El perímetro del castillo está rodeado por imponentes muros, de hasta 15 metros de altura, que conservan el recinto amurallado original en las secciones norte y sur, y en particular en la Garita, la única torre de vigilancia que queda. Desde aquí se puede disfrutar de un maravilloso panorama que va desde la llanura de Cecina hasta el Mar Tirreno.
En el centro de la ciudad está la Plaza Matteotti, donde se encuentra la casa donde nació el famoso escultor Italo Griselli. Además, se pueden admirar los palacios de las familias nobles del lugar, como los Marchionneschi, los Ridolfi y, por último, el Palacio Guerrini, que actualmente es la sede del municipio.
No dejes de visitar la Iglesia Santísima Anunciada, la Plaza del Castillo con la Iglesia Santa María Assunta, que domina el pueblo desde una posición panorámica.