Prato es una ciudad que nunca dejará de sorprender y es perfecta para los amantes de las destinaciones menos turísticas.
La ciudad combina el encanto antiguo del centro histórico con la alternativa del barrio moderno de negocios y arte contemporánea, en un itinerario que va desde la Edad Media hasta la Vanguardia.
La tradición y la innovación se unen para formar una fuerte combinación que ha hecho de Prato, en los últimos años, una moderna metrópolis multicultural. Como toda ciudad en fermentación, el conocimiento también pasa a través de sus comunidades: aquí es importante y está bien arraigado en el territorio, aquella china.
Además es una ciudad textil que siempre ha inspirado las colecciones de tejidos, orientando la moda y las elecciones de las grandes marcas con la excelencia de sus producciones.