Viajando de Pienza a Montepulciano
Suaves colinas de un verde intenso, hileras de cipreses que siguen su camino en línea recta, caseríos que dominan las colinas. Viajar por el Val d'Orcia, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es una experiencia que implica todos los sentidos: deja que tus ojos se llenen de los intensos colores de la tierra, siéntate y disfruta de una copa de Brunello, respira el aire de otros tiempos en pueblos como San Quirico, sumérjete en las aguas termales de Bagni San Filippo. Permítete el lujo de descubrir lentamente este rincón de Siena, aunque sólo dispongas de tres días.
Salimos de Pienza, la joya del Renacimiento creada por Pío II, que soñaba con transformar el pueblo donde nació en una ciudad ideal. Sin duda, hay un encanto único en este pueblo donde los callejones y las plazas encajan según un preciso diseño de perspectivas geométricas, con el Duomo que se alza majestuoso en la plaza central y las antiguas tiendas de las que sale el inimitable aroma del famoso pecorino.
Si viajas con tu pareja, no puedes perderte una caminata por las calles románticas del centro histórico, como la via del Bacio o la via dell’Amore desde donde se puede disfrutar de una hermosa vista. Para disfrutar a tope de la belleza, nos trasladamos a la pequeña aldea fortificada de Monticchiello, inmersa en la campiña de Siena: desde lo alto de sus murallas se puede admirar una de las puestas de sol más sugestivas de todo Val d'Orcia.
Salimos de Pienza, la joya del Renacimiento creada por Pío II, que soñaba con transformar el pueblo donde nació en una ciudad ideal. Sin duda, hay un encanto único en este pueblo donde los callejones y las plazas encajan según un preciso diseño de perspectivas geométricas, con el Duomo que se alza majestuoso en la plaza central y las antiguas tiendas de las que sale el inimitable aroma del famoso pecorino.
Si viajas con tu pareja, no puedes perderte una caminata por las calles románticas del centro histórico, como la via del Bacio o la via dell’Amore desde donde se puede disfrutar de una hermosa vista. Para disfrutar a tope de la belleza, nos trasladamos a la pequeña aldea fortificada de Monticchiello, inmersa en la campiña de Siena: desde lo alto de sus murallas se puede admirar una de las puestas de sol más sugestivas de todo Val d'Orcia.
La segunda etapa está dedicada a un clásico de las tierras de Siena: el balneario. En Bagno Vignoni encontrarás no sólo un balneario donde regenerarte sino también un lugar donde admirar la extraordinaria Piazza delle Sorgenti, una gran piscina de piedra que recoge las aguas de la fuente termal que brota aquí desde hace dos mil años. Un espectáculo único, sobre todo por la noche, cuando el vapor que sale de la piscina transforma el corazón del pueblo en el escenario de una película.
Termina el día con una una copa de vino en Montalcino, por supuesto, Brunello, mejor si lo prueebas en una de las muchas bodegas del Consorcio.
La segunda etapa está dedicada a un clásico de las tierras de Siena: el balneario. En Bagno Vignoni encontrarás no sólo un balneario donde regenerarte sino también un lugar donde admirar la extraordinaria Piazza delle Sorgenti, una gran piscina de piedra que recoge las aguas de la fuente termal que brota aquí desde hace dos mil años. Un espectáculo único, sobre todo por la noche, cuando el vapor que sale de la piscina transforma el corazón del pueblo en el escenario de una película.
Termina el día con una una copa de vino en Montalcino, por supuesto, Brunello, mejor si lo prueebas en una de las muchas bodegas del Consorcio.
Concluimos las vacaciones con una excursión muy especial, que te transportará en el tiempo. Con Vintage Tours, en Montepulciano, se pueden alquilar vespas y lambrettas de época, y conducir en total libertad por los más bellos senderos de Val d'Orcia, o bien, realizar una de sus visitas guiadas, que te llevará a lugares verdaderamente mágicos, como el Roble delle Checche, un hermoso árbol centenario que tiene más de 400 años.
Concluimos las vacaciones con una excursión muy especial, que te transportará en el tiempo. Con Vintage Tours, en Montepulciano, se pueden alquilar vespas y lambrettas de época, y conducir en total libertad por los más bellos senderos de Val d'Orcia, o bien, realizar una de sus visitas guiadas, que te llevará a lugares verdaderamente mágicos, como el Roble delle Checche, un hermoso árbol centenario que tiene más de 400 años.