Itinerario del oro verde de Etruria, entre las colinas toscanas que custodian reliquias y testimonios del mundo etrusco
En Etruria, el aceite se producía en grandes cantidades y luego se comercializaba por todo el Mediterráneo; probablemente se utilizaba en la mesa, pero también en otros ámbitos: en aquel religioso, para encender las lámparas de los santuarios, en la iluminación de casas y edificios públicos y privados, en el sector médico, como analgésico, y en aquel estético, para perfumar la piel y el cabello.
Se han encontrado numerosos recipientes de esencias perfumadas a base de aceite que se exponen en los museos de los pueblos toscanos.
Partiendo de la zona de Barberino Tavarnelle, pasando por Cortona, hasta llegar a Sarteano, no es difícil acoger el alma del pasado y respirar la presencia etrusca en cada esquina.
Las siguientes etapas, gracias a las piezas únicas conservadas en los distintos museos, te acompañarán en un viaje peculiar a través de los hallazgos, tradiciones y curiosidades de la cultura agrícola y alimentaria de los etruscos y del uso del aceite en diversos aspectos de la vida cotidiana. A tu alrededor, los olivos rodean los pueblos y se elevan sobre las colinas, formando el típico paisaje toscano junto con los viñedos, en aquel entonces como ahora.
El Chianti, una tierra que no necesita presentación y que es conocida en todo el mundo, no sólo es un vino excelente. Esas mismas colinas que producen los famosos néctares y un aceite de oliva virgen extra muy apreciado, también tienen algo más que ofrecer, una historia milenaria que hunde sus raíces en la época etrusca. En el territorio de Barberino Tavarnelle, sobre todo en las zonas de Sant'Appiano, San Martino ai Colli y Semifonte, se han encontrado objetos etruscos como cerámicas áticas y vasos funerarios de alabastro decorados; una colección arqueológica no muy extensa pero de gran valor conservada en el Anticuario, el museo arqueológico alojado en las salas de la sugestiva parroquia de Sant'Appiano.
Abandonando las colinas florentinas y adentrándote en aquellas de Arezzo, el horizonte dibuja suaves y sinuosas colinas, donde los olivares se alternan con los viñedos y los pueblos milenarios dominan los territorios circundantes. Tierras atravesadas por el antiguo río Clanis de Etruria central que hoy toman el nombre de Valdichiana. Un valle con un patrimonio etrusco increíblemente rico. La espléndida ciudad de Cortona, con el MAEC, Museo de la Academia Etrusca y de la Ciudad de Cortona, y Castiglion Fiorentino, con su Museo Cívico Arqueológico, custodian verdaderos tesoros de origen etrusco procedentes de las áreas arqueológicas circundantes, entre los que destaca en primer lugar la hermosa lámpara de techo etrusca del MAEC.
También de los fascinantes pueblos de Civitella en Val di Chiana, Monte San Savino, Foiano della Chiana, Lucignano, y de sus territorios colindantes, han aparecido importantes vestigios etruscos, entre ellos numerosas tumbas bien conservadas.
Valdichiana y su valioso patrimonio etrusco continúa en el territorio de Siena con los maravillosos pueblos de Montepulciano y Sinalunga, pero sobre todo con la ciudad de Chiusi, antiguo Lucumo etrusco de Clevsin, que conserva en su Museo Arqueológico Nacional notables testimonios como la Tumba del Mono, el Laberinto del Rey Porsenna y muchos otros valiosos hallazgos.
Entre Val di Chiana de Siena y Val d'Orcia, otros pueblos y la encantadora campiña que los rodea ofrecen oportunidades para disfrutar del magnífico paisaje y aprender más sobre el mundo etrusco.
La Colección Arqueológica Giancarlo Pallavicini de Trequanda exhibe una valiosa colección de diversos objetos y mobiliario etruscos, mientras que el Museo Cívico Arqueológico de Sarteano conserva objetos hallados en las necrópolis de los alrededores, en particular una reproducción a tamaño natural de la Tumba de la Cuadriga Infernal, un túmulo monumental excavado en travertino que conserva uno de los escasos ejemplos de pintura etrusca.