La Vía Francígena Toscana en bicicleta

Salimos de la Catedral de San Moderanno, en Berceto, para dirigirnos hacia el Paso de Cisa. Una vez que entramos en Toscana, dejamos la carretera principal para tomar una estrecha vía que desciende abruptamente hacia el Valle del Magra. Atravesamos el encantador centro histórico de Pontremoli y nos desplazamos a la derecha del río, en dirección a Villafranca, en Lunigiana. Luego empezamos a subir en dirección al característico pueblo de Lusuolo, y sucesivamente seguimos hacia Terrarossa. Aquí comienza el hermoso carril bici construido sobre el trazado del ferrocarril en desuso, que nos lleva hasta Aulla, donde finalizamos la etapa frente a la antigua Abadía de San Caprasio.

Comenzamos nuestro recorrido desde Aulla cruzando el puente sobre el arroyo Aulella, tomando la pequeña carretera que conduce al cementerio y continuando cuesta arriba por unos tres kilómetros hasta llegar al pueblo/castillo de Bibola. Desde una altitud de 300 m, iniciamos el descenso hacia el fondo del valle, pasando por el característico pueblo de Vecchietto. Intentamos conservar fuerzas porque, poco después de llegar al fondo del valle, nos espera la subida más exigente de toda la Ciclovía Francígena, con seis empinados kilómetros hasta Ponzanello. 

Desde aquí, llegamos a la cresta donde podemos ver el mar por primera vez. Continuamos hacia el antiguo pueblo de Fosdinovo, que merece la pena visitar haciendo una desviación. Después, bajamos rápidamente hasta Caniparola, cruzamos la frontera con Liguria y tomamos el carril para bicicletas del canal Lunense. Recorremos esta carretera por unos kilómetros y volvemos a Toscana para llegar a Avenza. Luego afrontamos la última subida del día por la Vía de la Uva, una hermosa carretera panorámica que nos llevará hasta Massa.

Abandonandola zona antigua de Massa, nos dirigimos hacia Montignoso e iniciamos la subida al Castillo de Aghinolfi. Tras descender a Ripa, llegamos a Pietrasanta, cuyo centro histórico merece sin duda una visita. El itinerario continúa hacia Camaiore, atravesamos el centro para afrontar el desafío de Monte Magno, donde se encuentra un monumento a Giorgio Gaber, el conocido cantautor que eligió vivir en esta zona.

Continuamos por el valle Freddana hasta Valpromaro, un característico "pueblo de carretera" que se desarrolló a lo largo de la Vía Francígena. Desde aquí, subimos hacia Piazzano y superamos la cresta que nos separa de la llanura de Lucca. En Ponte San Pietro, hay que tener cuidado porque el inicio del carril para bicicletas del Serchio no es muy evidente. Seguimos la orilla derecha del río hasta el grande puente colgante, cruzando el río para entrar en el corazón histórico de Lucca.

Nota: en Lucca, el centro histórico es una zona de tráfico restringido y las bicicletas son más numerosas que los coches; no obstante, el itinerario indicado en el trazado podría recorrer algunos tramos a contramano y, en cuyo caso, hay que ser prudentes y, si fuera necesario, continúen caminando con la bicicleta al lado.

Salimos del centro histórico de Lucca siguiendo un largo carril para bicicletas que nos lleva a las afueras de Capannori. Seguimos en dirección a Porcari y desde allí llegamos a Badia Pozzeveri, cuya rectoría ha sido convertida en un encantador albergue para los peregrinos.

Nos dirigimos hacia Altopascio, una ciudad históricamente vinculada a la Vía Francígena. Tras atravesar el centro histórico, abordamos un fascinante tramo entre los bosques, que nos regala la emoción de caminar por un antiguo pavimento de la Vía Francígena, para llegar finalmente al pueblo de Galleno. Seguimos por carreteras secundarias hasta el puente de los Medici en Ponte a Cappiano, y luego llegamos a Fucecchio. Nuestra pista bordea el centro histórico, pero recomendamos desviarse para explorarlo, aunque es necesario afrontar una breve subida. Cruzando el río Arno, llegamos a San Miniato Basso y, tras una corta subida, al encantador centro histórico de San Miniato Alto.

Partimos de San Miniato, atravesamos los panorámicos relieves de Val d'Elsa y por último, descendemos hasta el fondo del valle del río Egola, donde giramos a la izquierda en La Serra. Seguimos por el valle unos diez kilómetros, luego giramos a la izquierda y subimos las colinas que nos separan del valle de Elsa y de Castelfiorentino. 

Poco después del pueblo, comenzamos la larga subida hacia Gambassi Terme. Antes de llegar al centro histórico, sugerimos una parada en la Parroquia de Santa Maria a Chianni,  conocida como la parada de Sigerico y sede de un albergue excavado en la rectoría en su honor.

Luego, proseguimos con la subida por la cresta hasta llegar al cruce que tomamos, girando a la derecha para llegar a Montaione. Continuamos por un hermoso tramo caracterizado por subidas y bajadas a través de los bosques, donde también encontraremos el interesante Convento de San Vivaldo con su pequeña Jerusalén. Luego emprendemos un largo descenso hacia San Gimignano. Por el camino, nos deleitamos con una vista del magnífico panorama de la ciudad que se puede admirar a nuestra derecha. Al acercarnos al pueblo, ignoramos las señales que nos llevarían a la izquierda y optamos en cambio por la subida directa al centro histórico, que es imperdible.

