Chianti DOCG
Uno de los vinos toscanos más famosos del mundo
El Chianti ha sido siempre el vino toscano por excelencia, un producto que ha hecho famosa a su región de origen en todo el mundo y que todavía hoy, a pesar de sus muchos tipos procedentes de diferentes zonas de producción, mantiene el prestigio de la enología italiana en los mercados internacionales. Incluso si alguien le llama en broma Chiantishire por la alta asistencia de ingleses y americanos.
El Chianti DOCG se puede producir en varias partes de la Toscana, que forman la mayor región vitivinícola italiana, con la participación total o parcial de más de 100 municipios de las provincias de Arezzo, Florencia, Pisa, Pistoia, Prato y Siena.
La primera delimitación del vino Chianti se remonta a 1932, mientras que la denominación de origen controlada se remonta a 1967 y en 1984 se reconoció la denominación de origen controlada y garantizada. La denominación "Chianti" puede completarse con la especificación de Superiore y con las especificaciones geográficas Colli Aretini, Colli Fiorentini, Colli Senesi, Colline Pisane, Montalbano, Rufina y Montespertoli, correspondientes a sus respectivas subzonas geográficas.
Viñas
Las cepas fundamentales que contribuyen a la formación del viñedo del Chianti son las siguientes: Sangiovese (mínimo 75%), Canaiolo nero (hasta 10%), Trebbiano toscano y Malvasía del Chianti (hasta 10%), uvas rojas complementarias (hasta 10%). El rendimiento máximo de uva por hectárea es de 90 quintales, que desciende a 80 para las subzonas y a 75 para la especificación Superior.
El vino de Chianti no podrá despacharse al consumo antes del 1 de marzo de la añada siguiente a la de producción de la uva, con excepción de Chianti Colli Fiorentini, Rufina y Superiore, en cuyo caso la fecha de despacho al consumo comienza el 1 de septiembre, y Chianti Montespertoli, en cuyo caso la fecha de despacho al consumo comienza el 1 de junio. El tipo Riserva debe ser envejecido durante al menos dos años, a partir del 1 de enero siguiente al año de producción de la uva, con un mínimo de tres meses de envejecimiento en botella.
Las cepas fundamentales que contribuyen a la formación del viñedo del Chianti son las siguientes: Sangiovese (mínimo 75%), Canaiolo nero (hasta 10%), Trebbiano toscano y Malvasía del Chianti (hasta 10%), uvas rojas complementarias (hasta 10%). El rendimiento máximo de uva por hectárea es de 90 quintales, que desciende a 80 para las subzonas y a 75 para la especificación Superior.
El vino de Chianti no podrá despacharse al consumo antes del 1 de marzo de la añada siguiente a la de producción de la uva, con excepción de Chianti Colli Fiorentini, Rufina y Superiore, en cuyo caso la fecha de despacho al consumo comienza el 1 de septiembre, y Chianti Montespertoli, en cuyo caso la fecha de despacho al consumo comienza el 1 de junio. El tipo Riserva debe ser envejecido durante al menos dos años, a partir del 1 de enero siguiente al año de producción de la uva, con un mínimo de tres meses de envejecimiento en botella.
Características organolépticas
Las características del Chianti son: color rojo rubí vivo, que tiende a granate con la crianza; sabor armonioso, seco, sápido, ligeramente tánico, que se afina con el tiempo hasta llegar a suave aterciopelado; aroma intensamente vinoso, a veces con olor a violeta y con un carácter más pronunciado de elegancia en la fase de crianza.
El contenido mínimo de alcohol es de 11,5% y 12% para algunas subzonas (Colli Fiorentini, Rufina y Montespertoli), para el Chianti Superiore y para el Riserva. En el caso del Chianti Riserva referido a las subzonas, el contenido mínimo de alcohol es de 12,5%.
Las características del Chianti son: color rojo rubí vivo, que tiende a granate con la crianza; sabor armonioso, seco, sápido, ligeramente tánico, que se afina con el tiempo hasta llegar a suave aterciopelado; aroma intensamente vinoso, a veces con olor a violeta y con un carácter más pronunciado de elegancia en la fase de crianza.
El contenido mínimo de alcohol es de 11,5% y 12% para algunas subzonas (Colli Fiorentini, Rufina y Montespertoli), para el Chianti Superiore y para el Riserva. En el caso del Chianti Riserva referido a las subzonas, el contenido mínimo de alcohol es de 12,5%.
Gastronomía
Algunos tipos de vino Chianti, pueden consumirse como vino joven, fresco y agradable al paladar, pero también es bien conocida, para algunas zonas, la vocación a una crianza media y larga, con la que adquiere aromas y sabores inconfundibles. En su gran variedad, el Chianti es un vino para cada ocasión. En algunas zonas se producen vinos jóvenes aptos para "toda la comida", así como para primeros platos con salsas de ragú, cocidos y estofados, en otras, vinos más estructurados, de crianza moderada, que acompañan bien aves y asados de carne blanca; por último, los vinos de gran carácter, alcohol y crianza, cuya combinación más adecuada es con asados, caza y quesos curados. En realidad, un Chianti joven puede ser un acompañamiento digno, incluso para un sabroso cacciucco.
Info: consorziovinochianti.it
Algunos tipos de vino Chianti, pueden consumirse como vino joven, fresco y agradable al paladar, pero también es bien conocida, para algunas zonas, la vocación a una crianza media y larga, con la que adquiere aromas y sabores inconfundibles. En su gran variedad, el Chianti es un vino para cada ocasión. En algunas zonas se producen vinos jóvenes aptos para "toda la comida", así como para primeros platos con salsas de ragú, cocidos y estofados, en otras, vinos más estructurados, de crianza moderada, que acompañan bien aves y asados de carne blanca; por último, los vinos de gran carácter, alcohol y crianza, cuya combinación más adecuada es con asados, caza y quesos curados. En realidad, un Chianti joven puede ser un acompañamiento digno, incluso para un sabroso cacciucco.
Info: consorziovinochianti.it