Cuatro días de caminata por la Vía Francígena en el sur de Toscana

Se inicia en San Gimignano, la famosa ciudad medieval de las torres. Desde aquí se camina a través de viñedos, donde se cultivan las uvas para el famoso vino Vernaccia. Este día es un día de valles ondulados, campesino y tranquilo. Mira hacia atrás de vez en cuando para ver cómo las torres desaparecen lentamente.

Hay un par de agroturismos en este itinerario donde puedes entrar a tomar una copa - pero, de todas formas, es mejor llevarse lo necesario para un picnic.

Poco antes de Monteriggioni, con su peculiar almena sobre ti, quédate en el albergue del peregrino en Abbadia Isola, al pie de la colina.

Consulta aquí todos los detalles de la etapa de San Gimignano a Monteriggioni.

Visita las murallas de Monteriggioni por la mañana temprano, disfrutando de la ciudad sólo para ti. Las murallas intactas son impresionantes, y el interior es bonito: hay un par de bares y la Iglesia Santa Maria Assunta en la plaza central. Luego, camina a través de un bosque sombreado para pasar el día mientras te diriges hacia Siena, un trayecto secreto y clandestino hacia la ciudad y una forma muy fresca de viajar.

Hay muchos lugares para alojarse en Siena, incluido un albergue de peregrinos en Casa de Balie. Pasa al menos un día en la ciudad, conociendo sus extraordinarias atmósferas. Por supuesto, no dejes de visitar la Catedral de Siena: si el exterior de mármol te impresiona, el interior te asombrará aún más, con sus gigantescos murales en el suelo y su techo nocturno estrellado. Además es donde recoges el sello de peregrino para tu credencial: los peregrinos que tienen una entrada gratuita a la Catedral.

Justo enfrente a la Catedral se encuentra Santa Maria della Scala, la antigua parada de peregrinos y hospital que actualmente es un centro de información. Es un lugar fascinante para conocer, donde ahora vende comida y café.

Ten en cuenta que si caminas a buen ritmo, podrías llegar a Siena para la carrera de caballos del Palio, que se celebra dos veces al año en julio y agosto. Te lo recomendaríamos porque es una experiencia increíble.

Desde aquí, puedes ir con el autobús local hasta San Quirico d'Orcia, una ciudad que es la entrada a la campaña toscana más encantadora.

Consulta aquí todos los detalles de la etapa Monteriggioni a Siena.

Después de haber tomado un café en San Quirico d'Orcia, baja hasta Bagno Vignoni, la ciudad balnearia romana. ¿Por qué no aprovechar el nuevo balneario termal aquí, y almorzar después junto a la antigua piscina que aún se encuentra en el centro del pueblo?

Luego, sube caminando hasta Castiglione d'Orcia, un pequeño pueblo con una torre del siglo XIII, Rocca di Tentennano.

Por el momento no hay estancias de peregrinos en Castiglione, así que elije entre la pequeña selección de B&Bs de la ciudad.

Levántate al amanecer para disfrutar de la más bella de las vistas: Val d'Orcia a primera hora de la mañana. Este valle es quizás el más pintoresco de toda Toscana, y pasarás el día vagando a través de él. Paisajes armoniosos, granjas doradas y sí, los famosos cipreses. Empezar temprano también es una buena idea para evitar el calor, ya que estás muy expuesto y no hay lugares donde poder parar.

El día termina con una subida hasta Radicofani, el último pueblo de Toscana en la cima de la colina, y donde termina nuestro paseo por la Vía Francígena en el sur de Toscana.

Para salir, bajar de Radicofani hasta la carretera principal, donde hay un puente que cruza un río y llega al Lacio, donde continúa la Vía Francígena. Detiénete y entra en el bar en el lado toscano para tomar un café por la mañana y espera el autobús hacia Acquapendente (la siguiente ciudad más grande), o llama a un taxi para ir hacia la dirección que elijas.

Consulta aquí todos los detalles de la etapa desde San Quirico d'Orcia hasta Radicofani.