Una extraordinario herencia histórica y artística caracteriza el paisaje de Toscana, célebre por sus pueblos y ciudades de arte donde el hombre ha interpretado y rediseñado su realidad durante siglos. Esta aptitud para narrar el presente a través del arte nunca ha cesado, y es así como en las últimas décadas se han desarrollado nuevas formas de expresión que han contribuido a regenerar la identidad del territorio.
Quien visita hoy Toscana pueden descubrir parques y jardines artísticos, obras de arte que enmarcan el paisaje, bodegas innovadoras de autor, museos, festivales e importantes exposiciones de arte contemporáneo. Florencia acoge desde hace años grandes exposiciones en el panorámico Fuerte Belvedere, en las plazas y en el prestigioso Palacio Strozzi; en Prato está el Centro Pecci, sede de la Fundación para las Artes Contemporáneas en Toscana; Pistoia se dedica naturalmente a la relación entre arte y medio ambiente, como demuestra la Colección Gori en Celle y la difusión artística en la ciudad. En las colinas de Volterra se pueden admirar grandes obras de Mauro Staccioli, y entre Florencia y Siena, la presencia artística contemporánea está bien asentada, como demuestran la colección del Castillo de Ama en Gaiole in Chianti y las instalaciones del Parque de Esculturas de Chianti en Pievasciata. En Maremma y Amiata se encuentran algunos de los jardines más extraordinarios creados por artistas internacionales como Daniel Spoerri en Seggiano o Niki de Saint Phalle en Capalbio. Versilia es el centro productivo y propulsor de Pietrasanta, considerada una "pequeña Atenas" por su intensa presencia artística. Carrara, la histórica ciudad del mármol, es otro lugar de difusión y producción artística contemporánea, con obras destacadas en el Museo de las Artes de Carrara. Pisa conserva la obra pública más emblemática, el Tuttomondo de Keith Haring, mientras que Lajatico está estrechamente vinculada al proyecto del Teatro del Silencio, promovido por el tenor Andrea Bocelli.
En Toscana también hay varios ejemplos de arquitectura contemporánea, pero las obras más fascinantes se encuentran en las numerosas bodegas de autor diseminadas entre Chianti, Valdarno, Valdorcia y la costa, que, integradas en el contexto de las campiñas, representan una gran prueba de la sabiduría creativa de esta tierra.
Un patrimonio riquísimo que convierte al espectador en protagonista, que habla el lenguaje de nuestro tiempo y que nos vuelve parte activa del arte en proceso.