Un viaje por la arqueología industrial y los paisajes naturales del valle de Crevole
Descubre la historia y la naturaleza a lo largo del antiguo recorrido minero de Murlo, un itinerario único que recorre el trazado del camino de hierro que conectaba las minas con la estación de La Befa y luego con la estación de Monte Antico a lo largo de la Strade Ferrate Romane.
Situado en el sugestivo valle de Crevole, este recorrido combina arqueología industrial y belleza natural, ofreciendo una inmersión en las tradiciones locales y la historia minera de la Toscana. A través de puentes, antiguos molinos y paisajes geológicos, los visitantes pueden revivir un capítulo menos conocido de la historia toscana y apreciar el paisaje modelado por la intervención humana.
El itinerario comienza en el pueblo minero de Miniere di Murlo, una zona del municipio de Murlo, en el valle de Crevole. Desde el aparcamiento del Castillo de Murlo, seguir la carretera Strada Comunale della Miniera hasta llegar al pueblo, que nació al mismo tiempo que la actividad minera. Aquí aún se pueden ver las dependencias de los trabajadores y los almacenes de mantenimiento de los equipos. Este pueblo minero, equipado en un tiempo con una central termoeléctrica, es un ejemplo perfecto de asentamiento industrial construido para satisfacer las necesidades de la población local y la actividad extractiva.
Continuando por el sendero, se atraviesa el valle de Crevole, un paisaje natural donde el arroyo del mismo nombre alimentaba antaño numerosos molinos, que se utilizaban para moler trigo e incluso cemento en el pueblo minero. Este valle no sólo es importante por su historia industrial, sino también por sus peculiaridades naturales. De hecho, se camina sobre tierra que hace millones de años formaba el fondo del antiguo océano Tetide, y por el camino se pueden observar rocas sedimentarias y magmáticas, testigos de una larga evolución geológica.
El recorrido continúa hasta el Mulin dè Frati, un molino histórico que ya existía antes de la construcción del ferrocarril, como demuestra el Catastro Leopoldino de 1821. Renovado y utilizado ahora como casa de vacaciones, el molino conserva su encanto de antaño y es un testimonio más del ingenio y la laboriosidad de la población local. A poca distancia se encuentran dos antiguos hornos de cal, probablemente utilizados con piedra caliza de una pequeña cantera cercana.
A lo largo del sendero, cruzamos dos puentes históricos que dan testimonio de la ingeniería de la época: el puente sobre el Crevole, de 22 metros de longitud y restaurado en 2019, y el puente sobre el Crevolone, una estructura de piedra y ladrillo de unos 36 metros. Estos puentes no sólo permitían el paso sobre el arroyo, sino que eran esenciales para el funcionamiento del sistema de agua que alimentaba el molino.
Por último, el recorrido recorre el trazado del antiguo ferrocarril, construido para transportar el lignito extraído de las minas. Los vagones se cargaban y, una vez fuera de los túneles, eran arrastrados por caballos hasta la estación de La Befa, desde donde el material continuaba su viaje. Este tramo de ferrocarril, sorprendente ejemplo de arqueología industrial en la Toscana, es testigo de la innovación tecnológica de la época y de la importancia del lignito para la economía local. Hoy, al recorrer estos caminos, se respira la atmósfera del pasado y se vive una experiencia auténtica.
Información útil: el itinerario está a unos 7 km a partir de Murlo, a unos 5,5 km a partir de Miniere di Murlo. La vuelta puede hacerse por el mismo itinerario que la ida, o bien organizando dos coches (uno en La Befa y otro en Murlo/Miniere di Murlo) o en tren (estación de Murlo en La Befa).
El desnivel total es de 130 m de bajada para los que parten de Murlo; 110 m de bajada para los que parten de Miniere. La cuesta arriba es la misma para los que salen de La Befa.
Recomendamos que te equipes con calzado o botas de montaña y una provisión de agua.
Itinerario llevado a cabo por el municipio de Murlo
visitmurlo.it