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El pueblo de Casola in Lunigiana
Photo © Davide Papalini
Photo © Davide Papalini

Casola in Lunigiana

La puerta Lunigiana en el Parque de los Apuanos, inmersa en un bellísimo paisaje salvaje

Casola, del romano "Casuli", es un pequeño y bonito pueblo que por su ubicación, es considerado la puerta de acceso al Parque de los Alpes Apuanos del lado de Lunigiana. Inmerso en un paisaje de bellezas naturalísticas y panoramas salvajes, Casola se encuentra en en la cima de un espolón rocoso en el cauce alto del río Aulella y a muy poca distancia del río Tassonaro, extiendiéndose sobre un territorio que abarca tanto la cadena de los Apeninos como aquella de los Apuanos, a lo largo de la zona fronteriza entre Lunigiana y Garfagnana.

El pueblo, que durante mucho tiempo perteneció a los Malaspina  de Fosdinovo, ha estado particularmente  vinculado al Municipio de Fivizzano, desde el Siglo XV hasta el XIX, cuando, en el 1841, pasó a formar parte del Ducado de Módena. En el 1859 Casola fue finalmente incluida en la Provincia de Massa-Carrara, mientras que en el 1863 asumió su nombre actual.

Qué puedes ver en Casola in Lunigiana

El pueblo fortificado se desarrolló en el Siglo XV en torno a un castillo del que sólo se conservan una bella torre cilíndrica y algunos restos de las murallas. El antiguo Palacio Municipal es ahora la sede de la Museo del territorio del Alto Valle de Aulella, donde se conservan los restos de los asentamientos humanos en Lunigiana desde el Paleolítico Inferior. El pueblo está muy bien conservado y es sugestivo con palacios señoriales, elegantes portales y tiendas de estilos medieval y renacentista.

A lo largo del camino que unía Val di Magra con Garfagnana, como testimonio de la gran cantidad de mercaderes y peregrinos que pasaban por estos lugares, se erigió el Hospital San Nicolao de Tea, del cual hoy en día sólo quedan unas pocas ruinas.

En los alrededores de Casola también se pueden admirar las hermosas Parroquias Santos Cornelio y Cipriano en Codiponte, en una zona donde hay muchos vestigios arqueológicos; y la Parroquia San Pietro a Offiano, ambas de estilo románico. También hay pequeños y hermosos pueblos que adornan el paisaje, como Regnano, Ugliancaldo y Castiglioncello.

El pueblo fortificado se desarrolló en el Siglo XV en torno a un castillo del que sólo se conservan una bella torre cilíndrica y algunos restos de las murallas. El antiguo Palacio Municipal es ahora la sede de la Museo del territorio del Alto Valle de Aulella, donde se conservan los restos de los asentamientos humanos en Lunigiana desde el Paleolítico Inferior. El pueblo está muy bien conservado y es sugestivo con palacios señoriales, elegantes portales y tiendas de estilos medieval y renacentista.

A lo largo del camino que unía Val di Magra con Garfagnana, como testimonio de la gran cantidad de mercaderes y peregrinos que pasaban por estos lugares, se erigió el Hospital San Nicolao de Tea, del cual hoy en día sólo quedan unas pocas ruinas.

En los alrededores de Casola también se pueden admirar las hermosas Parroquias Santos Cornelio y Cipriano en Codiponte, en una zona donde hay muchos vestigios arqueológicos; y la Parroquia San Pietro a Offiano, ambas de estilo románico. También hay pequeños y hermosos pueblos que adornan el paisaje, como Regnano, Ugliancaldo y Castiglioncello.

En los alrededores

Conocida por la historia, el folclore y la extraordinaria cultura humanística, Fivizzano, en provincia de Massa Carrara, es uno de los pueblos más interesantes de Lunigiana. De hecho, el pueblo debe su fortuna a su posición estratégica, ya que se encuentra en la carretera entre Lucca y Parma, la antigua Vía Nuova Clodia. Además de admirar las poderosas murallas construidas por Cosimo de los Medici en el 1540, en las afueras de Fivizzano, nos encontramos con el Castillo de Verrucola, que fue la residencia del escultor Pietro Cascella. 

A unos pocos kilómetros de distancia, seguramente vale la pena visitar Equi Terme, un famoso centro termal donde se pueden descubrir sus hermosas grutas.

Los amantes de la naturaleza pueden disfrutar de excursiones en el verde y al aire libre dentro del Parque Nacional de los Apeninos Toscanos-Emilianos y el Parque Regional de los Alpes Apuanos

Conocida por la historia, el folclore y la extraordinaria cultura humanística, Fivizzano, en provincia de Massa Carrara, es uno de los pueblos más interesantes de Lunigiana. De hecho, el pueblo debe su fortuna a su posición estratégica, ya que se encuentra en la carretera entre Lucca y Parma, la antigua Vía Nuova Clodia. Además de admirar las poderosas murallas construidas por Cosimo de los Medici en el 1540, en las afueras de Fivizzano, nos encontramos con el Castillo de Verrucola, que fue la residencia del escultor Pietro Cascella. 

A unos pocos kilómetros de distancia, seguramente vale la pena visitar Equi Terme, un famoso centro termal donde se pueden descubrir sus hermosas grutas.

Los amantes de la naturaleza pueden disfrutar de excursiones en el verde y al aire libre dentro del Parque Nacional de los Apeninos Toscanos-Emilianos y el Parque Regional de los Alpes Apuanos

Eventos

Casola in Lunigiana está incluida en la Vía de las Ferias Medievales, una serie de fiestas evocativas que se realizan en los meses entre julio y agosto de cada año. Hay otras tres ferias tradicionales que son importantes: la primera se celebra en abril en Casola, la segunda en junio en la aldea de Equi, y en septiembre en Codiponte.

Casola in Lunigiana está incluida en la Vía de las Ferias Medievales, una serie de fiestas evocativas que se realizan en los meses entre julio y agosto de cada año. Hay otras tres ferias tradicionales que son importantes: la primera se celebra en abril en Casola, la segunda en junio en la aldea de Equi, y en septiembre en Codiponte.

Platos y productos típicos

Explorar Lunigiana también significa descubrir las delicias de la exquisita cocina local. Por ejemplo, marocca de Casola es un pan tradicional hecho con harina de castañas, harina de trigo y patatas cocidas.
Los gastrónomos pueden probar los testaroli al pesto, panigacci, amor con crema y muchos otros productos típicos que se elaboran siguiendo antiguas recetas, que todavía se transmiten de generación en generación.

Explorar Lunigiana también significa descubrir las delicias de la exquisita cocina local. Por ejemplo, marocca de Casola es un pan tradicional hecho con harina de castañas, harina de trigo y patatas cocidas.
Los gastrónomos pueden probar los testaroli al pesto, panigacci, amor con crema y muchos otros productos típicos que se elaboran siguiendo antiguas recetas, que todavía se transmiten de generación en generación.

Lunigiana

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Todo el encanto y los matices de una tierra milenaria, fronteriza pero con una naturaleza infinita
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