Desde Pontremoli hasta Lucca, 159 kilómetros para llegar al milagroso Santo Rostro
El camino del Santo Rostro surge en Pontremoli, lugar de las famosas Estatuas de estelas, cruza Toscana por unos 160 kilómetros, pasando cerca de Lunigiana, el verde Garfagnana y el Valle del Serchio Medio. El objetivo es llegar hasta la estatua de madera del Santo Rostro, venerada desde la Edad Media en todo el mundo y custodiada en Lucca en la Catedral San Martino. El camino comparte con la Vía Matildica del Santo Rostro el tramo desde Castelnuovo di Garfagnana en adelante.
Lunigiana y Garfagnana, embellecidas por los Alpes Apuanos, son fascinantes tierras fronterizas, conocidas por sus castillos y pueblos encaramados, característicos puentes de piedra, parroquias sugestivas y una riqueza naturalística que ofrece numerosas oportunidades para las excursiones.
El recorrido del Santo Rostro sigue el antiguo sendero medieval que unía los territorios longobardos del valle del Po con aquellos de Tuscia, evitando los lugares controlados por los Bizantinos. Las raíces del uso del sendero en la Edad Media se encuentran principalmente en el enfrentamiento secular entre Lucca y Pisa.
Como se mencionó precedentemente, la meta de la vía es el Santo Rostro, una estatua tallada en madera de nogal y de más de 2 metros de altura, encerrada en un pequeño templo de mármol de Carrara en la Catedral de Lucca. La estatua, que representaría el verdadero semblante de Cristo, ha sido protagonista de numerosos milagros.
Pontremoli, que representa el comienzo del viaje, te invita a admirar sus sugestivos rincones y a sumergirte en la historia de Lunigiana. El Castillo de Piagnaro, donde se encuentra el Museo de Estatuas de Estelas, domina toda la ciudad, ofreciendo un panorama espléndido del valle. El museo recoge las famosas estatuas de piedra arenisca de la figura antropomorfa, envueltas en el misterio.
En la Iglesia San Pietro encontrarás el laberinto de San Pietro, que es visitado por cientos de peregrinos, incluso aquellos que recorren la Vía Francígena.
Sube hacia el pueblo de Arzengio, una antigua fortaleza bizantina, que aún mantiene parcialmente su antigua estructura. Luego llegarás al pueblo de Ceretoli, probablemente fundado por los longobardos. Después de poco tiempo se llega a la Iglesia de Dobbiana, donde se custodian algunas imágenes y representaciones del Santo Rostro.
Una vez pasado Serravalle, el camino sube y nos ofrece un hermoso panorama: el río Magra se extiende delante tuyo, embelezado por el valle. Se desembarca en Rocca Sigillina, un feudo de los Malaspina dominado por los restos de un castillo. Luego encontrarás Lusignana, donde el museo de la civilización campesina exhibe objetos de una vida cotidiana perdida. Entre los caminos de herradura, los caminos de tierra, los castañares, verás un paisaje con numerosas aldeas pequeñas.
Por último, Bagnone te recibe con la belleza de la parte antigua del pueblo, sus iglesias y el teatro municipal.
Pontremoli, que representa el comienzo del viaje, te invita a admirar sus sugestivos rincones y a sumergirte en la historia de Lunigiana. El Castillo de Piagnaro, donde se encuentra el Museo de Estatuas de Estelas, domina toda la ciudad, ofreciendo un panorama espléndido del valle. El museo recoge las famosas estatuas de piedra arenisca de la figura antropomorfa, envueltas en el misterio.
En la Iglesia San Pietro encontrarás el laberinto de San Pietro, que es visitado por cientos de peregrinos, incluso aquellos que recorren la Vía Francígena.
Sube hacia el pueblo de Arzengio, una antigua fortaleza bizantina, que aún mantiene parcialmente su antigua estructura. Luego llegarás al pueblo de Ceretoli, probablemente fundado por los longobardos. Después de poco tiempo se llega a la Iglesia de Dobbiana, donde se custodian algunas imágenes y representaciones del Santo Rostro.
Una vez pasado Serravalle, el camino sube y nos ofrece un hermoso panorama: el río Magra se extiende delante tuyo, embelezado por el valle. Se desembarca en Rocca Sigillina, un feudo de los Malaspina dominado por los restos de un castillo. Luego encontrarás Lusignana, donde el museo de la civilización campesina exhibe objetos de una vida cotidiana perdida. Entre los caminos de herradura, los caminos de tierra, los castañares, verás un paisaje con numerosas aldeas pequeñas.
Por último, Bagnone te recibe con la belleza de la parte antigua del pueblo, sus iglesias y el teatro municipal.
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Longitud24,6 km
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Duración7h
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Desnivel en subida1138 m
La salida de Bagnone es sugestiva: se baja en una zona muy antigua del pueblo, la que en el pasado fue la puerta de acceso al castillo. El puente, desde el cual se puede admirar un espléndido panorama, te lleva a la pequeña plaza, lugar de encuentro de artesanos, comerciantes y caminantes.
