
El viaje por la Vía Francígena (antigua calzada de Canterbury a Roma) puede ser una aventura desafiante o una experiencia espiritual. Sin duda, es una oportunidad para descubrir bellos paisajes, ciudades y pueblos antiguos a un ritmo pausado.
Caminantes, peregrinos y peregrinos recorren la Francígena por diversos motivos: para reencontrarse con la naturaleza, para meditar sobre su vida, para practicar una actividad sana al aire libre, por razones religiosas, por un deseo de compartir, para poner en pausa la rutina.
Sea cual sea tu propósito, has de preparar tu viaje con suficiente antelación, planificar los desplazamientos, organizar adecuadamente tu mochila y conocer las reglas para viajar con seguridad.
Y este artículo puede ayudarte.
La Vía Francígena ofrece un itinerario que es el paradigma de la nueva forma de viajar despacio. Una ruta que enriquece en lo personal, una gran experiencia pero también una oferta cultural y medioambiental cualificada para un turismo consciente y respetuoso con los territorios y las poblaciones.
Una de las primeras cosas que se ha de hacer es elegir el periodo del viaje.
En primavera podrás ver hermosas floraciones, el clima es suave, perfecto para caminar. Es la época del año preferida por los viajeros, además del verano, más soleado. Los días se alargan, por lo que dispondrás de más horas de luz, pero al mismo tiempo es aconsejable salir temprano por la mañana y evitar las horas de más calor. El otoño es variable pero permite admirar paisajes de colores increíbles, mientras que el invierno, con el frío que trae consigo, se considera más desafiante.
Lo segundo que se debe decidir es cuántos días puedes dedicar a tu viaje. Aunque sólo dispongas de un día, no te preocupes, hay muchas etapas que se pueden cumplir en un día o también puedes partir una etapa.
No olvides consultar el tiempo varias veces al día y estar preparado para cambiar de planes si es necesario.
El tramo toscano de la Francígena tiene casi 400 km de longitud y atraviesa 38 municipios, desde Pontremoli hasta Radicofani, con más de 1.000 establecimientos de alojamiento y hospedaje a disposición de los viajeros.
Una vez decidido el periodo y la duración de tu viaje, planifica un itinerario que se adapte a tu objetivo, tus intereses y tu forma física: no olvides averiguar la distancia a recorrer, los desniveles de subida y bajada, y elegir los puntos de parada a lo largo del recorrido.
La Francígena es una excelente ocasión para visitar espléndidas ciudades como Lucca y Siena o pueblos encantadores como San Gimignano y San Miniato, por mencionar sólo los puntos de partida y de llegada generalmente preferidos. Si deseas incluirlos en tu itinerario, te sobrarán opciones para elegir.
Ponte en contacto con los establecimientos de alojamiento y hospedaje antes de iniciar el viaje, para asegurar la disponibilidad: en determinadas épocas del año, encontrar plaza a última hora puede resultar complicado.
A algunas etapas de la Francígena también se puede llegar en trenes regionales o en autobuses regulares. En tren, por ejemplo, se puede llegar y salir de Lucca y Altopascio. Para organizar tu viaje, te aconsejamos que utilices las herramientas que pone a tu disposición la Región Toscana.
Algunas etapas de la Francígena también son atravesadas por el Treno Natura, para viajar como antaño, en locomotoras de época. Saliendo de Siena, se llega a Buonconvento, desde donde se accede fácilmente a San Quirico d'Orcia y Bagno Vignoni.
La Vía Francígena Toscana es más corta que el Camino de Santiago, pero la ruta es más exigente, por lo que se recomienda una buena preparación física. De todos modos, si te decides por una etapa fácil, no hace falta prepararse con demasiada antelación. Lo importante es mejorar la resistencia física haciendo al menos dos o tres caminatas a la semana, aumentando gradualmente la distancia y variando de tipos de suelo. Entrena con el mismo calzado que piensas llevar durante la marcha y con una mochila cargada para acostumbrarte al peso.
Recuerda que una dieta sana antes y durante la marcha te ayudará a equilibrar bien los nutrientes y te proporcionará la energía que necesitas.
Una de tus mejores aliadas serán unas botas de trekking, cómodas y mejor si ya has caminado con ellas antes. La otra será una mochila cómoda y ligera.
Olvídate de cosas innecesarias y lleva en cambio ropa, también íntima, una navaja suiza, un botiquín de primeros auxilios, repelente de mosquitos y pomada para aliviar los pies, crema solar, linterna, un poncho para la lluvia... y la credencial del peregrino, una credencial que se rellena a lo largo del viaje timbrándola con los sellos de los puntos de llegada, a modo de recuerdo de esta experiencia.
Preparar una mochila ligera es importante, pero no sacrifiques las cosas importantes, como suficiente agua y unas cuantas barritas energéticas. El peso ideal ronda el 10% del peso corporal, pero también depende de la duración de nuestro viaje: cuanto más largo sea, menos debe pesar la mochila para no sobrecargar las articulaciones.
Una vez aligerada, la mochila debe llevarse correctamente, ajustada a la espalda y con el cinturón abrochado a la cintura para descargar parte del peso en las caderas.
A lo largo de la ruta verá señales con diferentes logotipos y símbolos, pero la Vía Francígena oficial tiene sus propias señales.
También encontrarás las placas de los servicios de rescate en montaña y cuevas, que si se da el caso agilizan las operaciones de rescate, especialmente en lugares aislados o poco poblados. Cada etiqueta muestra un código único que, cuando se comunica a los operadores de rescate en montaña y del 112, permite la localización inmediata.
Lleva contigo una guía impresa o descarga la ruta para no tener dudas sobre el recorrido, el cual en cualquier caso está bien señalizado.
También puedes utilizar la app GeoResQ para comunicar tu ubicación, trazar tu itinerario y pedir ayuda con sólo pulsar un botón.
Conocerás a gente nueva por el camino y será una experiencia inolvidable, pero si no quieres hacerlo solo, puedes pedirle a un amigo que te acompañe. También puedes optar por ir acompañado de un guía medioambiental, por ejemplo en una excursión organizada.
Consulta nuestra sección dedicada a los caminos por Toscana y nuestra página de preguntas más frecuentes sobre la Francígena toscana. Disfruta de esta aventura y ¡buen camino!