Desde el Castillo de Poppi hasta los bosques teñidos de miles tonalidades doradas
El otoño en Casentino es realmente mágico. Los bosques ancestrales se tiñen de miles tonalidades de amarillo, rojo, naranja y dorado, los pueblos se llenan de perfumes de madera que arde en las chimeneas y de las castañas asadas sobre el fuego: la naturaleza se prepara para afrontar el invierno mostrando sus más bellos colores y en los pueblos ya se respira el aire fresco que predice la nieve.
Un momento maravilloso para hacer senderismo en los bosques, buscar setas, visitar pueblos donde el tiempo parece haberse detenido. Aquí hay un itinerario de dos días entre castillos, ermitas y bosques incontaminados, para experimentar este salvaje rincón de Toscana en la temporada más bella.
El fin de semana comienza en el pueblo de Poppi, donde se puede visualizar su imponente Castillo de los Condes Guidi, uno de los ejemplos más importantes de la arquitectura medieval en Toscana y perfectamente conservado. No se puede dejar de visitar la casa señorial, donde se puede admirar el Salón de Fiestas con sus lujosas decoraciones, las prisiones y la Biblioteca Rilliana, que cuenta con 25 mil volúmenes antiguos y 800 manuscritos, 150 de los cuales son medievales.
Después de un paseo por el centro del pueblo, tal vez mientras vas a comprar en las tiendas el tradicional paño de lana de Casentino, vale la pena detenerse a almorzar para degustar un plato típico del territorio: tortelli de patatas servidos con mantequilla y salvia.
Por la tarde vamos a visitar el Monasterio y la Ermita de Camaldoli, en el corazón del Parque Nacional de los Bosques de Casentino: la comunidad de monjes benedictinos fue fundada hace mil años por San Romualdo y hoy es un oasis de paz y silencio adentrado en los bosques, donde se pueden admirar increíbles obras de arte como los siete paneles realizados por Giorgio Vasari.
El fin de semana comienza en el pueblo de Poppi, donde se puede visualizar su imponente Castillo de los Condes Guidi, uno de los ejemplos más importantes de la arquitectura medieval en Toscana y perfectamente conservado. No se puede dejar de visitar la casa señorial, donde se puede admirar el Salón de Fiestas con sus lujosas decoraciones, las prisiones y la Biblioteca Rilliana, que cuenta con 25 mil volúmenes antiguos y 800 manuscritos, 150 de los cuales son medievales.
Después de un paseo por el centro del pueblo, tal vez mientras vas a comprar en las tiendas el tradicional paño de lana de Casentino, vale la pena detenerse a almorzar para degustar un plato típico del territorio: tortelli de patatas servidos con mantequilla y salvia.
Por la tarde vamos a visitar el Monasterio y la Ermita de Camaldoli, en el corazón del Parque Nacional de los Bosques de Casentino: la comunidad de monjes benedictinos fue fundada hace mil años por San Romualdo y hoy es un oasis de paz y silencio adentrado en los bosques, donde se pueden admirar increíbles obras de arte como los siete paneles realizados por Giorgio Vasari.
El segundo día lo dedicamos a explorar los maravillosos bosques de Casentino, que son los más coloridos de Italia. Aquí se puede admirar un "follaje otoñal" único, es decir, el espectáculo de las hojas teñidas de miles colores, desde el amarillo pastel hasta el rojo púrpura, desde el verde intenso hasta el naranja.
Uno de los puntos panorámicos más majestuosos es el Monte Penna: desde aquí arriba se puede disfrutar de una vista única de los bosques de Lama y de la mayoría de los valles que descienden hacia Romaña, con sus magníficos bosques con sus tonalidades otoñales.
Son numerosas las propuestas para los amantes de las dos ruedas, que aquí encontrarán la pista forestal más bonita de Italia: un recorrido fácil de 20 kilómetros por un camino de tierra en perfecto estado con una pendiente ligera y regular. El camino sigue el trazado de una antigua línea ferroviaria que transportaba madera desde la localidad Lama hasta la localidad de Cancellino, cerca de Badia Prataglia.
El segundo día lo dedicamos a explorar los maravillosos bosques de Casentino, que son los más coloridos de Italia. Aquí se puede admirar un "follaje otoñal" único, es decir, el espectáculo de las hojas teñidas de miles colores, desde el amarillo pastel hasta el rojo púrpura, desde el verde intenso hasta el naranja.
Uno de los puntos panorámicos más majestuosos es el Monte Penna: desde aquí arriba se puede disfrutar de una vista única de los bosques de Lama y de la mayoría de los valles que descienden hacia Romaña, con sus magníficos bosques con sus tonalidades otoñales.
Son numerosas las propuestas para los amantes de las dos ruedas, que aquí encontrarán la pista forestal más bonita de Italia: un recorrido fácil de 20 kilómetros por un camino de tierra en perfecto estado con una pendiente ligera y regular. El camino sigue el trazado de una antigua línea ferroviaria que transportaba madera desde la localidad Lama hasta la localidad de Cancellino, cerca de Badia Prataglia.