Pesca Regina de Londa
Un melocotón tardío toscano, salvado de la extinción y ahora revalorizado
En la zona de Londa, en la provincia florentina entre el Valle del Sieve y el Mugello, a una altitud entre los 100 y 700 metros sobre el nivel del mar, se cultiva un melocotón muy especial, "tardío" (es decir, maduro a mediados de septiembre), de pulpa muy dulce y blanca que lleva el nombre de Pesca Regina di Londa.
Las primeras noticias de esta fruta única se remontan a mediados del siglo pasado, cuando un experto cultivador, Alfredo Leoni, descubrió el vínculo entre la tierra de la zona de Londa y estos melocotones.
Características
La Regina di Londa, que estaba en peligro de desaparecer de los cultivos locales, está hoy protegida como presidio Slow Food, y como tal es apoyada y valorada.
El cultivo de la fruta tardía implica muchos riesgos causados por el cambio climático, y es por esta razón que hoy en día, solo se producen mil quintales de producto al año. Además de la ayuda de Slow Food, la pesca Regina di Londa cuenta también con el apoyo de una asociación de pequeños agricultores de la zona, que se han unido para crear un conjunto de normas de cultivo que defiendan la producción de melocotones.
La Regina di Londa, que estaba en peligro de desaparecer de los cultivos locales, está hoy protegida como presidio Slow Food, y como tal es apoyada y valorada.
El cultivo de la fruta tardía implica muchos riesgos causados por el cambio climático, y es por esta razón que hoy en día, solo se producen mil quintales de producto al año. Además de la ayuda de Slow Food, la pesca Regina di Londa cuenta también con el apoyo de una asociación de pequeños agricultores de la zona, que se han unido para crear un conjunto de normas de cultivo que defiendan la producción de melocotones.
Gastronomía
La dulzura de los melocotones de Londa los hace muy aptos para la elaboración de mermeladas, pero según muchos, la mejor forma de consumirlos es directamente del árbol, cuando están más frescos y perfumados.
La dulzura de los melocotones de Londa los hace muy aptos para la elaboración de mermeladas, pero según muchos, la mejor forma de consumirlos es directamente del árbol, cuando están más frescos y perfumados.
