Desde el encantador Montefioralle hasta el relajante Volpaia: he aquí 6 pueblos de Chianti para visitar
Encantadoras extensiones de viñedos, que se alternan con olivares y bosques, entre los cuales asoman antiguos pueblos medievales: el paisaje de Chianti es uno de los más conocidos del mundo, pero nunca deja de encantar.
Una tierra donde el vínculo con la naturaleza es fuerte y donde todo se ha mantenido a la medida del hombre, empezando por los pequeños pueblos, como el encantador Montefioralle, el característico San Gusmè o el relajante Volpaia.
¿Estás preparado para dejar atrás el ajetreo de la vida cotidiana? Síguenos en este viaje para descubrir los 6 pueblos en Chianti que no debes perderte.
Comenzamos en Montefiridolfi, en el Municipio de San Casciano in Val di Pesa. Como muchos de los pueblos de Chianti, éste también creció en torno al antiguo castillo, que perteneció a los hijos de Ridolfo Buondelmonti, la familia que lo poseyó hasta el Siglo XVII.
El pueblo ha conservado su estructura original intacta, con la plaza principal pavimentada con baldosas de terracota y presidida por la casa-torre del Siglo XIV. Merece la pena visitar el antiguo castillo, que se levanta cerca del pueblo, y la Iglesia Santa Cristina.
Comenzamos en Montefiridolfi, en el Municipio de San Casciano in Val di Pesa. Como muchos de los pueblos de Chianti, éste también creció en torno al antiguo castillo, que perteneció a los hijos de Ridolfo Buondelmonti, la familia que lo poseyó hasta el Siglo XVII.
El pueblo ha conservado su estructura original intacta, con la plaza principal pavimentada con baldosas de terracota y presidida por la casa-torre del Siglo XIV. Merece la pena visitar el antiguo castillo, que se levanta cerca del pueblo, y la Iglesia Santa Cristina.
A pocos kilómetros hacia el sur, en el Municipio de Barberino Tavarnelle, llegamos a San Donato in Poggio, conocido desde el año 1000 por su Parroquia y su Castillo, que aún hoy se pueden visitar.
El pueblo está encerrado dentro de las murallas del Siglo XIII, sobre las que destaca la torre de vigilancia, el Torrino. Se puede acceder al centro histórico a través de las dos antiguas puertas: Porta Fiorentina (suroeste) y Porta Senese (noreste).
El corazón del pueblo es la Plaza Malaspina, dominada por el Palacio Malaspina, la Iglesia Santa María de la Nieve y el Palacio Pretoriano.
A pocos kilómetros hacia el sur, en el Municipio de Barberino Tavarnelle, llegamos a San Donato in Poggio, conocido desde el año 1000 por su Parroquia y su Castillo, que aún hoy se pueden visitar.
El pueblo está encerrado dentro de las murallas del Siglo XIII, sobre las que destaca la torre de vigilancia, el Torrino. Se puede acceder al centro histórico a través de las dos antiguas puertas: Porta Fiorentina (suroeste) y Porta Senese (noreste).
El corazón del pueblo es la Plaza Malaspina, dominada por el Palacio Malaspina, la Iglesia Santa María de la Nieve y el Palacio Pretoriano.
No muy lejos de Castellina in Chianti, llegamos a Fonterutoli , que se desarrolla en torno al pueblo del Siglo XV, construido sobre los restos del antiguo castillo.
El Fons Rutolae de los antiguos romanos, es uno de los lugares más importantes de la historia de Chianti: aquí se alojó brevemente Otón III, Emperador del Sacro Imperio Romano, con su corte en el año 998, disponiendo mediante escritura de las posesiones de la Iglesia de Arezzo en el Comité Sienés.
Además, en 1202 y 1208 se firmaron en la Iglesia San Miniato sendos tratados de paz que definieron la histórica asignaciàon de Chianti al territorio de la República Florentina. Según la tradición, a dos millas al norte del pueblo, en la Via Romea Sanese, en la localidad Croce Fiorentina, se reunieron los dos caballeros encargados de establecer los límites entre Florencia y Siena, y de poner fin a la guerra entre ambas ciudades. Por último, durante la última guerra mundial, el pueblo acogió a Giorgio La Pira, que preparó muchos de los textos que utilizó en la Asamblea Constituyente.
Fonterutoli mantiene hoy su aspecto medieval intacto, mientras que el Castillo, convertido en la villa de los Marqueses de Mazzei, es un renombrado alojamiento y restaurante, que organiza actividades al aire libre y experiencias enológicas.
No muy lejos de Castellina in Chianti, llegamos a Fonterutoli , que se desarrolla en torno al pueblo del Siglo XV, construido sobre los restos del antiguo castillo.
El Fons Rutolae de los antiguos romanos, es uno de los lugares más importantes de la historia de Chianti: aquí se alojó brevemente Otón III, Emperador del Sacro Imperio Romano, con su corte en el año 998, disponiendo mediante escritura de las posesiones de la Iglesia de Arezzo en el Comité Sienés.