Después de Panicale se llega a Monti, que antiguamente custodiaba la Parroquia Santa Maria di Venelia, reconstruida casi en su totalidad.
Se atraviesa el torrente Taverone para llegar a Pontebosio, un pequeño feudo de los Malaspina caracterizado por un gran castillo incompleto. Se continúa por un hermoso camino de herradura que se adentra en el bosque; se camina por un sendero claramente visible que te lleva hasta Olivola, un pueblo encaramado en una colina de marga.
Se llega a Fivizzano, la "Florencia de Lunigiana", que durante mucho tiempo perteneció a los Medici. El Castillo de Verrucola, claramente visible en la colina frente al pueblo, domina el valle del Rosaro.
La salida de Bagnone es sugestiva: se baja en una zona muy antigua del pueblo, la que en el pasado fue la puerta de acceso al castillo. El puente, desde el cual se puede admirar un espléndido panorama, te lleva a la pequeña plaza, lugar de encuentro de artesanos, comerciantes y caminantes.
Después de Panicale se llega a Monti, que antiguamente custodiaba la Parroquia Santa Maria di Venelia, reconstruida casi en su totalidad.
Se atraviesa el torrente Taverone para llegar a Pontebosio, un pequeño feudo de los Malaspina caracterizado por un gran castillo incompleto. Se continúa por un hermoso camino de herradura que se adentra en el bosque; se camina por un sendero claramente visible que te lleva hasta Olivola, un pueblo encaramado en una colina de marga.
Se llega a Fivizzano, la "Florencia de Lunigiana", que durante mucho tiempo perteneció a los Medici. El Castillo de Verrucola, claramente visible en la colina frente al pueblo, domina el valle del Rosaro.
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Longitud29,2 km
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Duración8 h 45 min
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Desnivel en subida777 m
Comienza en la Plaza de los Medici de Fivizzano con la hermosa fuente de pietra serena que hizo construir Cosimo III. Lentamente dejas atrás Lunigiana, una tierra fascinante caracterizada por una fuerte identidad montañosa. La dirección a seguir es la que conduce al Hospitalario San Nicolao di Tea, en la frontera con Garfagnana.
A lo largo del camino los Alpes Apuanos te harán compañía con su majestuosidad, puedes detenerte para admirar la hermosa Parroquia San Pietro en Offiano. En la fachada se puede apreciar una baldosa de mármol con la antigua figura del peregrino con su alforja. Después de unos pocos kilómetros se puede ver el Santuario de la Virgen de la Guardia.
Comienza en la Plaza de los Medici de Fivizzano con la hermosa fuente de pietra serena que hizo construir Cosimo III. Lentamente dejas atrás Lunigiana, una tierra fascinante caracterizada por una fuerte identidad montañosa. La dirección a seguir es la que conduce al Hospitalario San Nicolao di Tea, en la frontera con Garfagnana.
A lo largo del camino los Alpes Apuanos te harán compañía con su majestuosidad, puedes detenerte para admirar la hermosa Parroquia San Pietro en Offiano. En la fachada se puede apreciar una baldosa de mármol con la antigua figura del peregrino con su alforja. Después de unos pocos kilómetros se puede ver el Santuario de la Virgen de la Guardia.
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Longitud17,9 km
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Desnivel en subida1062 m
Desde el Santuario de la Virgen de la Guardia se puede disfrutar de un panorama emocionante. Giuncugnano está rodeado por los castaños, robles y hayas del Parque Nacional de los Apeninos Toscanos-Emilianos. Te llamará la atención la Iglesia San Antonio que custodia una estatua del Santo Rostro. El viaje se continúa hacia la Plaza del Serchio atravesando caminos de herradura, prados y bosques que devuelven la imagen primordial de Garfagnana. De particular belleza es El puente medieval San Michele es de una belleza particular que precede a la entrada del pueblo.
Si tienes la posibilidad de hacer un desvío, puedes visitar el Parque Orecchiella. Se prosigue hacia el sureste y se podrá ver con asombro la Fortaleza de Verrucole, un sitio medieval muy importante que domina el pequeño pueblo de Verrucole. Para ir a Castelnuovo di Garfagnana se atraviesa San Romano, Sambuca y se llega hasta Pontecosi costeando el lago homónimo.
Desde el Santuario de la Virgen de la Guardia se puede disfrutar de un panorama emocionante. Giuncugnano está rodeado por los castaños, robles y hayas del Parque Nacional de los Apeninos Toscanos-Emilianos. Te llamará la atención la Iglesia San Antonio que custodia una estatua del Santo Rostro. El viaje se continúa hacia la Plaza del Serchio atravesando caminos de herradura, prados y bosques que devuelven la imagen primordial de Garfagnana. De particular belleza es El puente medieval San Michele es de una belleza particular que precede a la entrada del pueblo.
