Toscana es una de las regiones italianas artesanales por excelencia. Un lugar privilegiado donde la creatividad, el sentido estético y la aptitud han sabido representarse en modo excelente en objetos.
"Saber utilizar las manos" siguiendo los procedimientos tradicionales o experimentando técnicas innovadoras es un patrimonio precioso de nuestra economía sentimental y material. Cada territorio toscano alberga tesoros artesanales de inestimable valor, fruto de la destreza aplicada a los materiales sugeridos por el territorio: del hierro forjado al bronce trabajado, el oro y la plata, de la cerámica al soplado y cincelado del vidrio y el cristal, de la elaboración de la lana, la seda y el encaje a la piedra y la cantería, la escayola, la madera, el papel y el cuero.
Estas producciones se inspiran en el respeto a las peculiaridades de cada zona geográfica, en plena armonía con un paisaje "a escala humana".
Toscana es rica en pequeñas realidades artesanales, tanto en los pueblos como en las calles de sus ciudades. A través de una serie de itinerarios adaptados específicamente al territorio, aún es posible viajar en busca de antiguos oficios, historias y personajes para conocer y admirar el trabajo de los "maestros" en sus talleres.
Así, en la provincia de Florencia, se puede conocer y tocar la cerámica de Montelupo, una actividad conocida desde la Edad Media; o bien, visitar los talleres de orfebrería y los laboratorios de perfumería; en Casentino encontramos el hierro forjado y el paño de lana; en los alrededores de Pisa, el cuero y el alabastro de Volterra; en Siena podemos apreciar el cristal y la terracota de Asciano. ¿Y que podemos decir del tejido de Prato? La producción en telares satisface una amplia gama de necesidades: desde las prendas de vestir para la alta costura hasta diversos tipos de tejidos para la industria del mueble y el calzado.