Antiguo pueblo etrusco, Castiglioncello domina un pequeño promontorio que es la última parte de las montañas de Livorno. Lugar turístico de prestigio internacional, que algunos han rebautizado con vehemencia como la "perla del Tirreno", Castiglioncello tiene un encanto persistente.
Acantilados rojos con vistas al mar, bahías protegidas, playas y calas bañadas por agua cristalina, un hermoso pinar capaz de inspirar a artistas, pintores, escritores y poetas, Castiglioncello sabe cómo acoger a los visitantes. También le fascinó a Alberto Sordi, que compró una lujosa villa en el paseo marítimo de Castiglioncello donde le gustaba pasar sus "maravillosas vacaciones".