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Itinerarios
Senderismo por la Vía de los Acueductos

Viajando entre Pisa y Lucca, siguiendo las calles del agua

Los acueductos históricos no son sólo admirables obras monumentales, son las raíces que unen las ciudades al mundo natural que las rodea y las sustenta.

Seguir el recorrido de estos acueductos significa, sin dudas, dejarse fascinar por el genio y el esfuerzo de quienes los construyeron. Además, es una manera para redescubrir, detrás de la aparente oposición hombre-naturaleza, un vínculo original e insustituible: cómo los árboles de los bosques y también las ciudades necesitan agua para crecer.

Estas experiencias se pueden vivir en Toscana, a lo largo de la Vía de los Acueductos, un hermoso recorrido para una excursión entre Lucca y Pisa, siguiendo el trazado del Acueducto Nottolini y del Acueducto de los Medici.

El abastecimiento de agua en Lucca, hasta las primeras décadas del siglo XIX, estaba basado en un sistema de pozos que extraían agua de la falda del subsuelo de la ciudad. Considerando que el agua era muy escasa y de mala calidad, en el 1822 María Teresa de Borbón, duquesa de Lucca, contrató al arquitecto Nottolini para que realizara un acueducto que extrajera el agua de las fuentes situadas en lo alto de las montañas de la cercana Serra Vespaiata y de los torrentes del Río San Quirico y del Río del Valle. En unos diez años el arquitecto completó la construcción de los 460 arcos que, cubriendo una distancia de más de 3 km, transportaban el agua a las murallas de la ciudad, con dos tuberías separadas. La primera para el agua de manantial, destinada al agua potable, y la segunda para aquella extraída de los torrentes, utilizada para alimentar las fuentes monumentales de la ciudad.

Actualmente el acueducto no funciona pero su estructura está perfectamente intacta e indica el recorrido de nuestra excursión.

1.

El itinerario inicia desde la hermosa plaza del Duomo de Lucca, y luego sale del majestuoso recinto amurallado y, a través del paso subterráneo de la estación de ferrocarril, se llega al templo-cisterna San Concordio, donde en tiempo pasado fluía el agua transportada por los canales aéreos antes de que fuera distribuida a en la ciudad por una red de canales subterráneos.

Desde aquí comienza el recorrido, que sigue las arcadas del acueducto y que gradualmente nos lleva desde la ciudad hasta una verde campaña cultivada.

Las espectaculares arcadas de Nottolini terminan en la localidad Guamo, donde nos encontramos frente a otro edificio de estilo neoclásico similar al de San Concordio. Se trata del pequeño templo-cisterna por donde las aguas confluían antes de ser transportadas a los dos canales aéreos.

Aquí el recorrido del acueducto deviene subterráneo, pero todavía es fácil identificarlo gracias a la presencia de pozos filtrantes de ladrillo.

En poco tiempo se puede llegar a la localidad conocida como "Alle parole d'oro» - A las palabras de oro -, un lugar donde se recoge el agua procedente de la Serra Vespaiata. Según la tradición, el curioso nombre que dieron a la zona deriva del hecho de que los campesinos del lugar creyeron que, una frase que se leía en una lápida conmemorativa del acueducto, estuviese escrita con letras de oro. Sin embargo, eran de latón, obviamente ¡muy bien lustradas!

El excursionista aquí encuentra un tramo un poco más arduo: debemos afrontar 2 kilómetros cuesta arriba hasta llegar a Gallonzora, una localidad con vistas panorámicas a la llanura de Lucca. Después de este último esfuerzo, comienza el descenso hacia el hermoso pueblo Vorno.

El itinerario inicia desde la hermosa plaza del Duomo de Lucca, y luego sale del majestuoso recinto amurallado y, a través del paso subterráneo de la estación de ferrocarril, se llega al templo-cisterna San Concordio, donde en tiempo pasado fluía el agua transportada por los canales aéreos antes de que fuera distribuida a en la ciudad por una red de canales subterráneos.

Desde aquí comienza el recorrido, que sigue las arcadas del acueducto y que gradualmente nos lleva desde la ciudad hasta una verde campaña cultivada.

Las espectaculares arcadas de Nottolini terminan en la localidad Guamo, donde nos encontramos frente a otro edificio de estilo neoclásico similar al de San Concordio. Se trata del pequeño templo-cisterna por donde las aguas confluían antes de ser transportadas a los dos canales aéreos.

