Prepárate para descubrir Chianti recorriendo la famosa carretera SR 222
La Chiantigiana o SR 222 es una carretera que te lleva por toda la zona de Chianti, desde Florencia hasta Siena. Nuestro viaje comienza en Florencia, pasando por Greve in Chianti, Panzano, Castellina, Radda, Gaiole y por último Siena por un total de 69 kilómetros.
Desde Florencia tomamos la carretera SS 222 en direccion de Greve in Chianti, a lo largo de una ruta que ofrece hermosas vistas de colinas, viñedos, olivares, pueblos y castillos.
Greve in Chianti se considera la puerta de entrada a la región de Chianti para quienes viajan hacia el sur de Florencia. En el pasado, los Etruscos y los Romanos habitaban la zona, mientras que el centro actual de la ciudad se remonta a la Edad Media. La ciudad estaba ubicada en un punto favorable cerca del cruce de los principales caminos de peregrinación (Vía Francígena y Vía Volterrana) y esto benefició su desarrollo.
En Greve in Chianti, la plaza principal es Piazza Matteotti donde se encuentra el monumento de Giovanni da Verrazzano, las arcadas y la estructura típica de los antiguos mercados, símbolo del importante rol comercial de Greve. Aquí se encuentra también el Municipio de estilo neorenacentista y la Iglesia Santa Cruz, construida sobre las ruinas de la iglesia medieval.
Otras curiosidades sobre Greve: es el lugar donde nació el navegante Giovanni da Verrazzano que descubrió la bahía de Nueva York. Aquí podemos encontrar el famoso Castillo de Verrazzano con bodegas de renombre que podemos visitar y sabrosas degustaciones de vinos; también hay un Museo del Vino donde se pueden saborear más de 100 tipos de vino.
Desde Greve parten dos caminos: uno que conduce hacia el valle del Arno, cerca de Figline y San Giovanni; el otro es estrecho, sinuoso y en parte con caminos de tierra, y comunica con la Vía Cassia, cerca de Sambuca Val di Pesa, a través de los encantadores pueblos Montefioralle y Badia a Passignano.
Greve in Chianti se considera la puerta de entrada a la región de Chianti para quienes viajan hacia el sur de Florencia. En el pasado, los Etruscos y los Romanos habitaban la zona, mientras que el centro actual de la ciudad se remonta a la Edad Media. La ciudad estaba ubicada en un punto favorable cerca del cruce de los principales caminos de peregrinación (Vía Francígena y Vía Volterrana) y esto benefició su desarrollo.
En Greve in Chianti, la plaza principal es Piazza Matteotti donde se encuentra el monumento de Giovanni da Verrazzano, las arcadas y la estructura típica de los antiguos mercados, símbolo del importante rol comercial de Greve. Aquí se encuentra también el Municipio de estilo neorenacentista y la Iglesia Santa Cruz, construida sobre las ruinas de la iglesia medieval.
Otras curiosidades sobre Greve: es el lugar donde nació el navegante Giovanni da Verrazzano que descubrió la bahía de Nueva York. Aquí podemos encontrar el famoso Castillo de Verrazzano con bodegas de renombre que podemos visitar y sabrosas degustaciones de vinos; también hay un Museo del Vino donde se pueden saborear más de 100 tipos de vino.
Desde Greve parten dos caminos: uno que conduce hacia el valle del Arno, cerca de Figline y San Giovanni; el otro es estrecho, sinuoso y en parte con caminos de tierra, y comunica con la Vía Cassia, cerca de Sambuca Val di Pesa, a través de los encantadores pueblos Montefioralle y Badia a Passignano.
Continuando por la Chiantigiana, llegamos a Panzano, que forma parte del ayuntamiento de Greve in Chianti.
El edificio más antiguo y alto en Panzano es el Castillo, con sus murallas bien conservadas. Tiene una sola puerta de entrada y a través de una sola carretera llegamos a una pequeña plaza donde se distingue el Cassero, compuesto por una torre que resulta ser más alta que el resto de los edificios. En las afueras del castillo se encuentra la antigua Iglesia Santa Maria, que fue sustituida por la iglesia actual a finales del siglo XIX. El castillo y un antiguo pueblo son actualmente parte integrante de Panzano Alto, formado por dos caminos paralelos que unen la plaza con el castillo.
Hay dos antiguas y encantadoras iglesias cerca de Panzano: la Parroquia San Leolino y el Oratorio San Eufrosino, vale la pena visitarlos ambos.
Panzano in Chianti es también conocido por dos ferias - Vino al Vino, que se celebra el tercer fin de semana de septiembre y la Fiesta de la Temporada Buena que se festeja el 25 de abril.
