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Itinerarios
Siena, un dulce viaje culinario

Disfruta de obras de arte históricas y sabrosas delicias

La ciudad está encaramada en una colina rodeada de inmensos "contrafuertes con tonos rojos y marrones" (Henry James) y recibirá a los viajadores con los brazos abiertos. Es posible pasear por sus calles sinuosas, explorar las numerosas obras de arte renacentistas de la ciudad y degustar los dulces locales, las especialidades que hicieron famosa a Siena en el mundo de la gastronomía con sus aromas y sabores característicos.

1.

El itinerario comienza en el Duomo. Es aquí donde los artistas más innovadores del siglo XV concibieron sus ciclos pictóricos y escultóricos. Entre ellos se distingue Bernardino di Betto, llamado Pinturicchio, que fue encargado de pintar el fresco en la Biblioteca Piccolomini, dentro de la Catedral. La biblioteca fue creada para conservar la Colección del Papa Pío II y brindar un homenaje elegante y exuberante a la vez. El espacio bajo los frescos custodia una colección de antífonas decoradas con algunas de las miniaturas más sorprendentes del siglo XV. Las esculturas que se encuentran en el interior de la catedral, son igualmente ilustres e incluyen obras de Donatello, Vecchietta, Francesco di Giorgio y Michelangelo. Las taraceas de mármol en el piso, representan otro ejemplo de arte renacentista de muy alto nivel y fueron esculpidas por unos de los más grandes artistas de los siglos XV y XVI, como Matteo di Giovanni, Guidoccio Cozzarelli, Benvenuto di Giovanni Antonio Federighi y, sobre todo, Domenico Beccafumi, que diseñó 13 de ellas.

El Duomo, con su mármol blanco y sus agujas, nos recuerda a uno de los famosos dulces de Siena, las galletas Cavallucci, cubiertas de azúcar confitada y rellenas de pasta de almendras. Su delicioso perfume impregna el centro histórico mientras los panaderos añaden las frutas confitadas o el amaretto. Sus orígenes son interesantes: se ofrecían a los viajeros que llegaban a caballo, ya que eran nutritivos y fáciles de comer durante un largo viaje. Hoy en día, son una de las tradiciones más preciadas de la ciudad.

El itinerario comienza en el Duomo. Es aquí donde los artistas más innovadores del siglo XV concibieron sus ciclos pictóricos y escultóricos. Entre ellos se distingue Bernardino di Betto, llamado Pinturicchio, que fue encargado de pintar el fresco en la Biblioteca Piccolomini, dentro de la Catedral. La biblioteca fue creada para conservar la Colección del Papa Pío II y brindar un homenaje elegante y exuberante a la vez. El espacio bajo los frescos custodia una colección de antífonas decoradas con algunas de las miniaturas más sorprendentes del siglo XV. Las esculturas que se encuentran en el interior de la catedral, son igualmente ilustres e incluyen obras de Donatello, Vecchietta, Francesco di Giorgio y Michelangelo. Las taraceas de mármol en el piso, representan otro ejemplo de arte renacentista de muy alto nivel y fueron esculpidas por unos de los más grandes artistas de los siglos XV y XVI, como Matteo di Giovanni, Guidoccio Cozzarelli, Benvenuto di Giovanni Antonio Federighi y, sobre todo, Domenico Beccafumi, que diseñó 13 de ellas.

El Duomo, con su mármol blanco y sus agujas, nos recuerda a uno de los famosos dulces de Siena, las galletas Cavallucci, cubiertas de azúcar confitada y rellenas de pasta de almendras. Su delicioso perfume impregna el centro histórico mientras los panaderos añaden las frutas confitadas o el amaretto. Sus orígenes son interesantes: se ofrecían a los viajeros que llegaban a caballo, ya que eran nutritivos y fáciles de comer durante un largo viaje. Hoy en día, son una de las tradiciones más preciadas de la ciudad.

2.

Justo enfrente del Duomo se encuentra el Hospital Santa Maria della Scala, que en el pasado fue una poderosa institución económica. Su interior cuenta con una gran variedad de obras maestras, entre las que se distinguen los frescos del Pellegrinaio que presentan Escenas del Antiguo y Nuevo Testamento dibujadas por Vecchietta en la Alta Sacristía, además de una Visitación de Beccafumi.

Desde aquí, puedes dirigirte hacia la Pinacoteca Nacional, tomándote una pausa para sentarte en una cafetería o panadería, para probar los Ricciarelli - galletas con la forma de grandes granos de arroz. El nombre de este dulce rinde homenaje a su "patrón", Ricciardetto della Gherardesca, que era un veterano de las Cruzadas en Tierra Santa, que inspiró el sabor mediterráneo de las galletas, cuyos ingredientes son almendras, huevos y azúcar. Un almuerzo ligero te revitalizará y te preparará para la tarde.

