Monsummano es ciertamente conocido por sus preciosas fuentes termales, alimentadas por aguas cálidas que permiten disfrutar de baños beneficiosos y relajantes. Junto con los manantiales, conocidos desde la época de los antiguos romanos, la característica especial que distingue a este lugar de relax es, sin duda, la presencia de la Gruta Giusti: una espectacular forma kárstica subterránea, famosa por su belleza y los efectos terapéuticos de sus baños de vapor.
El núcleo histórico de Monsummano Terme, dominado por la imponente colina de Monsummano Alto, donde antaño se levantaba el antiguo pueblo amurallado, debe su creación al Gran Duque Ferdinando I de Medici, quien hizo construir la Iglesia Maria Santissima de Fontenuova en 1602. La poderosa familia conocía muy bien el territorio, ya que utilizaba las grandes propiedades ducales cercanas al Castillo de Montevettolini como coto de caza. Y fue precisamente en la antigua villa fortificada donde Fernando I mismo, encargó la construcción de la imponente villa que aún hoy domina el altozano.