En bicicleta por Prato y Bisenzio
Si te gusta andar en bicicleta sin un esfuerzo físico excesivo, Prato es el punto de partida ideal para realizar excursiones ocasionales y de breves por carriles bici-peatonales asfaltados o de tierra, para descubrir insólitas perspectivasde la ciudad y sus principales atracciones turísticas.
Si llegas con tu bicicleta, puedes dar un paseo en el centro y pedalear entre iglesias, palacios y torres medievales para llegar en pocos minutos a la Catedral, guardiana de los frescos de Filippo Lippi, con su sugestivo Púlpito de Donatello y las principales plazas de la ciudad. Dédicate tiempo para una breve parada enológica y gastronómica para deleitar tu paladar con dos especialidades imperdibles: los melocotones de Prato y los biscotes de almendra. Así el paseo será más enérgico y cuando llegarás frente al Castillo del Emperador, ¡quedarás fascinado por su imponencia! Luego se llega al Museo del Tejido y a la Plaza de San Marcos, donde la peculiar escultura de arte Forma cuadrada con un corte, de Henry Moore, te hará divertir con las más curiosas interpretaciones.
Bordeando las antiguas murallas por el carril bici peatonal, un bonito paseo por las orillas del río Bisenzio te llevará al final del itinerario, que se puede realizar en dos variantes diferentes (hacia el norte, hasta el puente sobre el río Buti, o hacia el sur, hasta el pueblo de Gonfienti), o puedes continuar por otros itinerarios a lo largo del río, en las colinas de los alrededores o hacia Val di Bisenzio.
El recorrido es totalmente plano y no presenta ninguna dificultad.
Si lo deseas, puedes dividirlo en dos, haciendo sólo la parte del centro (5 km) o el recorrido circular de las dos orillas del río Bisenzio, a lo largo de los carriles bici de Coppi y Bartali.