Desde Casole d'Elsa hacia Monteriggioni
Una excursión en anillo entre lugares de antiguas batallas, rincones de cuento y dulces paisajes imposibles de olvidar. El itinerario va de Casole d’Elsa a Monteriggioni, el puesto medieval de los sieneses en defensa de sus fronteras, tan imponente y sólido que mereció una mención en la famosa Divina Comedia de Dante.
Se pedalea con bastante facilidad a través de las colinas con tramos de camino de tierra. Estos son los lugares de la célebre batalla de Colle di Val d’Elsa entre sieneses y florentinos, la venganza güelfa contra los gibelinos tras la derrota de Montaperti.
El recorrido permite encontrarse con iglesias parroquiales y castillos de gran interés, y cruzar la antigua Vía Francígena en varios puntos: este camino de peregrinación une las ciudades de Canterbury y Roma desde el año 1000, y atraviesa la Toscana en toda su longitud, pasando por los paisajes de la Valdelsa Valdicecina.
No hay que pasar por alto el Parque Fluvial de Elsa, un rincón paradisíaco donde fluyen aguas turquesas, que se puede visitar en un paseo de unos 4 kilómetros. En el parque, cercano a los asentamientos urbanos y destino de muchos visitantes en busca de refresco, viven sin ser molestadas especies de aves y peces que han elegido el río Elsa, en el tramo que "cobra vida", como dicen los lugareños.
En detalle, el itinerario parte de Casole d'Elsa, un encantador pueblo encaramado en una colina, desde donde tomamos la carretera en dirección a la localidad de Il Merlo, para luego desviarnos y encontrarnos con Lucciana. Antes de llegar a Grazie, un pequeño barrio de Colle di Val d'Elsa, se puede admirar la Abadía de Santa Maria Assunta a Coneo, situada a lo largo de la Vía Francígena.
Desde la carretera que conduce a los pueblos de Boscona y Scarna se llega al Parque Fluvial de Elsa. El cruce con la Cassia se encuentra en Caduta. Desde aquí se llega al carril bici que lleva desde Castellina Scalo hasta la Colonna di Monteriggioni, conocido lugar de descanso a los pies del castillo, al que se accede desde la carretera municipal que conduce a la entrada del pueblo desde la centenaria Porta Fiorentina.
Con sus 14 torres dispuestas en círculo como una corona, Monteriggioni emana un encanto intemporal. Incluso a Dante Alighieri le impresionó, y en el Canto XXXI del Infierno compara con las torres a los terribles gigantes encastrados en círculo alrededor del pozo de Malebolge.
La segunda parte del recorrido también nos recibe con un nivel de dificultad bastante bajo. Volvemos a la Cassia y pedaleamos hasta llegar al complejo monumental de Abbadia a Isola, uno de los lugares de acogida de peregrinos más evocadores de la Vía Francígena, sede del MAM - Museo Arqueológico de Monteriggioni.
Pasado Castel Pietraio llegamos a Strove, un pequeño pueblo de origen lombardo. Desde aquí nos volvemos hacia el río Elsa y, una vez pasado éste, nos dirigimos hacia Mensanello, pedaleando por una solitaria y hermosa carretera asfaltada.
Las colinas circundantes actúan como telón de fondo y nos acompañan en nuestro viaje hasta enmarcar el pueblo de Casole d'Elsa, situado en lo alto de la colina, a la entrada de la SP27. Ascendemos suavemente hasta la llegada, listos para explorar el pueblo: diseminado de esculturas y obras de arte contemporáneo, Casole d'Elsa conserva su alma etrusca en las salas del Museo Cívico Arqueológico y de la Colegiata, una joya que no hay que perderse.