Perdido en las Colinas Metalíferas, escondido entre bosques de castaños, surge el pueblo medieval de Monterotondo Marittimo, que debe su nombre, Mons Ritundus, a la forma cónica de la colina en la que se encuentra. El territorio de este municipio marca el punto de intersección de tres provincias diferentes: Pisa, Livorno y Grosseto.
Rodeado por el matorral mediterráneo, que se extiende hacia el mar, es una meta perfecta para todos los amantes del aire limpio y las bellezas naturales.
El origen del pueblo es seguramente medieval, demostrado tanto por las características de las calles estrechas como por la conformación de la zona edificada. De hecho, las casas están adosadas unas a otras y las construcciones más externas fueron construidas sobre las murallas defensivas.
En el territorio también hay manantiales de agua bicarbonato-cálcica que brota a 43°, utilizada, hasta hace pocos años, en las Termas del Bagnolo.