Panigaccio de Podenzana
Un plato antiguo, típico de Lunigiana
El Panigaccio de Podenzana es una especie de pan sin levadura, típico de Lunigiana, que se cuece en una terrina especial de terracota, llamada "testo", al rojo vivo sobre una hoguera o en un horno de leña.
Un alimento muy antiguo, sencillo, identificable y vinculado a su territorio.
El término panigaccio puede derivar de panìco o panìgo (Setaria Italica), un cereal pobre cultivado ya en la antigüedad en el Valle del Río Magra, que junto con la harina de castañas constituyó durante siglos una de las principales fuentes de alimentación de las comunidades locales.
Precisamente la recuperación y el uso de los granos antiguos es una de las actividades más importantes y valiosas relacionadas con esta tipicidad, que conserva y promueve la Asociación Panigaccio Podenzana, la comunidad y los restauradores locales.
Hoy en día, el panigaccio de Lunigiana es un alimento difundido y popular incluso más allá de las fronteras de Podenzana, pero su origen y su autenticidad siguen estando estrechamente vinculados a estos lugares y a esta identidad.
Características
El panigaccio tiene una forma redonda, un diámetro de unos 15 cm y un color blanco dorado.
Tiene un aroma fragante, parecido a aquel del pan.
La harina de trigo se mezcla con sal y agua hasta obtener una masa densa. Se cocina en pocos minutos apilando uno sobre el otro los "testi" ardientes sobre un fuego vivo de leña y llenándolos con la masa.
El panigaccio tiene una forma redonda, un diámetro de unos 15 cm y un color blanco dorado.
Tiene un aroma fragante, parecido a aquel del pan.
La harina de trigo se mezcla con sal y agua hasta obtener una masa densa. Se cocina en pocos minutos apilando uno sobre el otro los "testi" ardientes sobre un fuego vivo de leña y llenándolos con la masa.
Gastronomía
La forma más tradicional de comer los panigacci es acompañarlos aún calientes con embutidos y quesos, pero también se pueden comer como primer plato, escaldados en agua hirviendo con pesto, salsa de carne o salsa de setas. La versión dulce con crema de avellanas también es popular en los locales más tradicionales.
La forma más tradicional de comer los panigacci es acompañarlos aún calientes con embutidos y quesos, pero también se pueden comer como primer plato, escaldados en agua hirviendo con pesto, salsa de carne o salsa de setas. La versión dulce con crema de avellanas también es popular en los locales más tradicionales.