Justo enfrente del Duomo se encuentra el Hospital Santa Maria della Scala, que en el pasado fue una poderosa institución económica. Su interior cuenta con una gran variedad de obras maestras, entre las que se distinguen los frescos del Pellegrinaio que presentan Escenas del Antiguo y Nuevo Testamento dibujadas por Vecchietta en la Alta Sacristía, además de una Visitación de Beccafumi.

Desde aquí, puedes dirigirte hacia la Pinacoteca Nacional, tomándote una pausa para sentarte en una cafetería o panadería, para probar los Ricciarelli - galletas con la forma de grandes granos de arroz. El nombre de este dulce rinde homenaje a su "patrón", Ricciardetto della Gherardesca, que era un veterano de las Cruzadas en Tierra Santa, que inspiró el sabor mediterráneo de las galletas, cuyos ingredientes son almendras, huevos y azúcar. Un almuerzo ligero te revitalizará y te preparará para la tarde.

3.

Al entrar en la Pinactoteca Nacional, es imposible no darse cuenta de que estamos dentro de una especie de enciclopedia de la cultura figurativa de Siena, donde todos los protagonistas están representados con obras de indiscutible calidad. Podemos admirar las obras de Francesco di Giorgio, Vecchietta, Matteo di Giovanni, Giacomo Cozzarelli, Benvenuto di Giovanni, Girolamo di Benvenuto y Beccafumi.

Ahora, después de todo eso, estamos listos para degustar la última -y quizás la más famosa- de todas las delicias de Siena, el Panforte. Hecho con frutas confitadas, miel, especias, frutos secos y azúcar, es una especie de homenaje a la abundancia y a los perfumes cálidos del oriente. Sus colores nos recuerdan a las pinturas que vimos en la Pinacoteca Nacional. Es posible saborear esta explosión de sabores con un vaso de Vin Santo, el tradicional vino para dar "hospitalidad" en Toscana. Los colores del Panforte y el Vin Santo reflejan aquellos de la puesta del sol que reflejan en los ladrillos rojos de los edificios. Una esplendida ocasión para disfrutar de todo el encanto de Siena en un solo momento.

Al entrar en la Pinactoteca Nacional, es imposible no darse cuenta de que estamos dentro de una especie de enciclopedia de la cultura figurativa de Siena, donde todos los protagonistas están representados con obras de indiscutible calidad. Podemos admirar las obras de Francesco di Giorgio, Vecchietta, Matteo di Giovanni, Giacomo Cozzarelli, Benvenuto di Giovanni, Girolamo di Benvenuto y Beccafumi.

Ahora, después de todo eso, estamos listos para degustar la última -y quizás la más famosa- de todas las delicias de Siena, el Panforte. Hecho con frutas confitadas, miel, especias, frutos secos y azúcar, es una especie de homenaje a la abundancia y a los perfumes cálidos del oriente. Sus colores nos recuerdan a las pinturas que vimos en la Pinacoteca Nacional. Es posible saborear esta explosión de sabores con un vaso de Vin Santo, el tradicional vino para dar "hospitalidad" en Toscana. Los colores del Panforte y el Vin Santo reflejan aquellos de la puesta del sol que reflejan en los ladrillos rojos de los edificios. Una esplendida ocasión para disfrutar de todo el encanto de Siena en un solo momento.

Panforte
Panforte - Credit: Alice del Re
4.

Los que tienen más tiempo y quieren ir literalmente "afuera de las murallas" para visitar más obras maestras del Renacimiento, pueden visitar uno de los monumentos religiosos más importantes de la ciudad, dedicado a un noble de Siena cuyo nombre era Pandolfo Petrucci,nos referimos a la Basílica de la Osservanza. Fundada por San Bernardino y elegida por Pandolfo como lugar de sepultura. En la sacristía, diseñada por él, se encuentra un retablo de madera incrustada de Antonio Barili y un grupo escultórico en terracota de Giacomo Cozzarelli.

Los que tienen más tiempo y quieren ir literalmente "afuera de las murallas" para visitar más obras maestras del Renacimiento, pueden visitar uno de los monumentos religiosos más importantes de la ciudad, dedicado a un noble de Siena cuyo nombre era Pandolfo Petrucci,nos referimos a la Basílica de la Osservanza. Fundada por San Bernardino y elegida por Pandolfo como lugar de sepultura. En la sacristía, diseñada por él, se encuentra un retablo de madera incrustada de Antonio Barili y un grupo escultórico en terracota de Giacomo Cozzarelli.

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