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Itinerarios
Fin de semana en la casa de los Medici: desde Cerreto Guidi hasta Montelupo Fiorentino

Un fin de semana para descubrir los lugares de los Medici en Montalbano, entre la naturaleza y la historia

Hay una tierra en el corazón de Toscana que presume de un importante vínculo con la antigua familia Medici: se trata de Montalbano, entre Florencia y Pistoia. Es una tierra caracterizada por una naturaleza exuberante, entre viñedos y olivares, que inspiró el arte de Leonardo da Vinci y donde, desde la época del Gran Duque Cosimo I, la familia Medici construyó villas y creó reservas de caza: los distintos miembros de la célebre familia florentina, de hecho, se refugiaban en estos lugares para pasar sus vacaciones lejos del bullicio de la vida urbana.

Si buscas paz y tranquilidad, regálate un fin de semana en la Casa de los Medici, entre la historia y la naturaleza, lejos del ajetreo cotidiano.

1.

Nuestro fin de semana en la casa de los Medici comienza en el pueblo de Cerreto Guidi, donde se encuentra la espléndida Villa de los Medici: construida a instancias de Cosimo I en el 1556, la villa es hoy patrimonio de UNESCO. La majestuosa escalera, que conduce a la entrada, ofrece una espléndida vista del valle circundante. En el interior de la Villa está ahora el Museo Histórico de la Caza y del Territorio, que relata el profundo vínculo entre los Medici y esta tierra, a través de los numerosos retratos expuestos y la importante colección de armas de caza.

No muy lejos del centro histórico de Cerreto Guidi se encuentra la Finca de los Medici de Stabbia. Construida por Cosimo I a mediados del Siglo XVI, la villa era el centro administrativo de las propiedades de los Medici. Actualmente la Finca es una residencia privada, pero todavía se puede admirar desde el exterior a lo largo de la carretera que conduce hacia la Palude de Fucecchio, el área húmeda más grande de Italia.

Recuperado por orden de Cosimo I, que hizo construir los canales y la esclusa de Ponte Cappiano para regular las aguas, la palude era la reserva de caza de los Medici: hoy alberga un importante y precioso patrimonio de flora y fauna, en particular innumerables especies de aves. Gracias a los senderos presentes es posible visitar toda el área, a pie o en bicicleta, mientras que las cabañas se pueden utilizar para la observación de aves. El Centro de Documentación de la Palude de Fucecchio es el corazón de la zona: aquí se puede visitar el pequeño museo interno y reservar visitas guiadas.

Nuestro fin de semana en la casa de los Medici comienza en el pueblo de Cerreto Guidi, donde se encuentra la espléndida Villa de los Medici: construida a instancias de Cosimo I en el 1556, la villa es hoy patrimonio de UNESCO. La majestuosa escalera, que conduce a la entrada, ofrece una espléndida vista del valle circundante. En el interior de la Villa está ahora el Museo Histórico de la Caza y del Territorio, que relata el profundo vínculo entre los Medici y esta tierra, a través de los numerosos retratos expuestos y la importante colección de armas de caza.

No muy lejos del centro histórico de Cerreto Guidi se encuentra la Finca de los Medici de Stabbia. Construida por Cosimo I a mediados del Siglo XVI, la villa era el centro administrativo de las propiedades de los Medici. Actualmente la Finca es una residencia privada, pero todavía se puede admirar desde el exterior a lo largo de la carretera que conduce hacia la Palude de Fucecchio, el área húmeda más grande de Italia.

Recuperado por orden de Cosimo I, que hizo construir los canales y la esclusa de Ponte Cappiano para regular las aguas, la palude era la reserva de caza de los Medici: hoy alberga un importante y precioso patrimonio de flora y fauna, en particular innumerables especies de aves. Gracias a los senderos presentes es posible visitar toda el área, a pie o en bicicleta, mientras que las cabañas se pueden utilizar para la observación de aves. El Centro de Documentación de la Palude de Fucecchio es el corazón de la zona: aquí se puede visitar el pequeño museo interno y reservar visitas guiadas.

2.

La excursión en la naturaleza del Barco Reale Mediceo abre el segundo día de nuestro fin de semana. Esta vasta extensión de bosques, situada alrededor de la Villa de los Medici de Artimino, fue otra importante reserva de caza de los Medici, creada por Ferdinando II en el Siglo XVII. Aquí puedes adentrarte por los senderos, admirando la naturaleza y los restos del perímetro de las murallas de los Medici que rodeaban la zona. También merece la pena ver la pintoresca Puerta Monumental de Poggio alla Malva, en el Municipio de Capraia y Limite, que daba acceso al Barchetto Pineta, una zona especial de caza dentro de la finca.

Del Barco Mediceo nos trasladamos hasta Montelupo Fiorentino, conocido en todo el mundo por ser la patria de la cerámica artística, desde la época de Lorenzo de los Medici. No dejes de visitar el Museo de la Cerámica, donde se cuenta la ilustre historia de este noble arte.

Caminando a lo largo del río Arno, llegamos a otra villa de los Medici: la Villa Ambrogiana. Reformada por Ferdinando de los Medici, hijo de Cosimo I, a finales del Siglo XVI, la villa es una de las más monumentales y se convirtió en la favorita de Cosimo III en el Siglo XVIII. Visitable sólo en ocasiones especiales, la Villa aún puede ser admirada desde el exterior, paseando por el Parque Ambrogiana.

La excursión en la naturaleza del Barco Reale Mediceo abre el segundo día de nuestro fin de semana. Esta vasta extensión de bosques, situada alrededor de la Villa de los Medici de Artimino, fue otra importante reserva de caza de los Medici, creada por Ferdinando II en el Siglo XVII. Aquí puedes adentrarte por los senderos, admirando la naturaleza y los restos del perímetro de las murallas de los Medici que rodeaban la zona. También merece la pena ver la pintoresca Puerta Monumental de Poggio alla Malva, en el Municipio de Capraia y Limite, que daba acceso al Barchetto Pineta, una zona especial de caza dentro de la finca.

Del Barco Mediceo nos trasladamos hasta Montelupo Fiorentino, conocido en todo el mundo por ser la patria de la cerámica artística, desde la época de Lorenzo de los Medici. No dejes de visitar el Museo de la Cerámica, donde se cuenta la ilustre historia de este noble arte.

Caminando a lo largo del río Arno, llegamos a otra villa de los Medici: la Villa Ambrogiana. Reformada por Ferdinando de los Medici, hijo de Cosimo I, a finales del Siglo XVI, la villa es una de las más monumentales y se convirtió en la favorita de Cosimo III en el Siglo XVIII. Visitable sólo en ocasiones especiales, la Villa aún puede ser admirada desde el exterior, paseando por el Parque Ambrogiana.

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