También es el hogar de un bien conocido carnicero fanático de la bistecca alla fiorentina (bife a la florentina), Dario Cecchini.
Continuando nuestro viaje, llegamos a un cruce de caminos: si seguimos recto llegamos a Castellina in Chianti después de unos 20 kilómetros. Si giramos a la izquierda, vamos a Radda in Chianti.
Continuando por la Chiantigiana, llegamos a Panzano, que forma parte del ayuntamiento de Greve in Chianti.
El edificio más antiguo y alto en Panzano es el Castillo, con sus murallas bien conservadas. Tiene una sola puerta de entrada y a través de una sola carretera llegamos a una pequeña plaza donde se distingue el Cassero, compuesto por una torre que resulta ser más alta que el resto de los edificios. En las afueras del castillo se encuentra la antigua Iglesia Santa Maria, que fue sustituida por la iglesia actual a finales del siglo XIX. El castillo y un antiguo pueblo son actualmente parte integrante de Panzano Alto, formado por dos caminos paralelos que unen la plaza con el castillo.
Hay dos antiguas y encantadoras iglesias cerca de Panzano: la Parroquia San Leolino y el Oratorio San Eufrosino, vale la pena visitarlos ambos.
Panzano in Chianti es también conocido por dos ferias - Vino al Vino, que se celebra el tercer fin de semana de septiembre y la Fiesta de la Temporada Buena que se festeja el 25 de abril.
También es el hogar de un bien conocido carnicero fanático de la bistecca alla fiorentina (bife a la florentina), Dario Cecchini.
Continuando nuestro viaje, llegamos a un cruce de caminos: si seguimos recto llegamos a Castellina in Chianti después de unos 20 kilómetros. Si giramos a la izquierda, vamos a Radda in Chianti.
Castellina in Chianti surgió como un puesto de avanzada militar, repetidamente disputado por Siena y Florencia. La antigua fortaleza medieval y una impresionante muralla hexagonal aún visible en la actualidad, son pruebas de la lucha entre las dos ciudades. La muralla fue destruida y reconstruida muchas veces y la leyenda cuenta que incluso Brunelleschi fue invitado a trabajar en el proyecto de construcción de nuevas murallas para la ciudad.
Hoy en día Castellina es un importante centro en la carretera Chiantigiana, donde se encuentran grandes bosques y una fauna exuberante a su alrededor.
Aquí se puede visitar la neorrománica Iglesia San Salvatore en las afueras de la ciudad y Montecalvario, un complejo funerario formado por cuatro antiguas tumbas subterráneas Etruscas. Fuera del centro de la ciudad, también se encuentra la Fortaleza con su alta torre que podemos visitar y, de hecho, desde la cual se pueden admirar panoramas impresionantes de la ciudad y de la campaña. La Fortaleza es también la sede del Municipio y del Museo Arqueológico de Chianti.
La calle más característica de Castellina es la medieval Vía delle Volte, que en su día fue un importante túnel subterráneo utilizado por los guardias y que ahora es una calle comercial con tiendas y restaurantes.
Castellina es también el lugar donde en el 1924 nació el Consorcio Chianti Classico que lleva la denominación DOCG desde el 1984.
Desde Castellina se puede bajar hasta Val de Elsa y volver a San Gimignano y Monteriggioni o, alternativamente, en poco tiempo se puede ir a Siena a través de Fonterutoli. Seguimos un desvío de SR 222 y nos dirigimos hacia Radda in Chianti.
Castellina in Chianti surgió como un puesto de avanzada militar, repetidamente disputado por Siena y Florencia. La antigua fortaleza medieval y una impresionante muralla hexagonal aún visible en la actualidad, son pruebas de la lucha entre las dos ciudades. La muralla fue destruida y reconstruida muchas veces y la leyenda cuenta que incluso Brunelleschi fue invitado a trabajar en el proyecto de construcción de nuevas murallas para la ciudad.
Hoy en día Castellina es un importante centro en la carretera Chiantigiana, donde se encuentran grandes bosques y una fauna exuberante a su alrededor.
Aquí se puede visitar la neorrománica Iglesia San Salvatore en las afueras de la ciudad y Montecalvario, un complejo funerario formado por cuatro antiguas tumbas subterráneas Etruscas. Fuera del centro de la ciudad, también se encuentra la Fortaleza con su alta torre que podemos visitar y, de hecho, desde la cual se pueden admirar panoramas impresionantes de la ciudad y de la campaña. La Fortaleza es también la sede del Municipio y del Museo Arqueológico de Chianti.
La calle más característica de Castellina es la medieval Vía delle Volte, que en su día fue un importante túnel subterráneo utilizado por los guardias y que ahora es una calle comercial con tiendas y restaurantes.
