En bicicleta por las tierras fronterizas de Garfagnana

Partimos de la estación ferroviaria, donde las barras del cercano paso a nivel parecen marcar todavía la entrada obligada a las tierras de Fosciandora. De hecho, nos encontramos en la localidad de Ponte di Ceserana, la única vía de acceso al territorio municipal. Una vez superado el puente, la red de carreteras se divide en un entramado de calles comunales estrechas, sinuosas y poco transitadas que llegan a las pequeñas aldeas, hábilmente construidas en posición defensiva en las cimas de las colinas.

Pedaleamos a través de un paisaje inusual por Garfagnana, alternando entre el asfalto y cortos tramos de carretera de tierra, rodeados de terrazas plantadas con vides y olivos. En el primer pueblo que encontramos, Ceserana, el Fuerte de los Este ocupa la parte más alta de la ciudad, desarrollándose a lo largo de la cresta a sus pies, y alberga entre sus muros la Iglesia románica San Andrés, ya mencionada en la bula del Papa Alejandro III del 1168.

Lupinaia, ya en el territorio de Lucca, es el pueblo más alto que tocamos en el itinerario. Descendemos ahora en dirección a Fosciandora y, pasando cerca del campo de deportes, llegamos a Migliano, con su gran Santuario de la Madonna de Stella, desde donde llegamos en breve a Riana para tomar el hermoso camino de tierra que lleva a Ponte di Campia. Cruzamos el río Serchio y comenzamos a subir en dirección a los pueblos fortificados de Fiattone y Perpoli, en el territorio de Gallicano, situados en una posición dominante para controlar los accesos al valle. Cambiamos decididamente de vertiente, alcanzando el Paso de Monteperpoli y el pequeño pueblo agrícola de Monterotondo, desde donde, con un breve tramo de tierra, entramos en el centro de Castelnuovo, capital de la Provincia de los Este de Garfagnana. Un corto trayecto por la carretera del fondo del valle, que hay que afrontar con cuidado debido al intenso tráfico, nos lleva de vuelta al punto de partida.