El otoño en Toscana ofrece muchos espectáculos naturales y eventos dedicados a la gastronomía y al vino. Desde la magia del follaje en los bosques del Casentino y del Monte Amiata, pasando por las numerosas fiestas de la castaña en Mugello.
Para los amantes de la naturaleza, recomendamos pasar unos días en Chianti: un paisaje de postal entre armoniosas colinas y viñedos, que puedes también recorrer en bicicleta. A lo largo de los senderos y de los pequeños caminos rurales hay siempre algo para descubrir: abadías, iglesias, castillos y villas se alternan en una sucesión de vistas de cuento de hadas. Entre los recorridos ideales en esta estación están los caminos del vino, donde uno puede aventurarse entre las tradiciones antiguas y los sabores de la buena cocina toscana.
Paisajes sugestivos donde se encuentran las joyas de Toscana, a menudo encaramadas en colinas verdes. Desde la fortaleza medieval en Anghiari, uno de los pueblos más bellos de Italia hasta el pintoresco centro histórico en San Gimignano de estilo inconfundible, declarado Patrimonio de la Humanidad por UNESCO. Y otra vez Volterra fascinante por sus características medievales que conviven con evidencias etruscas o Cortona, un agradable descubrimiento entre itinerarios de arte y elegantes villas señoriales.
Una verdadera ruta entre las bellezas de Toscana que no deja de lado los trayectos que conducen a las termas: una mezcla de antiguas tradiciones y nuevos métodos combinados con elegantes centros y hermosos paisajes. El éxito de los balnearios termales toscanos se debe principalmente a las fuentes y manantiales ricos en elementos naturales con importantes propiedades terapéuticas.