Orbetello

Visitando el centro histórico se pueden apreciar monumentos antiguos como el recinto amurallado que rodea la ciudad.
Estos baluartes son de origen etrusco y fueron reforzados en el siglo XVI, cuando los españoles los completaron con la apertura de las imponentes puertas y la construcción de la fortaleza.

También es digna de mención la Catedral Santa Maria Assunta, cuya límpida fachada está decorada por un hermoso rosetón, al que, según algunos, podría incluso atribuirse el nombre de la ciudad.
De hecho, el rosetón habría hecho pensar en el Duomo de Orvieto, rebautizando así la ciudad lagunar de Orvietello, o sea, la pequeña Orvieto. Es perfecto tomar una foto del sugestivo molino español, situado en medio de las tranquilas aguas de la laguna.

Una vez aquí, sin duda vale la pena explorar los alrededores del pueblo, llenos de lugares característicos y encantadores, como el puerto de Talamone, un pintoresco y solitario pueblo de pescadores. Reunidos en un promontorio rocoso en torno a una fortaleza del siglo XV, se pueden disfrutar de sugestivas vistas panorámicas de la costa del Tirreno y de las islas, en particular de la Isla de Giglio. 

De gran importancia es el parque arqueológico de Ansedonia, hoy en día un lugar de veraneo famoso, en cuyo territorio se han encontrado restos arqueológicos de la ciudad Cosa, una importante colonia romana del siglo III a.C. 

En la orilla que baña este pequeño promontorio se encuentra también  Tagliata Etrusca, una hendidura en la roca, cerca de la cual también se puede visitar la llamada Spacco della Regina, una profunda cueva donde se puede entrar y descubrir un lugar fascinante y misterioso lugar de aspecto mitológico.

Un evento típico local es la Carrera de Barcos, una regata con las embarcaciones típicas de la laguna que se contiende entre los cinco barrios de Orbetello y que se celebra cada año en el mes de mayo. Es una tradición muy antigua, de hecho la primera edición parece haber tenido lugar en el 1768 con motivo del matrimonio entre Fernando IV de Nápoles y María Carolina de Austria.

En febrero también celebramos el Carnevaletto da tre soldi, un desfile de carros y grupos con máscaras, para celebrar el festival más colorido del año.

El principal recurso de la ciudad siempre ha sido la pesca, bastante cómoda en las bajas aguas de la laguna. Cuenta la leyenda que la gente de Orbetello, vagamente inclinados a la pereza, teniendo solamente que remar por el bajo lago para conseguir comida, nunca se habrían preocupado demasiado por la rudeza de la vida, pero historias aparte, el pescado de esta laguna es conocido por su excelente calidad y la exquisitez de los platos que han sabido crear.

Prueba los productos típicos como la anguila ahumada, una comida de sabor crocante y ligeramente ácido que será un aperitivo único al atardecer, tal vez enmarcado por un hermoso vuelo de flamencos en la Laguna.