Carreteras panorámicas entre playas y pueblos con vistas al Mar Tirreno
Toscana se asoma al mar Tirreno por cientos de kilómetros, y con este itinerario te proponemos un viaje para descubrir los lugares más bellos que se encuentran a lo largo de la costa. Una agradable recorrido para realizar tanto en verano como fuera de temporada, en compañía de: cultura, gastronomía, paisajes y las inevitables bellas carreteras.
Ajusta tu GPS: Castiglione della Pescaia, Piombino, Populonia, Campiglia Marittima, Suvereto, Castagneto Carducci, Donoratico, Bolgheri, Montescudaio, Riparbella, Pomaia, Castiglioncello, Ardenza, Livorno (Fortezza Vecchia), Marina di Pisa, Pisa (Plaza de los Milagros), Via Aurelia/SS1, Quiesa, Viareggio, Marina di Carrara.
Partimos de Castiglione della Pescaia, con vistas a la costa desde lo alto del Castillo Aragonés. El pueblo costero es un destino popular por sus playas de arena fina y su animado centro histórico. Una vez en la carretera, por sugestivas calas rocosas, seguimos la señalización Rocchette. Atravesando el pinar por la SS322 nos dirigimos hacia Follonica. Si te gusta el golf , sigue la bifurcación a la izquierda hacia Punta Ala.
Nuestro destino es ahora Piombino, bordeando las antiguas salinas con las ruinas de la Torre de la Sal. Detrás del puerto de embarque hacia las islas del Archipiélago Toscano se esconde una agradable sorpresa: visitar la Plaza Bovio y su castillo. La antigua ciudad etrusca de Populonia ofrece la posibilidad de hacer una visita cultural: destacan la Fortaleza y la Necrópolis. También puedes ir al cercano Golfo de Baratti.
Con un salto inicial al interior, se visitan dos hermosos pueblos en secuencia: Campiglia Marittima y Suvereto. Luego es la carretera la que nos regala una sonrisa a través de un sendero que nos lleva de vuelta a la costa, a Donoratico, pasando por Castagneto Carducci: lugar de nacimiento de Giosuè Carducci, nuestra pluma poética local. El corto regreso por la carretera Aurelia permite disfrutar del esplendor de la avenida de cipreses de Bolgheri y su castillo.
Partimos de Castiglione della Pescaia, con vistas a la costa desde lo alto del Castillo Aragonés. El pueblo costero es un destino popular por sus playas de arena fina y su animado centro histórico. Una vez en la carretera, por sugestivas calas rocosas, seguimos la señalización Rocchette. Atravesando el pinar por la SS322 nos dirigimos hacia Follonica. Si te gusta el golf , sigue la bifurcación a la izquierda hacia Punta Ala.
Nuestro destino es ahora Piombino, bordeando las antiguas salinas con las ruinas de la Torre de la Sal. Detrás del puerto de embarque hacia las islas del Archipiélago Toscano se esconde una agradable sorpresa: visitar la Plaza Bovio y su castillo. La antigua ciudad etrusca de Populonia ofrece la posibilidad de hacer una visita cultural: destacan la Fortaleza y la Necrópolis. También puedes ir al cercano Golfo de Baratti.
Con un salto inicial al interior, se visitan dos hermosos pueblos en secuencia: Campiglia Marittima y Suvereto. Luego es la carretera la que nos regala una sonrisa a través de un sendero que nos lleva de vuelta a la costa, a Donoratico, pasando por Castagneto Carducci: lugar de nacimiento de Giosuè Carducci, nuestra pluma poética local. El corto regreso por la carretera Aurelia permite disfrutar del esplendor de la avenida de cipreses de Bolgheri y su castillo.
Partimos de Castiglione della Pescaia, con vistas a la costa desde lo alto del Castillo Aragonés. El pueblo costero es un destino popular por sus playas de arena fina y su animado centro histórico. Una vez en la carretera, por sugestivas calas rocosas, seguimos la señalización Rocchette. Atravesando el pinar por la SS322 nos dirigimos hacia Follonica. Si te gusta el golf , sigue la bifurcación a la izquierda hacia Punta Ala.
Nuestro destino es ahora Piombino, bordeando las antiguas salinas con las ruinas de la Torre de la Sal. Detrás del puerto de embarque hacia las islas del Archipiélago Toscano se esconde una agradable sorpresa: visitar la Plaza Bovio y su castillo. La antigua ciudad etrusca de Populonia ofrece la posibilidad de hacer una visita cultural: destacan la Fortaleza y la Necrópolis. También puedes ir al cercano Golfo de Baratti.
