La vida del pueblo siempre ha estado vinculada al mar y a la pesca, cuando en la isla se producía y exportaba atún salado. A lo largo de este tramo de costa funcionaba una de las dos últimas almadrabas que quedaban activas en la isla, que anteriormente se encontraban en varios puntos de la costa como Linguella, Bagnaia, Enfola, así como en Marciana Marina.
El 24 de junio de 1958 tuvo lugar la última matanza en Enfola: el pescado pesaba 22 toneladas, pero el 25 de junio una corriente muy fuerte destruyó la almadraba, transformando las redes y los cordones en una gran bola inextricable.