El territorio de la Torre Inclinada es amplio y variado. Las tierras que la rodean son muchas y muy diferentes, pero todas se reconocen por un sentimiento común de pertenencia a esta antigua provincia que comprende otros lugares, además de la solemne ciudad Pisa.
El paisaje de estas campañas típicamente toscanas se caracterizan por sus colinas onduladas intercaladas con llanuras animadas y cauces de agua también importantes, como el río Arno. Aquí la naturaleza y la mano del hombre se han unido para preservar un panorama extraordinario. En primer lugar, la naturaleza, que ofrece preciosas aguas termales y vacaciones relajantes, como en Casciana, San Giuliano y Uliveto; sin olvidarse de la naturaleza de las playas para todos, desde Marina di Pisa hasta Tirrenia, pasando por Calambrone y Marina di Vecchiano. También se encuentran las campañas silenciosas y encantadoras - aquella que tiene como escenario, lugares de completa tranquilidad como Fauglia, Orciano o Lajatico, con su Teatro del Silencio, precisamente - , y el ambiente incontaminado de la Tenuta di San Rossore, donde las fragancias del pinar acogen una fauna maravillosa. Es una naturaleza que acepta la presencia del hombre en sus colinas con sus caseríos esparcidos y cipreses y en la montaña de Pisa, surcados por caminos de herradura, ofrece terraplenes e itinerarios para el senderismo.
En estas mismas campañas se conservan los auténticos orígenes campesinos de este territorio: las numerosas fincas que producen vino, aceite, fruta, como también trigo y girasoles, ofrecen productos de calidad optimizando la gastronomía y la vinicultura en las Tierras de Pisa en modo que sean únicos e incomparables. Algunas de las excelencias que cabe mencionar son el aceite IGP de las Montañas de Pisa, los preciosos viñedos de Terricciola, como también los productos que se encuentran en las localidades a lo largo del Camino del Vino en las Colinas de Pisa. Sin olvidarnos de los productos de San Miniato como la trufa blanca o el "mallegato" un embutido de Slow Food, "Miele da Spiaggia"- una miel milflores muy particular y costosa -, los derivados del "Mucco Pisano" -carne de una raza vacuna muy preciada de la provincia de Pisa- y del jabalí, así como muchas otras recetas traspasadas de generación en generación y hoy en día revisadas excepcionalmente por algunos chefs.
También los artesanos locales tienen esta capacidad de transformar materias primas superiores en productos de primera calidad. Aquí, la artesanía se honra en todas sus formas. En las ciudades de la cerámica por ejemplo, como Montopoli y Calcinaia, pasando por las cestas trenzadas de Buti y los muebles de Cascina y Ponsacco. No podemos olvidar el Distrito del Cuero, la zona de Castelfranco, Santa Croce, Santa Maria a Monte, que destaca por el procesamiento de este material.
La artesanía se ha convertido en arte en Pisa, una ciudad que no solo cuenta con su Piazza dei Miracoli, sino que también tiene plazas características como aquella de Vettovaglie y la Pera, museos y, finalmente, sus poéticos Lungarnos, o sea las calles construidas a lo largo del río Arno. El arte de estas zonas, se expande en el territorio, y no desdeña obras modernas y contemporáneas. Como en Calci, con la monumental Certosa que es la sede del Museo de Historia Natural, o también en Vicopisano y Pontedera. Puedes visitar tambié los numerosos pueblos esparcidos en la campaña, que a menudo sorprenden con importantes museos: por ejemplo Capannoli, Chianni, Lari, Palaia y Peccioli.
Por último, existe otro hilo conductor que une a todas las localidades de esta tierra y ofrece la mejor manera de conocerlas de veras. Los eventos folclóricos son intensos y vivaces así como las fiestas de pueblo y las representaciones históricas, que saben cómo revelar el alma más profunda de las Tierras de Pisa.