Si tienes la posibilidad de hacer un desvío, puedes visitar el Parque Orecchiella. Se prosigue hacia el sureste y se podrá ver con asombro la Fortaleza de Verrucole, un sitio medieval muy importante que domina el pequeño pueblo de Verrucole. Para ir a Castelnuovo di Garfagnana se atraviesa San Romano, Sambuca y se llega hasta Pontecosi costeando el lago homónimo.
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Longitud24,5 km
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Duración6h 30 min
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Desnivel en subida371 m
Castelnuovo di Garfagnana es el pueblo de intersección con la vía Matildica. Puedes admirar la Fortaleza Ariostesca desde la cual el poeta Ludovico Ariosto gobernó Garfagnana.
Una vez pasado Cascio, se llega a Gallicano, cruce de la Vía del Santo Rostro, gracias a la unión continua y secular con Lucca (en los Estatutos de Lucca de 1450 figura el Santo Rostro) y patria de Domenico Bertini, que encargó el pequeño Templo del Santo Rostro en la Catedral San Martino.
Por último se llega a Barga, un lugar conocido por los tristes acontecimientos durante la Segunda Guerra Mundial. Aquí los signos de la lucha de los partisanos son reconocibles, a través de los restos de las trincheras y las lápidas. La ciudad, reconocida turísticamente con la Bandiera Arancione, está rodeada de un hermoso paisaje rural.
Castelnuovo di Garfagnana es el pueblo de intersección con la vía Matildica. Puedes admirar la Fortaleza Ariostesca desde la cual el poeta Ludovico Ariosto gobernó Garfagnana.
Una vez pasado Cascio, se llega a Gallicano, cruce de la Vía del Santo Rostro, gracias a la unión continua y secular con Lucca (en los Estatutos de Lucca de 1450 figura el Santo Rostro) y patria de Domenico Bertini, que encargó el pequeño Templo del Santo Rostro en la Catedral San Martino.
Por último se llega a Barga, un lugar conocido por los tristes acontecimientos durante la Segunda Guerra Mundial. Aquí los signos de la lucha de los partisanos son reconocibles, a través de los restos de las trincheras y las lápidas. La ciudad, reconocida turísticamente con la Bandiera Arancione, está rodeada de un hermoso paisaje rural.
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Longitud14,4 km
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Duración4h
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Desnivel en subida455 m
La Catedral de Barga, dedicada a San Cristoforo, es tan imponente que parece una fortaleza. Al sonido de sus campanas, Giovanni Pascoli dedicó algunos de sus versos poéticos. A lo largo del camino (sugestivo por el hermoso panorama) se encuentra la milenaria parroquia románica Santa Maria a Barga, llamada Parroquia de Loppia.
Ghivizzano te acoge con la torre de Castruccio Castracani, conocido hombre de armas y estratega de Lucca. Desde Ghivizzano, después de unos cuantos caminos de tierra, se atraviesa el río Serchio por el puente de carretera.
Continuando encontrarás a la izquierda el legendario Puente Maddalena o Puente del Diablo de Borgo a Mozzano.
La Catedral de Barga, dedicada a San Cristoforo, es tan imponente que parece una fortaleza. Al sonido de sus campanas, Giovanni Pascoli dedicó algunos de sus versos poéticos. A lo largo del camino (sugestivo por el hermoso panorama) se encuentra la milenaria parroquia románica Santa Maria a Barga, llamada Parroquia de Loppia.
Ghivizzano te acoge con la torre de Castruccio Castracani, conocido hombre de armas y estratega de Lucca. Desde Ghivizzano, después de unos cuantos caminos de tierra, se atraviesa el río Serchio por el puente de carretera.
Continuando encontrarás a la izquierda el legendario Puente Maddalena o Puente del Diablo de Borgo a Mozzano.
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Longitud17.8 km
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Desnivel en subida330 m
Dejando el pueblo de Borgo a Mozzano, sede del Museo de la Memoria y prosiguiendo al suroeste hacia la aldea Diecimo , se encuentra la antigua Parroquia Santa Maria, construida por Matilde di Canossa. Una vez superada la localidad San Donato , debes dirigirte hacia Ponte a Moriano. Siguiendo las orillas del río Serchio, dejando las montañas atrás, se llega a las puertas de la maravillosa ciudad de Lucca. Las murallas históricas rodean una ciudad de iglesias como San Frediano y plazas fascinantes como el Anfiteatro.
En la Catedral San Martino está custodiada la Santa Estatua, codiciada meta del camino.
Dejando el pueblo de Borgo a Mozzano, sede del Museo de la Memoria y prosiguiendo al suroeste hacia la aldea Diecimo , se encuentra la antigua Parroquia Santa Maria, construida por Matilde di Canossa. Una vez superada la localidad San Donato , debes dirigirte hacia Ponte a Moriano. Siguiendo las orillas del río Serchio, dejando las montañas atrás, se llega a las puertas de la maravillosa ciudad de Lucca. Las murallas históricas rodean una ciudad de iglesias como San Frediano y plazas fascinantes como el Anfiteatro.
En la Catedral San Martino está custodiada la Santa Estatua, codiciada meta del camino.
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Longitud30.7 km
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Desnivel en subida695 m