Castellina es también el lugar donde en el 1924 nació el Consorcio Chianti Classico que lleva la denominación DOCG desde el 1984.
Desde Castellina se puede bajar hasta Val de Elsa y volver a San Gimignano y Monteriggioni o, alternativamente, en poco tiempo se puede ir a Siena a través de Fonterutoli. Seguimos un desvío de SR 222 y nos dirigimos hacia Radda in Chianti.
Radda in Chianti es una encantadora ciudad medieval rodeada de grandes murallas que aún conservan su aspecto medieval.
Viniendo desde Castellina, se distingue la torre almenada y las casas que la rodean. Radda fue la antigua capital de la Liga de Chianti, y todavía tiene una importancia histórica en lo que se refiere a su tradición vinícola.
La románica Iglesia San Niccolò, situada en la plaza principal, es la mayor atracción del pueblo. También se puede visitar la Hielera del Gran Duque, o el Museo de Arte Sacro de Chianti, ubicado en el Convento Franciscano Santa Maria in Prato.
En los alrededores de Radda también es posible visitar la Parroquia Santa Maria Novella, así como numerosos castillos y residencias medievales fortificadas.
Volvemos a la carretera Chiantigiana y continuamos por unos 10 kilómetros hasta llegar a Gaiole in Chianti.
Radda in Chianti es una encantadora ciudad medieval rodeada de grandes murallas que aún conservan su aspecto medieval.
Viniendo desde Castellina, se distingue la torre almenada y las casas que la rodean. Radda fue la antigua capital de la Liga de Chianti, y todavía tiene una importancia histórica en lo que se refiere a su tradición vinícola.
La románica Iglesia San Niccolò, situada en la plaza principal, es la mayor atracción del pueblo. También se puede visitar la Hielera del Gran Duque, o el Museo de Arte Sacro de Chianti, ubicado en el Convento Franciscano Santa Maria in Prato.
En los alrededores de Radda también es posible visitar la Parroquia Santa Maria Novella, así como numerosos castillos y residencias medievales fortificadas.
Volvemos a la carretera Chiantigiana y continuamos por unos 10 kilómetros hasta llegar a Gaiole in Chianti.
La historia de Gaiole in Chianti está vinculada a su posición en el cruce utilizado para comunicar Chianti y Valdarno, y de consecuencia, Gaiole se convirtió en la sede del mercado de los castillos cercanos. Al ser una plaza de mercado, no necesitaba muros ni fortificaciones y su centro fue destruido y reconstruido muchas veces, debido a lo cual, se han conservado pocos edificios. Es una ciudad importante dentro de la región del Chianti Classico y sus principales atractivos son las bodegas en sus alrededores, algunos hermosos castillos y parroquias.
Es posible visitar el Castillo Cacchiano, construido en el siglo XIII por la familia de los Ricasoli; el Castillo Brolio, reconstruido por el famoso arquitecto Sangallo; y el Castillo Monteluco, en la cima de una colina a pocos kilómetros de Gaiole. También vale la pena conocer la Parroquia de Spaltenna con un maravilloso crucifijo del siglo XV, el Castillo de Vertine, un pequeño pueblo medieval amurallado e incluso la Abadía de Coltibuono, un antiguo monasterio que ahora se ha convertido en una finca vinícola.
La siguiente etapa a lo largo de la carretera Chiantigiana es Siena y con esta ciudad hemos finalizado nuestro viaje.
La historia de Gaiole in Chianti está vinculada a su posición en el cruce utilizado para comunicar Chianti y Valdarno, y de consecuencia, Gaiole se convirtió en la sede del mercado de los castillos cercanos. Al ser una plaza de mercado, no necesitaba muros ni fortificaciones y su centro fue destruido y reconstruido muchas veces, debido a lo cual, se han conservado pocos edificios. Es una ciudad importante dentro de la región del Chianti Classico y sus principales atractivos son las bodegas en sus alrededores, algunos hermosos castillos y parroquias.
Es posible visitar el Castillo Cacchiano, construido en el siglo XIII por la familia de los Ricasoli; el Castillo Brolio, reconstruido por el famoso arquitecto Sangallo; y el Castillo Monteluco, en la cima de una colina a pocos kilómetros de Gaiole. También vale la pena conocer la Parroquia de Spaltenna con un maravilloso crucifijo del siglo XV, el Castillo de Vertine, un pequeño pueblo medieval amurallado e incluso la Abadía de Coltibuono, un antiguo monasterio que ahora se ha convertido en una finca vinícola.
La siguiente etapa a lo largo de la carretera Chiantigiana es Siena y con esta ciudad hemos finalizado nuestro viaje.
Este artículo fue escrito originalmente por Oriana Papadopoulos.