Un itinerario por las más bellas colinas toscanas, donde se cultivan numerosos cereales y donde hay importantes testimonios arqueológicos
Amantes de los placeres de la vida, profundamente espirituales, maestros artesanos y artistas, los etruscos son un pueblo con una cultura única y una historia extraordinaria, características que han despertado interés y curiosidad durante siglos. También eran expertos en la alimentación y los productos del territorio: Livio relata que los Galli fueron atraídos a la conquista de Etruria central en el Siglo IV a.C., atraídos por el placer del vino y la dulzura de las cosechas. El trigo, pero también el farro y la cebada, ya eran cultivados por los etruscos, que sabían aprovechar la fertilidad de la tierra y los caudales de agua.
En lo que fue el corazón de Etruria, se entremezclan los lugares donde se siente la presencia de este pueblo: en Asciano, en medio de los paisajes lunares de Crete Senesi donde se encuentra la necrópolis de Poggio Pinci, en Monteroni d'Arbia, donde está la fascinante necrópolis en el bosque del Castillo de Grotti, mientras que Murlo alberga el Anticuario Poggio Civitate con numerosos hallazgos de una residencia principesca de los Siglos VII-VI a.C.
El viaje a los lugares donde nuestros antepasados trabajaban la tierra continúa en San Quirico d'Orcia y Castiglione d'Orcia: entre estas colinas declaradas Patrimonio de la Humanidad por Unesco, las aguas termales nos guían hacia atmósferas mágicas gracias a las piscinas y manantiales de Bagno Vignoni , conocidas por sus propiedades terapéuticas y saludables. Las mismas emociones se sienten al admirar los manantiales de Bagni San Filippo y las vistas de las blancas e imponentes formaciones calizas. También se conservan colecciones etruscas en el Museo Arqueológico de Pienza, en el pequeño centro histórico declarado Patrimonio de la Humanidad, así como en Cinigiano, donde el panorama moldea los colores desde el dorado de los campos de trigo hasta el verde de los viñedos y olivares a medida que su historia se funde con aquella de los etruscos.
El Museo Arqueológico y de Arte de Maremma en Grosseto y el área arqueológica de Roselle son paradas clave del viaje, junto con el Museo Arqueológico Cívico y el área arqueológica nacional de Vetulonia, para realizar inolvidables visitas y paseos arqueológicos.