Aulla se encuentra en Lunigiana, a pocos kilómetros de la frontera con Liguria, en una estrecha franja de tierra en la confluencia del río Magra y el torrente Aulella, lugar decisivo para la vida civil y religiosa de toda la zona antes del año 1000. En aquella época, Aulla ya era un pequeño pueblo y su importancia estaba vinculada a su posición central a lo largo de la Vía Francígena, tanto como camino de peregrinación como arteria comercial. El centro del pueblo desempeñaba un papel importante en la defensa de los caminos que conducían de Lucca y Liguria al Paso de Cisa.