Uno de los pueblos más fascinantes y enigmáticos de la antigüedad, los etruscos, han dejado preciosas huellas en la Toscana.
Su país de origen es desconocido, pero desde el siglo IX al I a.C. se establecieron en el centro de Italia entre los ríos Arno y Tíber y aquí fundaron una civilización refinada y poderosa, que extendió su dominio desde la Toscana hasta el Valle del Po y el Lacio.
Amantes del arte, especialmente en la elaboración de terracota y metales, dejaron espléndidas obras de arte, junto con ciudades y pueblos que aún conservan la huella de su paso. En Toscana se encuentran seis de las doce ciudades que conformaban la Dodecápolis etrusca y que conservan preciosos testimonios de esta civilización.
Chiusi fue una de las principales ciudades etruscas,y en sus alrededores se han encontrado numerosos enterramientos de la época, además de la impresionante obra hidráulica conocida como el laberinto de Porsenna que todavía se puede recorrer.
En Cortona, el Museo de la Academia Etrusca MAEC conserva gran cantidad de restos etruscos encontrados entre el Valle del Tevere y el Valle de Chiana y procedentes de las tumbas nobles de Sodo y Camucia.
En Arezzo fue hallada la famosa Quimera, ahora en el Museo Arqueológico de Florencia, mientras que en la ciudad vale la pena visitar, el Museo Arqueológico Nacional "Gaio Cilnio Mecenate" con las joyas etruscas de la necrópolis de Poggio del Sole.
En Fiesole, el área arqueológica y el museo ciudadano, documentan la historia antigua de la ciudad, mientras que el museo Guarnacci de Volterra conserva una de las colecciones más importantes de restos etruscos, la Urna de los Novios y la Sombra de la Tarde.
Yendo hacia la costa, no te pierdas la visita al Parque Arqueológico de Baratti y Populonia, la única ciudad etrusca construida sobre el mar, y descendiendo hacia la Maremma, encuentras Vetulonia, con los restos de las murallas, las tumbas y los hallazgos conservados en el Museo Arqueológico Cívico y las evocadoras Vie Cave excavadas en la toba en Pitigliano y Sovana, hasta que llegas a Saturnia, donde los etruscos explotaban las preciosas aguas termales.