Además, en 1202 y 1208 se firmaron en la Iglesia San Miniato sendos tratados de paz que definieron la histórica asignaciàon de Chianti al territorio de la República Florentina. Según la tradición, a dos millas al norte del pueblo, en la Via Romea Sanese, en la localidad Croce Fiorentina, se reunieron los dos caballeros encargados de establecer los límites entre Florencia y Siena, y de poner fin a la guerra entre ambas ciudades. Por último, durante la última guerra mundial, el pueblo acogió a Giorgio La Pira, que preparó muchos de los textos que utilizó en la Asamblea Constituyente.
Fonterutoli mantiene hoy su aspecto medieval intacto, mientras que el Castillo, convertido en la villa de los Marqueses de Mazzei, es un renombrado alojamiento y restaurante, que organiza actividades al aire libre y experiencias enológicas.
El pequeño pueblo fortificado de San Gusmè domina el valle que se asoma a Siena, en la parte más meridional de nuestro recorrido. No muy lejos de Castelnuovo Berardenga, su historia comenzó en el Siglo XIV: el nombre deriva probablemente de San Cosma, uno de los santos patronos, al que está dedicada la espléndida Iglesia de los Santos Cosma y Damián.
Hoy en día, parte de los poderosos muros de fortificaciónson todavía visibles, parcialmente incorporados a las casas, con las dos puertas de entrada y el característico campanario de Santísima Anunciada.
No abandone el pueblo antes de admirar la estatua de Luca Cava: representa a un hombre atento a sus necesidades físicas, y la inscripción "Rey, emperador, papa, filósofo, poeta, campesino y trabajador: el hombre en sus funciones cotidianas. No te rías, piensa en tí mismo". En la primera quincena de septiembre se celebra una fiesta local dedicada a Luca Cava.
El pequeño pueblo fortificado de San Gusmè domina el valle que se asoma a Siena, en la parte más meridional de nuestro recorrido. No muy lejos de Castelnuovo Berardenga, su historia comenzó en el Siglo XIV: el nombre deriva probablemente de San Cosma, uno de los santos patronos, al que está dedicada la espléndida Iglesia de los Santos Cosma y Damián.
Hoy en día, parte de los poderosos muros de fortificaciónson todavía visibles, parcialmente incorporados a las casas, con las dos puertas de entrada y el característico campanario de Santísima Anunciada.
No abandone el pueblo antes de admirar la estatua de Luca Cava: representa a un hombre atento a sus necesidades físicas, y la inscripción "Rey, emperador, papa, filósofo, poeta, campesino y trabajador: el hombre en sus funciones cotidianas. No te rías, piensa en tí mismo". En la primera quincena de septiembre se celebra una fiesta local dedicada a Luca Cava.
El tiempo parece haberse detenido en este pequeño pueblo fortificado del Municipio de Radda in Chianti.
Construida alrededor del antiguo castillo con su característica torre y rodeada de extensiones de viñedos, aquí se puede disfrutar de la tranquilidad de sus callejones, admirando la Iglesia San Lorenzo y la plaza con el pozo.
Y no olvides detenerte en una de las numerosas bodegas de la zona para conocer cómo se elabora el Chianti Classico y hacer una deliciosa degustación.
El tiempo parece haberse detenido en este pequeño pueblo fortificado del Municipio de Radda in Chianti.
Construida alrededor del antiguo castillo con su característica torre y rodeada de extensiones de viñedos, aquí se puede disfrutar de la tranquilidad de sus callejones, admirando la Iglesia San Lorenzo y la plaza con el pozo.
Y no olvides detenerte en una de las numerosas bodegas de la zona para conocer cómo se elabora el Chianti Classico y hacer una deliciosa degustación.
Considerato como uno de los pueblos más bonitos de Italia, a pocos kilómetros de Greve in Chianti, Montefioralle es una auténtica belleza, con sus estrechas callejuelas y sus casas de piedra con vistas a las colinas de Chianti.
Mientras paseas por la calle principal, diviértete mirando los escudos y las Armas de familia para encontrar la casa que perteneció al último miembro de los Vespucci, Americo Cesare, que murió en el 1875 y que está enterrado en el cementerio local.
Y no hay que olvidar las fiestas tradicionales, como aquella de las Buñuelos para San José y Los vinos del Castillo, un evento vinícola que atrae a los principales productores de Chianti Classico.
Considerato como uno de los pueblos más bonitos de Italia, a pocos kilómetros de Greve in Chianti, Montefioralle es una auténtica belleza, con sus estrechas callejuelas y sus casas de piedra con vistas a las colinas de Chianti.
Mientras paseas por la calle principal, diviértete mirando los escudos y las Armas de familia para encontrar la casa que perteneció al último miembro de los Vespucci, Americo Cesare, que murió en el 1875 y que está enterrado en el cementerio local.
Y no hay que olvidar las fiestas tradicionales, como aquella de las Buñuelos para San José y Los vinos del Castillo, un evento vinícola que atrae a los principales productores de Chianti Classico.