La primera parte del itinerario se desarrolla entre encantadoras vistas de los viñedos de las colinas que rodean San Gimignano. Luego descendemos hacia Poggibonsi, donde entramos en el carril bici excavado en la antigua vía férrea, que nos lleva hasta Colle Val d'Elsa. El centro histórico de Colle val d'Elsa es muy interesante y recomendamos la corta subida para atravesarlo y luego descender por las curvas cerradas de Via del Cenerone.

Al salir del pueblo, prestamos atención al tráfico, que podría ser intenso, y luego llegamos a la tranquila carretera de Ponelle que sube hasta el pueblo de Scarna. Poco después del pueblo, comienza un espectacular tramo de tierra que nos lleva hasta Strove. Sucesivamente, se desciende hacia Abbadia a Isola, una parada de Sigerico, un encantador pueblo con Abadía y albergue anexo, punto de partida para llegar a una de las principales atracciones de la Vía Francígena: el Castillo de Monteriggioni. El desvío es una subida corta y empinada, pero merece la pena se recomienda hacerlo. El itinerario continúa con una agradable alternancia de subidas y bajadas hasta llegar a Siena, con la entrada al centro histórico por Porta Camollia y la conclusión de la etapa en la espléndida Plaza del Campo.

Para salir del centro histórico de Siena, cruzamos Porta Romana y tomamos Vía de Certosa. A lo largo de este primer tramo de carretera, admiraremos las espléndidas vistas del horizonte de Siena y del valle de Arbia. En la zona de Isola d'Arbia, nos enfrentamos a una parte del recorrido que es muy transitado. Después del pueblo, se ha realizado un tramo de unos 800 m de carril para bicicletas a la derecha de la carretera principal: hay que tener cuidado al entrar y al volver a la carretera.

Poco después, al llegar a Ponte a Tressa, giramos a la derecha y atravesamos un sugestivo tramo que nos acerca a Grancia di Cuna, un antiguo granero fortificado. Tras pasar por Monteroni d'Arbia, seguimos un encantador camino blanco hasta Ponte d'Arbia. Desde aquí, tomamos otro camino de tierra que nos lleva a las afueras de Buonconvento. Atravesamos el hermoso centro histórico y salimos del pueblo, prestando atención al tráfico por la carretera Cassia, y giramos a la derecha hacia Montalcino.

Poco después abordamos uno de los tramos más espectaculares de toda la Vía Francígena, siguiendo un camino blanco que conduce al Castillo Aghinolfi y de allí a Torrenieri, pedaleando a través de los viñedos del vino Brunello di Montalcino. El último tramo de la etapa nos lleva por la antigua Vía Cassia, actualmente con poco tráfico, cuesta arriba hasta el centro histórico de San Quirico d'Orcia.

Abandonamos el centro histórico de San Quirico y, siguiendo la carretera de tierra, llegamos inicialmente a Vignoni Alto (un pueblecito que te aconsejamos visitar) para descender rápidamente hacia Bagno Vignoni, uno de los escenarios más fascinantes de todo el recorrido de la Vía Francígena.

Aviso importante: la bajada hacia Bagno Vignoni es extremadamente empinado en un terreno sin asfaltar y resbaladizo en algunos tramos debido a la gravilla; por lo tanto, se requieren conocimientos avanzados de conducción en todoterreno. Si no eres un experto, se aconseja hacer el tramo a pie con la bicicleta al lado (exigente y agotador en cualquier caso) u optar por la Vía Cassia, a pesar del tráfico.

Después de una parada regeneradora en Bagno Vignoni, cruzamos Val d' Orcia en un tramo llano, en dirección al Castillo de Spedaletto, hasta llegar al inicio de la larga subida final que nos lleva primero a Contignano y luego al centro histórico de Radicofani, desde cuya fortaleza se disfruta de una vista espectacular de Val d'Orcia y Val di Paglia.

Al salir de Radicofani, se puede elegir entre dos recorridos: uno es seguir la antigua Vía Cassia, un sugestivo camino de tierra, decididamente más fascinante pero caracterizado por algunos tramos empinados y desafiantes, especialmente para quienes no tienen experiencia en conducción todoterreno; para los neófitos, la alternativa es la carretera asfaltada que desciende hacia la nueva Vía Cassia y continúa en dirección a Ponte a Rigo. Desde aquí, se sigue la carretera provincial que delimita la frontera entre Toscana y Lacio. Después de unos 4 km, se entra definitivamente en Lacio girando a la izquierda por un camino blanco que sigue las crestas del Val di Paglia y conduce a Proceno, un antiguo pueblo dominado por un antiguo castillo que se puede visitar. 

Sucesivamente, continúa en dirección a Acquapendente y desciende hacia San Lorenzo Nuovo, con vistas del Lago de Bolsena. Aquí dejamos la Vía Cassia para emprender el hermoso camino de tierra que, entre olivares y campos cultivados, nos lleva a Bolsena.