En el punto donde el río Comano desemboca en Sieve, surge el pueblo Dicomano. La variedad es la característica más importante del paisaje circundante: hay escenarios típicos de la montaña, específicamente de Mugello, así como aspectos del fondo del valle, típicos de Val di Sieve. En Dicomano las alturas de los Apeninos descienden hacia las colinas dejando, en la ladera, bosques muy verdes de hayas, robles y castaños. En los reflejos de las campañas se pueden ver por alrededor caseríos o villas antiguas, entre algunos olivares e hileras de viñas. Fue a través del trabajo secular del hombre que este territorio muestra ciertos rasgos indelebles que hoy podemos admirar. Aquí, los elementos artísticos y arquitectónicos se fusionan a los del entorno natural.