Aquí el recorrido del acueducto deviene subterráneo, pero todavía es fácil identificarlo gracias a la presencia de pozos filtrantes de ladrillo.

En poco tiempo se puede llegar a la localidad conocida como "Alle parole d'oro» - A las palabras de oro -, un lugar donde se recoge el agua procedente de la Serra Vespaiata. Según la tradición, el curioso nombre que dieron a la zona deriva del hecho de que los campesinos del lugar creyeron que, una frase que se leía en una lápida conmemorativa del acueducto, estuviese escrita con letras de oro. Sin embargo, eran de latón, obviamente ¡muy bien lustradas!

El excursionista aquí encuentra un tramo un poco más arduo: debemos afrontar 2 kilómetros cuesta arriba hasta llegar a Gallonzora, una localidad con vistas panorámicas a la llanura de Lucca. Después de este último esfuerzo, comienza el descenso hacia el hermoso pueblo Vorno.

2.

Cuando salimos del pueblo de Vorno, encontramos las subidas que, primero por la calle asfaltada y luego por los hermosos senderos panorámicos, conducen hasta el paso de Campo di Croce.

Desde allí inicia el descenso por los encinares de la vertiente de Pisa. El recorrido desciende ligeramente al principio y luego se hace más empinado hasta llegar a la localidad Scarpa d'Orlando, donde encontramos una de los numerosos puntos de recogida de las fuentes que alimentan el Acueducto de los Medici en Pisa.

Mucho más antigua que su "gemela" de Lucca, esta obra hidráulica fue comisionada a finales del siglo XVI por Ferdinando I de los Medici e inaugurada en el 1613 por su hijo Cosimo, y permaneció en funcionamiento durante unos tres siglos, hasta las primeras décadas del siglo XX.

Para el excursionista, al principio, los vestigios del Acueducto de los Medici son discretos y poco vistosos. En efecto, si sigue por un largo tramo, los canales subterráneos que conduce a la Grande Cisterna, el edificio utilizado para acumular y decantar el agua, sobre la cual se encuentran los seis roeles, símbolo inconfundible de los Medici.

Otro corto tramo en bajada nos conduce hasta las casas de Asciano, donde nos introducimos por el carril de bicicletas y peatonal, que sigue los 4 kilómetros del recorrido rectilíneo del acueducto, hasta llegar al final, en la Plaza de Gondole, ya dentro del antiguo recinto amurallado de Pisa.

Llegados hasta aquí vale la pena continuar nuestro viaje un poco más, siguiendo la calle del agua que nos lleva a la Fontana dei Putti, en la espectacular Plaza de los Milagros.

Cuando salimos del pueblo de Vorno, encontramos las subidas que, primero por la calle asfaltada y luego por los hermosos senderos panorámicos, conducen hasta el paso de Campo di Croce.

Desde allí inicia el descenso por los encinares de la vertiente de Pisa. El recorrido desciende ligeramente al principio y luego se hace más empinado hasta llegar a la localidad Scarpa d'Orlando, donde encontramos una de los numerosos puntos de recogida de las fuentes que alimentan el Acueducto de los Medici en Pisa.

Mucho más antigua que su "gemela" de Lucca, esta obra hidráulica fue comisionada a finales del siglo XVI por Ferdinando I de los Medici e inaugurada en el 1613 por su hijo Cosimo, y permaneció en funcionamiento durante unos tres siglos, hasta las primeras décadas del siglo XX.

Para el excursionista, al principio, los vestigios del Acueducto de los Medici son discretos y poco vistosos. En efecto, si sigue por un largo tramo, los canales subterráneos que conduce a la Grande Cisterna, el edificio utilizado para acumular y decantar el agua, sobre la cual se encuentran los seis roeles, símbolo inconfundible de los Medici.

Otro corto tramo en bajada nos conduce hasta las casas de Asciano, donde nos introducimos por el carril de bicicletas y peatonal, que sigue los 4 kilómetros del recorrido rectilíneo del acueducto, hasta llegar al final, en la Plaza de Gondole, ya dentro del antiguo recinto amurallado de Pisa.

Llegados hasta aquí vale la pena continuar nuestro viaje un poco más, siguiendo la calle del agua que nos lleva a la Fontana dei Putti, en la espectacular Plaza de los Milagros.

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