Touring Club.
Pienza era antaño un pequeño pueblo llamado Corsignano, lugar de nacimiento de Enea Silvio Piccolomini, futuro Papa Pío II, que quiso entonces transformar su humilde lugar natal en un tesoro urbano-arquitectónico, confiando la renovación total del pueblo al arquitecto Bernardo Rossellino y al humanista León Battisti Alberti: en cuatro años crearon la "ciudad ideal".

San Quirico d'Orcia es un encantador pueblo situado en el camino de la Vía Francígena, que marcó su destino y su topografía: de hecho, su centro está construido en torno a este centenario recorrido de peregrinación. No hay que perderse, justo fuera de las murallas de la ciudad, la Colegiata de Santos Quirico y Giulitta, un espléndido edificio románico y uno de los raros ejemplos de estilo lombardo en Toscana. San Quirico conserva también un sugestivo parque renacentista italiano, el Jardín Leonini.

Plaza Vecchietta está en el centro de Castiglione d'Orcia, otro encantador pueblo de la zona. El Edificio del Municipio y otras construcciones medievales dominan el intrigante corazón del pueblo. 
La Sala de Arte San Giovanni, es un pequeño museo que conserva pinturas de algunos de los máximos exponentes de la escuela sienesa de los Siglos XIV y XV: Simone Martini, Lorenzo di Pietro (que era aquel conocido como il Vecchietta) y Giovanni di Paolo. Sobre un espolón calcáreo se alza la impresionante Fortaleza de Tentennano.

Montalcino es un pueblo medieval con impresionantes panoramas a su alrededor, una joya de la historia y el arte, uno de los pueblos con Bandera Naranja y, por si fuera poco, la cuna del Brunello, uno de los vinos más famosos del mundo. El centro histórico está dominado por la imponente ciudadela y en la plaza principal, Plaza del Pueblo, destaca el Palacio de los Priores (el ayuntamiento) adornado con numerosos escudos. El Museo Cívico Diocesano de Arte Sacro alberga una de las colecciones más ricas de pintura y escultura en madera de la escuela sienesa. 

Otra pequeña ciudad con Bandera Naranja, Radicofani es una de las fortalezas más espectaculares de Toscana.
Su monumento más interesante es la Iglesia románica San Pietro, con una espléndida colección de terracotas de Della Robbia en su interior. En los Jardines del Maccione hay una estatua dedicada a Ghino di Tacco, un personaje recordado como el Robin Hood de Val d'Orcia que vivió en esta Fortaleza inexpugnable, hoy museo de hallazgos arqueológicos; desde la cima la vista se extiende por todo Val d'Orcia.

Estar frente a la Capilla de la Madonna de Vitaleta significa encontrarse cara a cara con una de las imágenes de postal más famosas de Toscana. A sólo un par de kilómetros de San Quirico, en un camino de tierra en medio de un mar de colinas, se alza esta pequeña capilla enmarcada por cipreses; probablemente fue construida a finales del Renacimiento y solía contener una estatua de la Virgen María de Andrea della Robbia (hoy en San Quirico).

Cerca de Montalcino se alza la Abadía de Sant'Antimo, una de las joyas románicas más bellas de Toscana, construida con piedra de travertino con alabastro. Los orígenes de esta iglesia están envueltos en la leyenda: se dice que fue fundada por Carlo Magno, quien, volviendo de Roma con sus seguidores por la Vía Francígena, se detuvo a descansar y escapar de la peste en el valle de Starcia y luego, para dar gracias, fundó la Abadía.

La fama de Bagno Vignoni, un pueblecito encantador a pocos kilómetros de San Quirico d'Orcia, se debe a una característica tan singular como fascinante: su plaza principal es una piscina de 49 metros de largo y 29 de ancho de agua termal caliente. Aunque ya no es posible zambullirse en esta piscina tan especial, el espectáculo del vapor que al atardecer se eleva y envuelve los edificios de piedra que rodean la plaza es inolvidable.

Además del mencionado Brunello di Montalcino, el primer vino italiano en obtener la etiqueta DOCG (1980), Val d'Orcia regala al mundo otros productos y sabores apreciados. 

El Pecorino de Pienza es una de las especialidades de la zona, que se combina con embutidos de Cinta para llevar a la mesa un plato típico toscano, acompañado de miel y mermeladas, y con una copa de vino tinto de Orcia DOC.

También es una tierra que huele a trufa y azafrán.