Itinerario de Barbarroja: en los lugares de los Papas y Emperadores
Entre las colinas y la naturaleza de Val d'Orcia, Patrimonio de la Humanidad, vive el recuerdo de personajes ilustres que han hecho historia, como Federico Barbarossa y Enea Silvio Piccolomini, elegido Papa con el nombre de Pío II. Aquí el itinerario pasa por los lugares de sus aventuras, entre San Quirico d'Orcia, los bosques de Castiglione d'Orcia y Pienza, la "ciudad ideal".
El recorrido, todo por carreteras asfaltadas, se puede realizar en un solo día, o dividirse en etapas para disfrutar aún más del paisaje y la historia de Val d'Orcia, pedaleando "despacio".
Comenzamos en San Quirico d'Orcia, un pueblo que se encuentra a lo largo de la Vía Francígena y que siempre ha sido una parada en ella. En la ciudad se pueden admirar obras de arte y monumentos como la Colegiata de los Santos Quirico y Giuditta y los Horti Leonini, un admirable jardín del Siglo XVI. Fue en San Quirico d'Orcia donde Federico Barbarroja se reunió con los mensajeros enviados por el Papa Adriano IV para hacer los acuerdos para su coronación como emperador. Desde entonces, cada año Barbarroja vuelve a San Quirico d'Orcia en una característica evocación histórica que tiene lugar en junio.
Hacemos una primera parada en Bagno Vignoni, un lugar de termas embellecido por la singular y sugestiva plaza del agua, frecuentada antaño por personalidades como Santa Catalina de Siena y la familia Medici.
Después de volver a partir, llegamos a Rocca d'Orcia y Castiglione d'Orcia, pueblos de particular belleza enclavados entre biancanas y barrancos, formaciones erosivas típicas de las cretas de Val d'Orcia.
Desde Castiglione d'Orcia retomamos el itinerario y continuamos subiendo hacia Vivo d'Orcia, antigua sede de la Ermita Camaldulense de Vivo: llegamos así a una localidad inmersa en los bosques y conocida sobre todo por sus manantiales de agua pura, que brotan de la Montaña Amiata y han sido durante mucho tiempo una de las fuentes de agua más importantes de la zona.
El recorrido hasta Pienza es exigente, pero nos permite una parada regeneradora en Campiglia d'Orcia, cuya fortaleza nos anuncia que estamos cerca de la mitad del itinerario; en este tramo nos depara pendientes de hasta el 16% (como aquella que lleva al puerto de Poggio Seragio, en las laderas de Amiata), pero los panoramas compensan el esfuerzo.
Desde Campiglia d'Orcia, descendemos al valle recorriendo la hermosa carretera de Banditone y, tras pasar la Reserva Natural de Lucciolabella, podemos admirar el Roble Checche, el primer monumento verde de la historia de Italia. La leyenda dice que era un lugar donde se reunían las brujas en ocasión de los Sabbat, y la historia cuenta que durante la última guerra se convirtió en un buen escondite para las municiones de los partisanos.
Una vez pasado el grande roble monumental tomamos la subida que lleva hasta Pienza, la "ciudad ideal", a la que pronto llegamos. Nacida, como escribió Pascoli, "de un pensamiento de amor y de un sueño de belleza", Pienza es una joya arquitectónica urbana declarada Patrimonio mundial de la Humanidad: su particular conformación, inspirada en cánones de elegancia y equilibrio, se debe a la voluntad de Enea Silvio Piccolomini, o sea, del Papa Pío II.
Desde Pienza hasta San Quirico d'Orcia, el viaje es breve y sencillo en comparación con los tramos recorridos anteriormente: a lo largo de este último tramo nos acompaña constantemente el encanto de un paisaje único.