Casciana es un pequeño pueblo de contornos verdes y armoniosos, con casas antiguas y soleadas. Esta localidad es, por supuesto, conocida por sus famosos manantiales termales, cuyas aguas, con características de bicarbonato-sulfato-calcio, fluyen a una temperatura de 35,7° y son conocidos por sus notables cualidades terapéuticas. Su vocación por el bienestar es historia antigua. De hecho, la primera terma fue construida en el 1311 por Federico de Montefeltro.
El territorio también ofrece una importante propuesta cultural. Pasear por Lari te hará sentir en una atmósfera del pasado, con la elegancia y la clase de un pueblo con sus baños termales. Aquí te sorprenderán las imponentes murallas que, con sus tres puertas de acceso, rodean el inmenso Castillo de los Vicarios, una hermosa fortaleza medieval.
Debido a su posición, el castillo fue un importante presidio militar de la República de Pisa, pero más tarde se convirtió en la residencia de los Vicarios, gobernadores y miembros de las familias florentinas. Hoy el complejo es la sede del Museo Filippo Baldinucci, donde se exponen vestigios etruscos y romanos, terracotas vidriadas de los de la Robbia y frescos renacentistas. Además, se pueden visitar el Salón de los Tormentos, las prisiones y las áreas subterráneas que, según la leyenda, siguen siendo habitadas por el fantasma de Rosso della Paola, encarcelado aquí por sus ideas políticas.
La aldea de Perignano es conocida como Ciudad del Mobiliario y por este motivo es reconocida a nivel nacional gracias a sus fábricas de muebles y a sus numerosas salas de exposición.
Alrededor del pueblo hay una red de senderos que permite descubrir paisajes interesantes y pequeñas localidades como Usigliano donde hay una interesante Museo de Actividades Agrícolas o Casciana Alta con la Iglesia románica San Nicola en Sessana y el Oratorio Madonna de la Cava.