Con un salto inicial al interior, se visitan dos hermosos pueblos en secuencia: Campiglia Marittima y Suvereto. Luego es la carretera la que nos regala una sonrisa a través de un sendero que nos lleva de vuelta a la costa, a Donoratico, pasando por Castagneto Carducci: lugar de nacimiento de Giosuè Carducci, nuestra pluma poética local. El corto regreso por la carretera Aurelia permite disfrutar del esplendor de la avenida de cipreses de Bolgheri y su castillo.
Se recorre de nuevo la cresta, frenando en Montescudaio: en los días despejados, se pueden ver Capraia, Gorgona y la Isla de Elba desde la Plaza de la Iglesia. Proseguimos con las curvas, continuamos en dirección a Riparbella , llegando a Castellina Marittima y Pomaia, esta última famosa por su feria de la vaina y un monasterio budista tibetano.
Se recorre de nuevo la cresta, frenando en Montescudaio: en los días despejados, se pueden ver Capraia, Gorgona y la Isla de Elba desde la Plaza de la Iglesia. Proseguimos con las curvas, continuamos en dirección a Riparbella , llegando a Castellina Marittima y Pomaia, esta última famosa por su feria de la vaina y un monasterio budista tibetano.
Se recorre de nuevo la cresta, frenando en Montescudaio: en los días despejados, se pueden ver Capraia, Gorgona y la Isla de Elba desde la Plaza de la Iglesia. Proseguimos con las curvas, continuamos en dirección a Riparbella , llegando a Castellina Marittima y Pomaia, esta última famosa por su feria de la vaina y un monasterio budista tibetano.
Otro descenso hacia el mar, donde Castiglioncello y sus ciclistas nos esperan en la plaza el fin de semana. Lo importante ahora es mantener la ruta por la antigua Aurelia, evitando entrar en la autopista. La carretera costera ofrece unas vistas marítimas hermosas que se realzan a las puertas de Livorno. Después de pasar Quercianella, ten cuidado con el cruce a la derecha hacia el Santuario de Montenero: los desvíos panorámicos siguen la ruta de una histórica carrera cuesta arriba.
Otro descenso hacia el mar, donde Castiglioncello y sus ciclistas nos esperan en la plaza el fin de semana. Lo importante ahora es mantener la ruta por la antigua Aurelia, evitando entrar en la autopista. La carretera costera ofrece unas vistas marítimas hermosas que se realzan a las puertas de Livorno. Después de pasar Quercianella, ten cuidado con el cruce a la derecha hacia el Santuario de Montenero: los desvíos panorámicos siguen la ruta de una histórica carrera cuesta arriba.
Otro descenso hacia el mar, donde Castiglioncello y sus ciclistas nos esperan en la plaza el fin de semana. Lo importante ahora es mantener la ruta por la antigua Aurelia, evitando entrar en la autopista. La carretera costera ofrece unas vistas marítimas hermosas que se realzan a las puertas de Livorno. Después de pasar Quercianella, ten cuidado con el cruce a la derecha hacia el Santuario de Montenero: los desvíos panorámicos siguen la ruta de una histórica carrera cuesta arriba.
Terrazza Mascagni, Fortaleza Vecchia, quartiere Venezia: la ciudad de Livorno que vale la pena visitar. Toma nota: un acontecimiento que no debes perderte es Effetto Venezia. Desde Livorno hasta Pisa, el paso es corto: bordeando el Parque Natural de Migliarino, San Rossore y Massaciuccoli, se llega fácilmente a la Plaza de los Milagros, donde podrás sacarte una foto de recuerdo con la Torre Inclinada y el Duomo de fondo. Se puede llegar al Lago de Massaciuccoli desde Migliarino, para luego subir hasta Quiesa y disfrutar de un par de divertidas curvas que llegan hasta Viareggio: la ciudad de Burlamacco, ¡la máscara oficial del glorioso Carnaval toscano! El final es una caminata por el paseo marítimo con la elegante Forte dei Marmi y la intelectual Pietrasanta. Marina di Carrara cierra el itinerario.
Terrazza Mascagni, Fortaleza Vecchia, quartiere Venezia: la ciudad de Livorno que vale la pena visitar. Toma nota: un acontecimiento que no debes perderte es Effetto Venezia. Desde Livorno hasta Pisa, el paso es corto: bordeando el Parque Natural de Migliarino, San Rossore y Massaciuccoli, se llega fácilmente a la Plaza de los Milagros, donde podrás sacarte una foto de recuerdo con la Torre Inclinada y el Duomo de fondo. Se puede llegar al Lago de Massaciuccoli desde Migliarino, para luego subir hasta Quiesa y disfrutar de un par de divertidas curvas que llegan hasta Viareggio: la ciudad de Burlamacco, ¡la máscara oficial del glorioso Carnaval toscano! El final es una caminata por el paseo marítimo con la elegante Forte dei Marmi y la intelectual Pietrasanta. Marina di Carrara cierra el itinerario.