Itinerario ciclista en la Reserva Natural de Berignone y Tatti
En este recorrido circular descubriremos Val di Cecina, inmersos en una vegetación donde el matorral mediterráneo se alterna con las encinas y un raro bosque de robles.
Partimos del pueblo medieval de Mazzolla, cuyos orígenes se remontan al Siglo XI, un verdadero balcón sobre los bosques y la campiña del territorio de Volterra.
El torrente Fosci marca el límite norte de la Reserva Natural de Berignone, y atravesándolo nos adentramos en el bosque recorriendo un camino de tierra: aquí podemos observar las huellas del antiguo sistema de explotación agrícola del Siglo XIX, marcadas por los pastos y las tierras cultivadas, ahora sustituidas en gran medida por los pinares y cipreses, que caracterizan este tramo del recorrido.
Pasamos la finca Il Pino y llegamos a la finca Caprareccia, en una posición panorámica, rodeada de un olivar de valor excepcional por la disposición de piedras en los que se han cultivado los árboles.
Luego volvemos a subir las laderas boscosas,donde hay exuberantes encinas, hasta que, en la ladera del Monte Soldano, una fuente nos invita a entrar en un bosque; paso a paso, la vegetación cambia de aspecto. Cruzamos el límite de la reserva y nos adentramos en el bosque de Tatti, conocido en toda Europa por su rara población de robles, una especie de la familia de los robles que prospera en Europa central y que ha encontrado aquí unas condiciones óptimas.
Un sendero pasa por el corazón de Berignone hasta llegar a uno de los lugares simbólicos de la reserva, la Torraccia. De origen medieval, más conocido como Castillo de los Obispos, está situado en una posición panorámica entre el valle del torrente Sellate y el desfiladero de Botro a Rio. El tramo del sendero presenta, naturalmente, una mayor dificultad técnica.
El tramo del sendero, desde el bosque de Tatti hasta casi el Castillo de los Obispos, requiere una buena habilidad técnica.
Bordeando Sellate, descendemos finalmente por la antigua Vía Maremmana: el tramo se caracteriza por los humedales y las zonas abiertas, muy útiles para ungulados como el gamo, el jabalí y el corzo, y su gran depredador, el lobo. Salimos de la reserva subiendo hacia Mazzolla, acompañados por un paisaje rural de hileras de cipreses, árboles de campo, rebaños de pastores, setos y granjas.